Elizabeth Fuentes (ALN).- Había tardado mucho en llenarse este nicho de la solidaridad humana. Y vaya que lo han logrado, porque ya existen agencias de viajes e iniciativas privadas dirigidas a conocer el mundo pero con un proyecto solidario entre manos, como ayudar a los elefantes en Namibia a conseguir agua, proteger a las tortugas en Costa Rica y enseñar inglés a los niños en la India.
El abanico de posibilidades es tan amplio como países hay en el planeta y, sobre todo, gente bondadosa que decide cuidar el medio ambiente o llevar a cabo un acto humanitario en lugar de gastar su dinero visitando Disneyworld o Venecia.
Los llamados viajes solidarios o turismo colaborativo han comenzado a florecer de tal manera que ya existen varias agencias y organizaciones que se han dedicado a ofrecer paquetes con fines distintos al disfrute y las compras, haciendo hincapié en el cuidado del medio ambiente, algunas especies animales y sobre todo en mujeres y niños en situación de precariedad.
En el portal Viajes de Voluntariado explican a los interesados que pueden optar por el Voluntariado en Cooperación Social o el de Cooperación con la Fauna. Para quienes les interese la Cooperación Social, conmueve la propuesta de ir a Goa, en la India, enseñar en las escuelas o ayudar en los orfanatos, sitios donde los viajeros podrán ayudar dando clases de inglés a los pequeños, hacer deporte con ellos, y mejorar los medios de subsistencia de los niños.
Los hospedajes no son de lujo (a veces en carpas), en la mayoría existe la posibilidad de hacer un poco de turismo tradicional
También se puede viajar a Goa para ayudar a las mujeres a su reinserción social proporcionándoles herramientas (inglés, clases de informática, etc), de manera que ellas puedan encontrar un trabajo y ser más independientes.
Y para quienes les interesa más la Cooperación con la Fauna, basta visitar el portal y descubrir la historia de los elefantes en el desierto de Namibia, los más grandes de África, que necesitan tanques de agua para sobrevivir en el desierto. El viaje incluye hacer estudios sobre su comportamiento, monitorear sus movimientos y construir tanques de agua para ellos.
También se puede auxiliar a las tortugas de Costa Rica que necesitan ayuda para que nadie se robe sus huevos de la playa. O a las iguanas en Honduras, los delfines en Italia y los famosos osos Panda en China. Y si bien el hospedaje no es de lujo (a veces en carpas), en la mayoría existe la posibilidad de hacer un poco de turismo tradicional y todo a muy bajos precios. ¿Los requisitos? Ser mayor de 18 años, tener un nivel de inglés intermedio, y disponer de seguro de viaje y visado válido.
A pie, en bicicleta y hasta en camión
El turismo sostenible ha conseguido aliados también. Hay quienes organizan solamente turismo en bicicleta, turismo trekking (o sea caminando) y lo que llaman “La auténtica manera de sentir la libertad”, que consiste en viajar en camión. Aunque, cabe destacar, las llamadas Rutas de Camión están restringidas a África, donde los organizadores prometen recorrer las rutas en camión, lanchas y hasta avionetas. Y advierten a los interesados que son “rutas abiertas a lo inesperado… Queremos destacar que el estado de las carreteras no es siempre óptimo y que la mayoría de ellas están sin asfaltar. Recordemos que en África todo va ‘pole pole’, palabra que significa despacio, que los trámites, la burocracia o comer en un restaurante nos pueden tomar más tiempo de lo esperado”.
Los requisitos incluyen ser mayor de 18 años, un nivel de inglés intermedio, y disponer de seguro de viaje y visado válido
Dentro del Turismo en Bicicleta, mucho más popularizado, que ofrece el portal Taranna, se encuentran los Viajes con Sentido, que se circunscriben a los países europeos. Aunque en Viajes Sostenibles se puede disfrutar en bicicleta los cinco continentes. Y para quienes prefieren “sentir el mundo en los pies”, es decir, practicar el trekking o senderismo, las posibilidades van desde recorrer la Patagonia hasta el Everest, caminar durante 17 días desde Buenos Aires hasta Salta en Argentina o andar 11 días de Suiza a Italia.
En cualquier caso, se trata de vacaciones muy diferentes que ameritan un tono de alma bastante lejano al de los turistas usuales.