Por Rosario Pericles (ALN).- “Hay un contraste con lo que pasa en Chile, Uruguay o Costa Rica frente a lo que pasa en México, Nicaragua o Venezuela. Son polos opuestos. Las críticas a estos últimos países me parecen válidas, porque no es creíble que reporten tan pocos casos, incluso si las comparamos con los vecinos más cercanos”.
Lo dice a DW Francisco González, profesor de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Johns Hopkins de Nueva York. Señala que a los epidemiólogos de Johns Hopkins les “sorprende” las cifras que se reportan desde América Latina. Sobre todo aquellas suministradas por Venezuela, Cuba, Nicaragua y México. Son bajas. Los expertos de la Johns Hopkins consideran que los “datos son erróneos”.
-Hay un contraste con lo que pasa en Chile, Uruguay o Costa Rica frente a lo que pasa en México, Nicaragua o Venezuela. Son polos opuestos. Las críticas a estos últimos países me parecen válidas, porque no es creíble que reporten tan pocos casos, incluso si las comparamos con los vecinos más cercanos.
No descarta el experto en economía y política que en las cifras haya un componente de “manipulación por cuestiones políticas. No es coincidencia que, por ejemplo, en México, Nicaragua, Venezuela o Cuba haya un clima de polarización política o brotes de inestabilidad. La cuestión ahí no es cómo manejar la pandemia. Ya que son regímenes que están contra la pared necesitan, entonces, manipular la información de manera propagandística para intentar minimizar la crítica y no echarle más gasolina a un fuego que ya está encendido. A estos Gobiernos les da miedo que la población piense que se está perdiendo el control”.
En América Latina se han registrado 400.000 infectados, señala, pero la región implica una diversidad de países. Y con los contrastes antes señalados. En algunos se manipula la información por motivaciones políticas.
Coronavirus: La falta de alimentos provoca protestas en Venezuela y Maduro asoma flexibilizar la cuarentena
Para darse una idea de lo que ocurre en el mundo, González señala que “según el mapa de rastreo de Johns Hopkins hay hasta la fecha alrededor de 4,5 millones de infectados en el mundo. De esa cifra 1,4 están en Estados Unidos. Entonces, decir que las Américas se convirtió en el epicentro es erróneo. EE. UU. es el epicentro de la pandemia. Mejor sería ver las cifras en términos porcentuales o los análisis de mortalidad, como las muertes por cada 100.000 habitantes. Ese dato nos sigue diciendo que Europa Occidental es la más afectada. Allí están los países que tienen el mayor número de fatalidad por cada 100.000 individuos, como Bélgica con 77, España con 58, Italia con 51 o Gran Bretaña con 50. En EE. UU. hay 25 muertes por cada 100.000 habitantes. De modo que es incorrecto que la OPS nombre esos números sin profundizar. En América latina son alrededor 400.000 los infectados, pero hay que tener en cuenta que son muchos países”.
Estos expertos saben de qué hablan a la hora de analizar la situación en América Latina. Y es que la Universidad Johns Hopkins tiene su propio esquema de recolección de datos. Explica el experto a DW:
“No solo se toma el número que dan las autoridades nacionales. Se coteja con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la OPS, agencias de Naciones Unidas, grandes organizaciones que tienen presencia en el terreno o universidades. Además, hay una cooperación con el Centro para el Control de las Enfermedades Infecciosas de Atlanta (CDC, por sus siglas en inglés), que se dedica a la epidemiología y la salud pública en Estados Unidos, pero también tiene gente en todo el mundo. Incluso la información que entregan las grandes empresas farmacéuticas es utilizada en los estudios de Johns Hopkins. No se puede confiar solamente en las cifras de Gobiernos que clasifican burocráticamente muertes por COVID-19 como «neumonía atípica».