Daniel Gómez (ALN).- La cotizada formaba parte del consorcio del Gasoducto Sur Peruano, un proyecto que no salió adelante por falta de financiación y al que salpicó el caso Odebrecht. No obstante, en la presentación de resultados de 2016, disiparon dudas y aseguraron que recuperarán su inversión. El Gasoducto Sur Peruano (GSP) ya no dará más dolores de cabeza a Enagás. Cuando el pasado 23 de enero el proyecto regresó al Estado por falta de financiación, saltaron las alarmas. Las dudas no se resolvieron hasta este martes, coincidiendo con la presentación de sus resultados de 2016. Según Antonio Llardén, presidente de la compañía, los 260 millones de euros invertidos (aproximadamente 275 millones de dólares) se recuperarán en “un plazo máximo de tres años”. Así se lo hicieron saber los asesores jurídicos y financieros que contrataron cuando el Gasoducto se quedó sin fondos internacionales. La constructora Odebrecht, en el proyecto con una participación del 55%, se retiró en el momento que se destaparon sus tres décadas de impunidad corrupta.
La idea es que, cuando Perú subaste los bienes de la concesión, se devuelva el importe de los mimos de forma íntegra. Si lo recaudado es inferior al 72,25%, no hubiera postores o no se celebra ninguna puja, el Estado estaría obligado a devolver a la cotizada 213 millones de euros.
Con estos datos, Enagás se muestra tranquila de cara al futuro y reafirma su compromiso con Perú. “Sabemos que el Ejecutivo y la oposición quieren sacar adelante el GSP. Se han comprometido con ello. Aunque, en este momento, nuestra prioridad es facilitar al gobierno el final de la concesión”, apuntó Llardén, que, aunque cauto, no ocultó su deseo de formar parte del proyecto si este se reanuda. No es para menos: el Gasoducto Sur Peruano es un proyecto de 5.000 millones de euros (aproximadamente 5.308 millones de dólares), cuya concesión dura 30 años.
Sabemos que el gobierno de Perú y la oposición quieren sacar adelante el GSP», asegura Llardén
Resuelto, en principio, este punto de conflicto y salvado el lastre, la cotizada cierra 2016 con 417 millones de euros de beneficio (aproximadamente 442 millones de dólares), un 1,1% más que el pasado ejercicio. Un cóctel de cifras que les permite afrontar 2017 con optimismo.
Consolidar globalmente GNL Quintero
El presidente de Enagás, Antonio Llardén, confía en recuperar su inversión de 260 millones de euros en el GSP / Foto: Enagás
En este nuevo ejercicio y hasta 2020, la compañía no se plantea adentrarse en nuevos mercados. El crecimiento de demanda gasista en México, Perú y Chile, áreas en las que ya están asentados, es muy superior a la media global. La idea es exprimir la rentabilidad en estas regiones, centrándose en Chile.
En el país controlan el 60% de la central de Gas Natural Licuado (GNL) Quintero. Una participación que puede elevarse al 75% este año, siempre y cuando ejecuten la opción de compra que disponen. Algo bastante “probable”, según afirma la compañía en un comunicado, y que supondría el desembolso de 135 millones de euros.
Enagás quiere que GNL Quintero, una planta que suministra energía a toda la zona central de Chile, se consolide globalmente en 2017. Se erige como un potente motor económico que, a 31 de diciembre de 2016, registró 242 millones de euros en caja (aproximadamente 256 millones de dólares). Un dinero que compensa la inversión de 282 millones prevista para un tercer tanque de gas natural licuado, el cual, quieren inaugurar para 2021.