Daniel Gómez (ALN).- El historiador mexicano Enrique Krauze dice que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, puede introducir todas las reformas que crea convenientes para México. “Aunque sean equivocadas”, apunta. “Lo que no es admisible es que toque la división de poderes”. Y, según Krauze, ya la está tocando.
El historiador mexicano Enrique Krauze dice que “el panorama en México es negro”. Lo es, aclara, porque el presidente, Andrés Manuel López Obrador, “está desmantelando de forma sistemática las instituciones que conforman el país”.
En el Foro Atlántico celebrado esta semana en Madrid, Krauze señaló que el Instituto Nacional de Energía, el Instituto de Transparencia y el Instituto Nacional Electoral han perdido independencia. Está preocupado por la Corte de Justicia. Y en su opinión, López Obrador “destruyó el Fondo Nacional para la Cultura”. Habla incluso de “concesión de becas a cambio de obediencia política”.
A Krauze también le preocupa el estado de las libertades. Considera que la conferencia mañanera de dos horas que ofrece todos los días, al estilo del expresidente venezolano Hugo Chávez con Aló Presidente, atenta contra la libertad de prensa.
Krauze sobre la conferencia mañanera de López Obrador: “Con esta medida la libertad de expresión quien la ejerce es él. Todos los días sentando agenda y, sobre todo, dando pie, él mismo, denunciando, él mismo, a los periódicos, escritores, intelectuales, que no están de acuerdo con él. Las instituciones construidas por tantos decenios están en peligro”
“Con esta medida la libertad de expresión quien la ejerce es él. Todos los días sentando agenda y, sobre todo, dando pie, él mismo, denunciando, él mismo, a los periódicos, escritores, intelectuales, que no están de acuerdo con él. Las instituciones construidas por tantos decenios están en peligro”.
Krauze insiste en que estas acciones de López Obrador “suponen una amenaza muy seria” para la división de poderes. En México siempre la ha habido, explica. Incluso, en las siete décadas en las que gobernó el Partido Revolucionario Institucional (PRI), lo que el escritor Mario Vargas Llosa definió como “la dictadura perfecta”.
“El PRI, con todo lo detestable que era en términos de manejo de poder y corrupción, hacía una diferencia entre el presidente de la República y el partido. El presidente no era dueño del PRI. El presidente era todopoderoso, pero cuando sobrepasaba normas no escritas, lo cerraba el PRI”, apuntó Krauze.
El historiador señala el 2000 como la entrada de la democracia en México. Ese año Vicente Fox, del Partido de Acción Nacional (PAN) rompió el monopolio del PRI en el poder.
Krauze añade que ni Fox, ni los presidentes que lo siguieron (Felipe Calderón, del PAN, y Enrique Peña Nieto, del PRI) tuvieron gestiones “particularmente sobresalientes”.
“Fox tuvo en sus manos una reforma de elementos clientelares que quedaban en el sistema y no la hizo porque no tenía vocación política. Calderón sí tenía vocación política, pero tenía una sombra: López Obrador. Perdió con él las elecciones en 2006 por 200.000 votos. López Obrador nunca aceptó haberlas perdido y se erigió presidente legítimo de México. Hizo una ceremonia con una especie de banda presidencial. Y por eso Calderón siempre tuvo esa sombra”, comentó.
El caso de Peña Nieto es particular. “Peña Nieto trajo una esperanza de que el PRI había aprendido la lección sabiendo cómo operar dentro de un marco democrático. El problema es que no podía hilar dos frases. No tenía credibilidad. Estaba preocupado en sus dos temas: corrupción y jugar golf. Esta frivolidad, esta corrupción, y, sobre todo, el desconcierto desesperante ante la angustiante y creciente violencia fueron el caldo de cultivo para que venciera López Obrador”.
López Obrador no sólo venció, sino que arrasó. ¿Por qué? “México ha crecido de manera sustancial desde el 2000. Las elecciones han venido funcionando. ¿Qué estaba mal? El fenómeno de la violencia. Los grupos criminales tomaron una fuerza que no tenían en el siglo XX. Se fortalecieron de manera extraordinaria, con un poder local enorme para distribuir drogas y armas en el país. Este fenómeno de la inseguridad y violencia desquició a la sociedad mexicana”.
Por esto, según Krauze, ganó López Obrador. De forma democrática llegó al poder, y con su mayoría puede introducir las reformas para el país que considere oportunas.
“Creo que va a introducir reformas equivocadas para el desarrollo de México. Canceló el aeropuerto, canceló la apertura energética, decretó que México tiene que volver a los años 30 y construir una refinería, etcétera. Pero bueno, si tiene el mandato que lo haga. Lo que no es admisible es que toque la división de poderes y las instituciones del país”, apuntó.