Daniel Gómez (ALN).- Venezuela “necesitará -a los militares- para la seguridad y la estabilidad en la transición a la democracia”. La frase bien podría ser de Juan Guaidó, pero no. Es del senador de Florida, Marco Rubio. Y esto indica que desde el gobierno de Donald Trump están aplicando el libreto diplomático del presidente encargado. No siempre fue así. Desde Washington, tanto Trump como sus asesores venían sosteniendo un discurso más duro.
El futuro de Venezuela depende de los militares. Serán clave tanto en la continuidad del régimen de Nicolás Maduro como en el proyecto democrático que lidera Juan Guaidó. Por eso el presidente encargado les aborda. Personalmente prometiéndoles amnistía. A través del pueblo con la manifestación de este martes. Y desde el extranjero por medio de la diplomacia.
Al respecto de esto último, es revelador el hilo de Twitter que publicó este lunes Marco Rubio, senador de Florida, republicano, y hombre influyente en las decisiones sobre Venezuela que toma el gobierno de Donald Trump.
“No habrá purga de militares después de Maduro. Venezuela los necesitará para la seguridad y la estabilidad en la transición a la democracia”, escribió Rubio, quien se refirió específicamente a seis hombres.
– Al general y ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López.
– Al administrador del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Remigio Ceballos.
– Al comandante general del Ejército Bolivariano, Jesús Suárez Chourio.
– Al almirante de la Armada, Giuseppe Alessandro Martín Alessandrello Cimadevilla.
– Al comandante general de la Fuerza Aérea, Edgar Valentín Cruz.
– Al comandante general de la Guardia Nacional, Antonio Benavides Torres
“Si ayudan a restaurar la democracia, estos seis oficiales disfrutarán de la inmunidad de la Asamblea Nacional, la cual Estados Unidos honrará y seguirá”, puntualizó Rubio.
EEUU tranquiliza a los militares
Este mensaje es importante. El escritor y Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, escribió hace una semana en El País de Madrid que los militares no apoyaban a Guaidó porque sus promesas de amnistía no los tranquilizan. “Sospechan que no valen fuera del territorio venezolano”.
Por qué según Vargas Llosa la Fuerza Armada no se rebela contra Maduro
El propio Rubio fomentó esta intranquilidad. “Recapaciten antes de que sea demasiado tarde”, dijo el senador a la Fuerza Armada el 23 de enero, día en el que Guaidó juró como presidente encargado.
No fue un mensaje muy alentador para, por ejemplo, Padrino López. Tras oír algo así, ¿iría a rehacer su vida a Miami? Probablemente no. Tampoco son alentadoras las afirmaciones de John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de EEUU, cuando dice que “todas las opciones están sobre la mesa”. Incluida la militar.
Bolton repitió este mensaje el pasado viernes. Trump lo entonó cinco días antes. No es alentador para los militares. No en lo que respecta a una futura amnistía, sino en lo que apunta a una posible confrontación Venezuela-EEUU. ¿Está la Fuerza Nacional capacitada para un conflicto de esas dimensiones?
Otro gesto que no tranquiliza a los militares venezolanos es el nombramiento de Elliott Abrams como enviado especial para Venezuela. Este funcionario, con experiencia en los gobiernos de Ronald Reagan y George W. Bush, es experto en intervenciones militares. Fue condenado por el escándalo Irán-Contras en 1991 y apoyó la invasión a Irak en 2003.
Pero el discurso de EEUU se ha suavizado. Es más diplomático. A la vista está con el último tuit de Rubio. O con las declaraciones del secretario de Estado, Mike Pompeo, hace una semana: “Hacemos un llamado al Ejército y a las fuerzas de seguridad venezolanas a que protejan a todos los venezolanos, así como a los ciudadanos de EEUU y otros extranjeros”.
Es un tono más sosegado que el que se venía desplegando desde Washington. Más acorde con lo que promociona Guaidó: diplomacia con los militares pues necesita el apoyo de los militares para reconstruir Venezuela.
El Grupo de Lima también está con Guaidó
Con Pompeo también estuvo hace una semana Carlos Holmes Trujillo, ministro de Relaciones Exteriores de Colombia. Se reunieron y, por supuesto, uno de los temas que trataron fue Venezuela. La crisis. La solución.
En una entrevista para el programa Efecto Naím, del exministro venezolano Moisés Naím, Holmes dijo que la solución en Venezuela tiene que ser pacífica. Es lo que persiguen Colombia, Estados Unidos, y los 14 países que conforman el Grupo de Lima.
Holmes: “Esa es una decisión que tiene que tomar el señor Juan Guaidó. Y él ha venido ofreciendo amnistías. Lo ha dicho de manera constante. La posición de Colombia como miembro del Grupo de Lima es apoyar al presidente Guaidó en los pasos que él considere necesarios para darle lugar a la transición y a la convocatoria de elecciones”
En esa entrevista, Holmes dijo que ellos están abiertos al diálogo. Pero no con el régimen. Sino con los militares. “Insistimos en la acción diplomática. En solicitarle al Ejército de Venezuela que apoye al señor Juan Guaidó”.
Naím fue más directo todavía. De hecho, le preguntó a Holmes si Colombia concedería asilo al general Padrino López. El canciller no fue rotundo. Pero al igual que ocurrió con Rubio, la respuesta fue reveladora.
“Esa es una decisión que tiene que tomar el señor Juan Guaidó. Y él ha venido ofreciendo amnistías. Lo ha dicho de manera constante. La posición de Colombia como miembro del Grupo de Lima es apoyar al presidente Guaidó en los pasos que él considere necesarios para darle lugar a la transición y a la convocatoria de elecciones”.
Apoyar las decisiones del presidente encargado. Esa es la posición de Colombia, la del Grupo de Lima, y también la de EEUU, siendo este último un país que, como quedó claro en el discurso del Estado de la Unión de Donald Trump, está unido por la causa de Guaidó. Cuando el presidente lo reconoció como mandatario legítimo en Venezuela, toda la Cámara, sin excepción, se levantó y aplaudió.
Guaidó sigue presionando
La comunidad internacional está con Guaidó. ¿Y qué dice el presidente respecto a la Fuerza Armada y su necesario apoyo? Lo último al respecto fue una declaración a la agencia EFE este lunes.
“Las fuerzas armadas son las que hoy sostienen al dictador [Maduro] y el llamado ha sido muy claro, sin medias tintas, a ese sector importante del país, que tiene un rol no solamente en que cese la usurpación sino también en la reconstrucción de Venezuela”, apuntó.
Guaidó sigue su libreto. Aplica diplomacia con los militares pues sabe que los necesita para recuperar la democracia. Para que vuelva la seguridad a las calles. Para refundar las instituciones.
Y en el corto plazo, Guaidó los necesita para que la ayuda humanitaria entre en el país. Para salvar a esas 300.000 personas que, como dice, están en riesgo de muerte porque no tienen comida ni medicinas. Víveres que los militares, todavía del lado de Maduro, no dejan entrar a Venezuela.