(EFE).- El expresidente colombiano, Ernesto Samper, lamentó este jueves que «América Latina nunca había estado tan desintegrada como ahora» por lo que la llegada del «viejo hegemonismo» liderado por el presidente estadounidense, Donald Trump, abre una «oportunidad» para estrechar los vínculos regionales.
«Creo que nunca había estado tan desintegrada América Latina, y nunca había sido tan necesaria la integración como ahora», afirmó Samper, que lideró Colombia entre 1994 y 1998, en una entrevista con EFE en Ciudad de México.
El político colombiano remarcó que los primeros cien días de Trump en la Casa Blanca no han implicado sólo un agresivo proteccionismo comercial con consecuencias globales, sino que «hay un regreso del viejo hegemonismo que no veíamos en América Latina desde hace muchos años».
«Hay una mezcla de sentimientos revueltos. Yo personalmente soy optimista, creo que nos abre unos espacios que ojalá aprovechemos para terminar los tratados de libre comercio que estaban bloqueando la integración comercial», indicó.
Samper, quien también fue secretario general de UNASUR entre 2014 y 2017, se mostró alarmado por el fenómeno de «radicalización ideológica» que vive América Latina.
«En muchos países los partidos han dejado de cumplir su función de representación. Un efecto ya no de derechización de la región que sería aceptable, el péndulo político, sino de radicalización en el que intervienen las redes, y que me preocupa porque son las semillas de un nuevo fascismo», advirtió en referencia poco velada a los gobiernos de los presidentes Nayib Bukele en El Salvador; Daniel Noboa, en Ecuador; o Javier Milei en Argentina.
México, Brasil y Colombia como eje progresista
Durante su visita a México, Samper se reunió con la presidenta, Claudia Sheinbaum, de quien alabó su gestión con Estados Unidos en unos momentos especialmente difíciles.
«Veo muy bien empoderada a la presidenta (Sheinbaum) y creo ha entendido que su papel no es la estridencia sino la inteligencia», subrayó.
Para el expresidente colombiano uno de los elementos clave será la capacidad de fortalecer organismos regionales como la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), y el liderazgo progresista de México junto con Brasil y Colombia.
Samper, 74 años, ofreció una conferencia sobre «Progresismo y Fascismo en América Latina» acompañada por Luisa María Alcalde, presidenta del partido oficialista mexicano Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
«Se acabaron los polos hegemónicos»
No obstante, recalcó que hay que entender que el tablero geopolítico ha cambiado, algo que tendrá, a su juicio, profundas consecuencias.
«El señor Trump debería enterarse de que se acabaron los polos hegemónicos. Lo que va a pasar después de esto es que Estados Unidos va a ser el imperio más odiado de la historia. Va a haber un nuevo mapa mundial, no con China como centro hegemónico, porque no tienen ningún interés, pero sí el fortalecimiento del grupo de los BRICS, el sur se va a organizar, también en Asia. Y Europa se va a dar cuenta que ya no tiene el aliado occidental y le toca a ellos poner el pecho», enumeró.
Sobre la rivalidad con China, con una creciente presencia en el continente americano, Samper esbozó un futuro sombrío.
«China tiene un arma muy poderosa que no tiene Estados Unidos y por supuesto el señor Trump, que es la paciencia. China puede esperar. Cada vez que había un crisis financiera relevante todo el mundo veía los títulos del Tesoro de EE.UU., hoy día están cayendo. Dicen que el dinero es cobarde, y ya no hay lugar seguro para el dinero», advirtió.
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