Daniel Gómez (ALN).- Quedan cuatro días para que Venezuela pague las vacunas que le reservó el mecanismo Covax. Y aunque el depósito lo tiene que hacer el gobierno de Nicolás Maduro, este se encuentra quebrado y sin recursos a mano. Por eso necesita un acuerdo con la oposición que lidera Juan Guaidó. Una oposición que en el exterior es gobierno y protege activos clave, lo cual les permite movilizar los dólares para saldar la deuda. ¿Lo hará? Parece que sí, siempre que haya una supervisión internacional. Ahora la pregunta es si Maduro estará dispuesto a ceder ese poder.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) clamó por un pacto en Venezuela. Una negociación entre gobierno y oposición para que el país pueda obtener al menos 1,4 millones de vacunas que les reservó el mecanismo Covax. Estos le pusieron una fecha, el 9 de febrero, para que se pusieran de acuerdo. Y todo apunta a que va a concretarse.
Las últimas palabras del opositor Julio Borges son un llamado a la esperanza.
“Si el dinero se utiliza para vacunar a los venezolanos, bienvenido. Ahora, hay que asegurar que sea para vacunar a los venezolanos y no para seguir en los bolsillos de Maduro”, dijo en una entrevista telefónica con la agencia EFE a propósito del oro en Londres.
Borges es el comisionado para las relaciones exteriores del equipo de Juan Guaidó. Por tanto, funge como canciller en aquellos países donde se reconoce al gobierno interino, como Reino Unido.
En Reino Unido, Venezuela acumula reservas en oro por más de 1.000 millones de dólares. Este dinero se encuentra en las bóvedas del Banco de Inglaterra y es protegido por el equipo de Guaidó para que no llegue a las manos del gobierno de Nicolás Maduro, manchado por la corrupción, además del negativo historial económico que tiene en contra.
El caso es que hoy las reservas del Banco de Inglaterra aparecen como el único activo disponible que tiene Venezuela para pagar las vacunas. El país se encuentra quebrado y sin capacidad económica por el colapso iniciado en 2013, coincidiendo con los años que Maduro lleva en el gobierno.
El problema es que el oro de Londres no es un recurso que pueda gestionar el gobierno, que controla la administración y el poder en Venezuela, sino que está bajo el control del equipo de Guaidó, más debilitado a nivel interino.
“Ese es un dinero que hay que proteger no para el gobierno de Guaidó sino para los venezolanos, ese dinero debe usarse de manera transparente para los venezolanos”, explicó Borges en la entrevista.
Supervisión internacional
Desde el bando opositor siempre han temido que Maduro malgaste los recursos y no lleguen realmente a donde tienen que llegar. En este caso, las vacunas. De ahí las reticencias para liberarlo. Aun así, ahora parecen dispuestos a hacer una concesión, siempre y cuando la comunidad internacional supervise hacia dónde va cada dólar.
“Este es un ejemplo muy concreto, muy bueno y muy positivo de que ese dinero podría ir a beneficio de los venezolanos, si va marcado; si se marca el dinero para las vacunas, por ejemplo, tema urgente, real y un tema de carne y hueso”, afirmó Julio Borges.
Pero no basta sólo con la voluntad de la oposición. Nicolás Maduro también tiene que ceder. Y es que, hasta ahora, el gobierno se ha estado aprovechando de la pandemia y las necesidades de los venezolanos para monopolizar el reparto de la ayuda humanitaria. De ahí la arremetida contra las ONGs que emprendió desde noviembre de 2020.
La buena noticia es que, desde la OPS, observan voluntad por parte de Maduro para alcanzar un acuerdo.
“El gobierno de Venezuela, el presidente Maduro, anunció su voluntad de lograr el acceso a vacunas a través del mecanismo Covax, pero también otras fuentes. Igualmente, el grupo de Guaidó ha manifestado esa intención y también muchos actores de la comunidad internacional están trabajando arduamente para lograr el acceso a las vacunas para Venezuela”, comentó Ciro Ugarte, director de emergencias de la OPS.
El problema con las vacunas
1. Incluso si contamos el acuerdo con Rusia, Venezuela es el país con menos contratos de compra adelantada de vacunas en la región, de acuerdo con los datos de @UNICEF. También es el único país en tener contratos con un solo proveedor (el promedio es 3,1). pic.twitter.com/FkIk9oQarY
— Francisco Rodríguez (@frrodriguezc) February 4, 2021
Aunque todo apunta a que habrá un acuerdo entre gobierno y oposición antes del 9 de febrero, Venezuela tiene un problema con las vacunas.
Datos de la Unicef apuntan que Venezuela sólo podrá vacunar al 38% de la población. Esto es así siempre y cuando Rusia suministre las dosis prometidas. Nicolás Maduro asegura que en abril comenzará la campaña de vacunación, pero el hecho está en que Venezuela no ha recibido ningún cargamento de Moscú, mientras que Argentina y Bolivia, que también aplicarán la vacuna rusa Sputnik V, ya han recibido sus dosis.
De nuevo, los problemas de pago son la explicación de que Venezuela no haya recibido ningún cargamento ruso, como sugirió en Twitter el economista venezolano Francisco Rodríguez.
Además, respecto a los indicadores de la Unicef, Rodríguez incluye otra precisión: la vacuna rusa se suministra en dos dosis, por lo que en vez de inmunizar al 38% de la población, se inmunizaría al 19%. De ahí que reclame una estrategia de vacunación más amplia. Y más amplia significa ir más allá del Covax. Como máximo, este mecanismo entregará 2,4 millones de dosis a Venezuela, lo que cubriría sólo a un 5% de la población.
“Una estrategia de vacunación más amplia será necesaria para salir de la pandemia”, concluyó Rodríguez.