Daniel Gómez (ALN).- Al contrario de lo que se pensaba. Al contrario de lo que advertían analistas y grupos financieros. Al contrario de lo que dictan las ideologías, los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de México, Andrés Manuel López Obrador, están haciendo gala de una buena relación. Hasta el punto de que el gobierno de Trump está dispuesto a invertir en el proyecto estrella de López Obrador.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, prometió una relación “de amistad” con Estados Unidos. Y, a pesar del muro del que tanto habla su homólogo, Donald Trump, lo está consiguiendo. Tanto que el mandatario estadounidense no lo amenaza. Lo elogia. Incluso le promete invertir en su proyecto estrella: el Tren Maya.
“Ayer tuvimos una reunión en Mérida y estuvo el secretario de Comercio de EEUU [Wilbur Ross] y me trasmitió un mensaje del presidente Trump de que está dispuesto a invertir y ayudar a que se construya el Tren Maya y otras obras de infraestructura en el sureste”.
Lo reveló el presidente de México este sábado y para muchos, la noticia generó sorpresa. ¿Cómo es posible que el izquierdista López Obrador haga negocios con un referente de la derecha y el capitalismo como Trump? ¿Cómo es posible que el presidente de EEUU esté dispuesto a invertir en el proyecto de un hombre que algunos comparan con el expresidente venezolano Hugo Chávez?
Quizá el pragmatismo sea la respuesta. Lo cierto es que el Tren Maya, la gran promesa económica del Gobierno de México, se presenta como una oportunidad de negocio irresistible. Para todos. Incluso para EEUU. Por el presupuesto -7.640 millones dólares- y por lo que supone.
El Tren Maya es un ferrocarril de 1.500 kilómetros que enlazará los principales centros arqueológicos del sureste mexicano (Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo). Una zona abandonada, carente de buena infraestructura, y que aspira a convertirse en referente turístico.
Trump trabaja mejor con López Obrador que con Peña Nieto
A Trump le convenció la idea y parece dispuesto a invertir en el proyecto. Un gesto de complicidad entre mandatarios que no ha sido el único. Todo comenzó cuando López Obrador ganó las elecciones a la Presidencia el 2 de julio de 2018. Ese día el mandatario estadounidense le dedicó un tuit.
“Felicitaciones a Andrés Manuel López Obrador por convertirse en el próximo presidente de México. Tengo muchas ganas de trabajar con él. ¡Hay mucho por hacer para beneficiar tanto a Estados Unidos como a México!”, escribió Trump.
Congratulations to Andres Manuel Lopez Obrador on becoming the next President of Mexico. I look very much forward to working with him. There is much to be done that will benefit both the United States and Mexico!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 2 de julio de 2018
Pronto se pusieron a trabajar juntos. Y encima, con buen resultado. En septiembre de 2018, tras unas duras negociaciones, EEUU y México lograron su acuerdo comercial, y más tarde, sumaron a Canadá y así renovaron completamente el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), ahora bautizado T-MEC (Tratado entre México, EEUU y Canadá).
Un éxito en el que el equipo de López Obrador tuvo mucho que ver, hasta el punto de que Trump dijo, en un acto en la Casa Blanca, que su relación estaba siendo mejor con este que con Enrique Peña Nieto.
“Ha sido estupendo negociar con México, incluido su nuevo presidente con el que hablé”, dijo. “Me gusta México, me gusta el nuevo líder, creo que va a ser extraordinario… un poco diferente a nosotros. Creo que estoy haciéndolo mejor con él que con el capitalista [Enrique Peña Nieto]”.
Por aquel entonces López Obrador todavía era presidente electo. No tomó posesión hasta el 1 de diciembre de 2018. A ese acto acudió el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en representación de la Casa Blanca.
Una semana más tarde, Trump y López Obrador hablaron. “Conversamos por teléfono con el presidente Donald Trump. En términos respetuosos y de amistad, tratamos el tema migratorio y la posibilidad de aplicar un programa conjunto para el desarrollo y la creación de empleos en Centroamérica y en nuestro país”, comunicó el presidente de México.
¿Qué pasa con el muro?
En esta relación, no hay que olvidar la obsesión de Trump por construir un muro en la frontera con México. Tampoco el desprecio mostrado hacia los mexicanos en tiempos de campaña, allá por 2015, cuando en un mitin los llamó “violadores y criminales” y los acusó de llevar droga a EEUU.
Tanto el muro, como los insultos de Trump, están muy presentes en México. ¿Qué opina López Obrador al respecto? Es una pregunta que continuamente le hacen, y a la que casi siempre responde de la misma manera.
“No quiero la confrontación con el Gobierno de Estados Unidos, por más que me estén cucando [provocando], no voy a caer en ninguna provocación. Hay muchos que quisieran que nos peleáramos con todos, no nos vamos a pelear con el presidente Donald Trump. Amor y paz”, comentó en septiembre el entonces presidente electo.
“Hay quien le gustaría que nos enfrentáramos, nosotros queremos buscar una relación siempre de amistad y de cooperación”, declaró en enero López Obrador ya como presidente.
“Hay muy buena comunicación [entre México y EEUU]”, agregó a principios de abril el mandatario mexicano.
Estas últimas declaraciones se dieron en un momento de tensión entre ambos países. Una nueva caravana de migrantes partía desde Centroamérica. Ante el tamaño de esta, Trump amenazó con cerrar la frontera.
“No conviene a nadie cerrar la frontera”, dijo López Obrador. Y de ello tomó nota Trump, quien bajó el tono en las amenazas y reconoció al Gobierno de México la buena labor que hizo con esa caravana.
“México ha empezado a detener a mucha gente que llegaba de Honduras, Guatemala y El Salvador en la frontera sur. Realmente están deteniendo a miles de personas”, admitió Trump en una rueda de prensa.
“Celebro que el Gobierno de Estados Unidos reconozca que nosotros estamos ayudando”, respondió poco después López Obrador.