Daniel Gómez (ALN).- El Foro Cívico Nacional emerge como alternativa en Venezuela. Se trata de un movimiento nuevo. Apoyado por académicos, periodistas, trabajadores sociales, empresarios y organizaciones de peso en el país como Fedecámaras, la filial venezolana de Trasparencia Internacional y Convite. Su objetivo es construir un “marco permanente de principios y prácticas” para solucionar “la emergencia social” y lograr la “reinstitucionalización de nuestra democracia”.
Este fin de semana nació en Venezuela el Foro Cívico Nacional. Un movimiento que plantea “un acuerdo democrático” para todo el país:
– “Un acuerdo que goce de la aprobación y el entusiasmo de la mayoría de la población para abrir así el proceso de reinstitucionalización del Estado a través de la realización de unas elecciones libres, con reglas justas y resultados verificables”.
– “Un acuerdo para avanzar y asumir la responsabilidad colectiva en la edificación del porvenir, salvar vidas y evitar más sufrimiento y más víctimas”.
– “Un acuerdo basado en principios de justicia, verdad, reparación y no repetición; que impulse la democratización del país, garantice el irrestricto respeto a los derechos humanos y reunifique a la sociedad”.
– “Un acuerdo que, además, haga posible el acceso a los recursos financieros internacionales, de la nación y de la cooperación, indispensables para superar la emergencia humanitaria compleja”.
– “Un acuerdo que sea producto del consenso entre las distintas fuerzas políticas y sociales que hacen vida en el país”.
Esta ambición del Foro Cívico Nacional ha sido suscrita por más de 150 ciudadanos a título individual. Académicos, periodistas, trabajadores sociales, empresarios… También por un centenar de organizaciones sociales, de jóvenes, religiosas, ecologistas, feministas, de empresarios y ONGs, entre las que destacan Transparencia Internacional Venezuela, Convite, la Universidad de los Andes, la Unión de Iglesias Cristianas, y por Fedecámaras.
Este último organismo merece una mención especial. Fedecámaras es la organización que representa al sector privado en Venezuela. Hace dos semanas fue protagonista de una imagen insólita en más de 20 años al mantener un encuentro con un representante del chavismo, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez. Un encuentro en el que empresarios y gobierno dialogaron como pares y establecieron un acuerdo para el bien común: en este caso, que el sector privado se encargue de la vacunación contra el coronavirus.
Habrá diferencias políticas pero no contradicciones en los objetivos
Por lo anterior, no es de extrañar que Fedecámaras se suscriba al Foro Cívico Nacional. Este movimiento busca “un espacio para la articulación y la acción de una pluralidad de actores sociales que aspiran a contribuir en la edificación de una solución pronta a la crisis en Venezuela”. Para entre todos, trazar “una hoja de ruta que permita sacar a Venezuela del estancamiento, una tarea urgente para evitar la prolongación del sufrimiento de la población”. Una hoja de ruta que “debería restablecer canales de comunicación con el grupo en el poder”.
“Proponemos la conformación de un marco permanente de principios y prácticas compartidos que conduzcan a solucionar la emergencia social y a la reinstitucionalización de nuestra democracia”, afirmaron.
Una buena noticia es que las organizaciones que conforman el Foro Cívico Nacional mantienen relaciones con todo el espectro político. Y lo hacen para buscar soluciones a la crisis política, social, económica, humanitaria y sanitaria. De hecho, señalan a la pandemia como prioridad. “Hoy es indispensable activar los programas de vacunación contra la covid-19, y ello demanda llegar a acuerdos urgentes e impulsar mecanismos y marcos regulatorios que garanticen la mayor cobertura de la población”.
El Foro Cívico Nacional es consciente de que habrá diferencias políticas. Pero esto, dicen, no es contradictorio con los esfuerzos de recuperar la democracia y lograr unas elecciones creíbles y verificables.
Además, expanden el mensaje hacia el exterior. Le piden a la comunidad internacional que “apoye, de manera coordinada y propositiva, los esfuerzos que desde la sociedad venezolana se adelantan para demandar a todos los actores políticos la participación en la tarea por alcanzar acuerdos progresivos que redunden en beneficios para la población”. De ahí el “acuerdo democrático nacional”.