Ernesto J. Tovar (ALN).- Con un comportamiento económico afectado por la corrupción, los problemas climáticos y las expectativas pesimistas, el Citibank considera que los acercamientos del presidente Pedro Pablo Kuczynski y la oposición ayudarán a sacar adelante las reformas que impulsarán el crecimiento.
El año 2017 no ha sido positivo para las economías latinoamericanas que habían tenido desempeño positivo en 2016, como México, Chile, Colombia, o Perú, que por distintos factores se han desacelerado.
Pero entre todos, Perú sigue siendo “la niña bonita de la región para los inversionistas extranjeros”, por las expectativas para 2017 y, sobre todo, 2018, asegura el economista Munir Jalil, jefe del Departamento de Estudios Económicos de Citibank para la región andina.
Con un pronóstico de crecimiento del PIB de 3,3% para 2017 y 4,2% para 2018 -el mismo ya previsto en mayo- Jalil reconoce que está en el rango de los “optimistas” sobre el desempeño peruano para este año, aunque espera que en el tercer trimestre haya señales definitivas de reactivación de una economía afectada por el escándalo de Odebrecht, que paralizó incluso contratos ajenos a la cuestionada constructora brasileña porque “todo el mundo tenía miedo de firmar nuevos proyectos”.
Perú sigue siendo “la niña bonita de la región para los inversionistas extranjeros”
Pero otro factor también puede mejorar el perfil de la economía: las recientes “negociaciones” mantenidas por el presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) con la jefa de la oposición, la congresista Keiko Fujimori. El partido fujimorista Fuerza Popular, que tiene la mayoría en el Congreso peruano, tras llevarse por el camino a cuatro exministros del gabinete de PPK podría ser ahora lugar de consensos, tras el acercamiento PPK-Keiko, para sacar adelante algunas reformas, indica Jalil.
“Desde el punto de vista político se habla de la capacidad de PPK para revitalizar los proyectos en el Congreso y la actividad económica. Y siento que la reunión con Keiko Fujimori y la discusión con otras bancadas puede terminar siendo positiva”, explica.
A su juicio, aunque se habla mucho del descenso en la aprobación del mandatario peruano -casi 40% en junio- “para aprobar leyes es importante tener consensos en el Congreso”.
Ejecución necesaria
Pero las buenas voluntades no son suficientes para dinamizar la economía peruana. El Fondo Monetario Internacional, más pesimista que el Citibank, indicó en un informe emitido a finales de julio que “se espera que la mayor inversión pública genere más dinamismo en los próximos meses, con un crecimiento al final del año que sería de 2,7% y que luego se aceleraría a 3,8% en 2018”.
En este aspecto se resalta la vigencia de una “política contracíclica centrada en el ámbito fiscal a fin de abordar las necesidades de reconstrucción vinculadas con el fenómeno de El Niño”.
Jalil subraya que en Perú “no contábamos con los escándalos de corrupción de Odebrecht que afectaron proyectos costosísimos, el Gasoducto del Sur (de 7.300 millones de dólares) o el aeropuerto de Chinchero en Cusco (de 525 millones de dólares). Entonces, el tener que volver a licitar dilata de alguna manera los procesos”.
Y considera necesario que el Gobierno logre sacar adelante los proyectos. “Se tiene que empezar a ejecutar. Hay noticias positivas en el aeropuerto Jorge Chávez y la línea 2 del Metro de Lima. Parece que empieza a desempantanarse. Y parece que se dará sin inflación, que es una buena noticia”, pues su cálculo inflacionario es de 2,7% para 2017 y 2,3% para 2018.
“Tiene que haber una expectativa mucho más positiva en torno a la economía peruana”, afirma. Comparativamente, en la región, tanto Perú como Argentina “tienen una buena expectativa en materia de crecimiento” pero con tareas por hacer, reformas, “para que haya optimismo y se pueda ver ejecución en los proyectos”.