Ernesto J. Tovar (ALN).- Las principales encuestas revelan un aumento en la desaprobación del Ejecutivo peruano, al que se le cuestiona la falta de liderazgo y logros concretos, pese a las mejores expectativas sobre la marcha de la economía. El desencanto con la dirigencia política también alcanza a los líderes del Congreso, dominado por el partido fujimorista Fuerza Popular.
La luna de miel del presidente peruano Martín Vizcarra al frente del gobierno parece haber llegado a su fin. Al llegar a los 100 días de mandato, la desaprobación a su gestión ha sufrido un fuerte aumento, según los estudios de opinión pública de dos de las principales encuestadoras del país andino.
A Vizcarra, llegado al poder como vicepresidente tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski a finales del pasado marzo, empieza a pasarle factura su intento de equilibrar consensos con las fuerzas políticas. Esto se ha traducido en ausencia de liderazgo, según el analista político Luis Benavente, director de la consultora Vox Populi. “Es un presidente sin timón del país, errático, que flota permanentemente y opta por caminos fáciles” para evitar choques políticos, afirma Benavente a ALnavío.
Según la encuesta Datum – Pulso Perú, Vizcarra contaba en mayo con una aprobación de 54% y un rechazo de 19% a su gestión. Pero en menos de dos meses esas tendencias se invirtieron, resultando en una aprobación de 39% y un rechazo que ya es mayoría, con 52%, en la última semana de junio.
“El presidente Vizcarra está confiando en su buena suerte, tratando de no chocar con nadie pero choca con todos”
Los números de la encuestadora GFK dejan peor parado al presidente peruano, con 29% de aprobación y 56% de rechazo. Ni siquiera la mejora de las expectativas económicas, con un crecimiento de 4,5% del Producto Interior Bruto (PIB) entre enero y mayo, el aumento de la demanda interna con más empleo formal y las posibles revisiones al alza del desempeño de la economía y las inversiones, dan mejor soporte al presidente peruano.
Para Benavente hay dos lecturas sobre la situación de Vizcarra. En primera instancia, afirma que “no ha habido algún suceso específico que explique la caída profunda” sino que más bien recoge una serie de errores de gestión que se han traducido en rechazo.
“Hubo un aumento del Impuesto Selectivo al Consumo, donde el presidente perdió una oportunidad si quería atajar el déficit fiscal con austeridad. Pero eso implica enfrentarse a burócratas que despilfarran, y más bien parece que tomó el camino fácil del impuesto”, señala.
Esta medida implicó incrementos en los precios de los combustibles y de las bebidas con azúcar en el segmento alimentos. “Estos ajustes fueron un paquete de ajustes que ha tenido impacto sobre la ciudadanía, en los estratos medio y bajo, que son muy sensibles”, opina Benavente.
Y en segunda instancia, más allá de algunas medidas impopulares o de cierta urgencia, la gestión de Vizcarra pareciera “no tener una agenda de prioridades”, mostrándose más bien reactivo ante los temas de opinión pública ventilados desde la prensa y las diferentes toldas políticas, explica el consultor.
“Su agenda es un refrito de titulares de medios de comunicación, con posturas obvias, salvo a la ley de Inversión Publicitaria”, por la cual el fujimorista partido Fuerza Popular aspira a prohibir legalmente que el Estado peruano contrate avisos publicitarios en medios de comunicación privados, y a la que el Ejecutivo de Vizcarra se opuso.
Esta falta de concreción de objetivos ha llevado a 78% de la ciudadanía a pensar que en los primeros 100 días de gobierno de Vizcarra “el país se ha estancado”, y donde 59% considera que la situación “es igual” a cuando gobernaba Pedro Pablo Kuczynski. Otro 20% afirma que más bien la situación es peor.
En cuanto al liderazgo, el discurso de diálogo y de perfil conciliador no parece darle frutos ante la opinión pública. Casi una cuarta parte de los encuestados advierte que es el jefe del Consejo de Ministros, César Villanueva, quien gobierna, mientras que 50% piensa que quien manda es Vizcarra. 14% apunta que son ambos quienes llevan las riendas, y 13% no sabe o no contesta.
Villanueva, con cierta sorpresa, fue llamado por Vizcarra para ser su Premier pese a que fue aquel quien encabezó el segundo pedido -éste sí exitoso- de destitución de Kuczynski en el Congreso peruano.
Congreso cuestionado
La inestabilidad política peruana también afecta al Congreso, dominado por Fuerza Popular, y cuya dirigencia es severamente cuestionada por la opinión pública. 73% de encuestados afirman que es necesario que la presidencia del Legislativo la ocupe un congresista que no pertenezca al fujimorismo (tolda muy desgastada por las acusaciones de corrupción a su lideresa, Keiko Fujimori, y a su hermano Kenji, ambos congresistas).
“Martín Vizcarra es un presidente sin timón del país, errático”, asegura Benavente
El papel del Congreso, calificado con apenas seis puntos sobre 20 por la opinión pública en la encuesta Datum – Pulso Perú, es criticado por la ciudadanía, con 23% de los encuestados señalando que sus representantes legislativos “no hacen nada por el pueblo” y 12% afirmando que “son corruptos”. En total 80% evalúa de forma negativa la gestión del Congreso, encabezado por el fujimorismo.
Pero esta teórica debilidad del Congreso tampoco ha sido aprovechada por Vizcarra, señala Benavente.
El actual mandatario, quien asumió el poder tras un arduo enfrentamiento del Legislativo con PPK durante casi seis meses, no ha sacado ventaja de que el Congreso no le ha hecho oposición tras el desgaste por haber intentado destituir en dos ocasiones a Kuczynski.
“El presidente ha tenido algo que no ha habido en los últimos 20 años, que es el Congreso a favor, sin oposición, a diferencia de lo vivido con PPK, que fue un Congreso muy obstruccionista”, dice Benavente.
En esto ha incidido el papel del premier Villanueva, quien ha sido acusado por la bancada de Peruanos Por el Kambio, la de Kuczynski, de no tomarlos en cuenta para la gestión del mandatario mientras tenía acercamientos con el fujimorismo.
Pero con el reciente enfrentamiento por la Ley de Inversión Publicitaria (que Benavente afirma fue intención del fujimorismo para evitar que los medios de comunicación sean vehículos para atacar a sus posibles candidatos presidenciales) es un misterio cómo avanzará la relación de Vizcarra con el fujimorismo y el Congreso, tras las duras criticas de Fuerza Popular a Vizcarra de los últimos días, que incluso llevaron al presidente a reunirse con primera vez en varios meses con PPK.
“En todo caso -dice Benavente- la actuación del presidente no ha sido de convocar a los líderes de los partidos o proponer en áreas como seguridad ciudadana, la reconstrucción del Norte (severamente afectada en 2017 por las lluvias del fenómeno El Niño), o en el sistema de salud”.
Y cierra su análisis afirmando que Vizcarra “está confiando en su buena suerte, tratando de no chocar con nadie pero choca con todos”.