Daniel Gómez (ALN).- Se sabe que la izquierda en Latinoamérica recibirá un nuevo estímulo cuando se produzca la reunión entre Alberto Fernández y Andrés Manuel López Obrador. Pero el presidente electo de Argentina tiene otras prioridades en México. Entre ellas, reunirse “con la gente de Donald Trump” para “cuadrar las políticas con el FMI”, dice al diario ALnavío Mario Weitz, profesor en la escuela de negocios ESIC y consultor del Banco Mundial, quien agrega que en las reuniones EEUU pondrá una línea roja: Venezuela. “El único límite es Venezuela”.
La visita a México de Alberto Fernández está cargada de simbolismo.
Por primera vez el presidente electo de Argentina no inicia en Brasil los contactos internacionales. Lo cual es lógico por el poco ánimo del mandatario Jair Bolsonaro de entenderse con Fernández. Ya Bolsonaro le dijo que no asistirá a la toma de posición, y culpó a los argentinos de haber votado mal.
Pero este no es el único factor determinante.
En México gobierna un líder de izquierda: Andrés Manuel López Obrador. Socio ideológico de Alberto Fernández. Como se dice, el dirigente argentino busca establecer una alianza progresista en América Latina. Aquí es clave recordar la reunión que el próximo miércoles se celebra en Buenos Aires. El encuentro del Grupo de Puebla, en la que 30 políticos de izquierda y centroizquierda de Iberoamérica, entre ellos los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero de España, Ernesto Samper de Colombia, Dilma Rouseff de Brasil y Rafel Correa de Ecuador, buscan articular un ideario de políticas “progresistas” para Latinoamérica.
Sin embargo, el encuentro trasciende lo simbólico.
“La prioridad de Fernández de ir a México es para hablar con la gente de Donald Trump. Seguro que se reunirá con gente del Departamento del Tesoro estadounidense para cuadrar las políticas con el FMI [Fondo Monetario Internacional]”, explica al diario ALnavío el argentino Mario Weitz, profesor en la escuela de negocios ESIC de Madrid y consultor del Banco Mundial.
El sábado Alberto Fernández hizo pública la conversación que mantuvo con el presidente de Estados Unidos. “Recibí el llamado de Donald Trump, que me comunicó que instruyó al FMI para que trabajemos juntos para resolver el problema de nuestra deuda. Le agradecí por su importante gesto y le transmití mi intención de mantener una relación madura y cordial con los EEUU”.
El FMI le prestó a Argentina 56.000 millones de dólares. El dinero lo necesita Argentina para salvar la recesión y la inflación. Y eso lo sabe Alberto Fernández. Aunque también sabe que si quiere el apoyo de Washington tiene que cumplir una condición:
“El único límite es Venezuela. Seguro que Trump le ha dicho a Fernández que, si sigues siendo ambiguo, olvídate de la ayuda del FMI. Habrá que ver cómo juega ese tema en México”, agrega Mario Weitz.
“El único límite es Venezuela. Seguro que Trump le ha dicho a Fernández que, si sigues siendo ambiguo, olvídate de la ayuda del FMI. Habrá que ver cómo juega ese tema en México”, agrega Mario Weitz.
Hasta el momento, Alberto Fernández ha condenado a Nicolás Maduro por gobernar un régimen autoritario, aunque niega que sea una dictadura. La semana pasada también lanzó un mensaje envenado a Maduro agradeciéndole las felicitaciones por su triunfo electoral, pero advirtiéndole que el futuro de América Latina necesita democracias plenas. Y Venezuela no lo es.
¿Será suficiente esta postura para Donald Trump?
Si Alberto Fernández replica el modelo de México, este será el de la no injerencia en los asuntos externos de otros países y el de reclamar una solución política para el país. En campaña, el ahora presidente electo criticó a Mauricio Macri por, según Fernández, promocionar una invasión militar en Venezuela.
Lo cierto es que hasta el momento la postura de México respecto a Venezuela no le ha salido mal a López Obrador. De hecho, Trump mantiene que las relaciones con este mandatario fueron mejor que con el anterior, Enrique Peña Nieto. López Obrador también ha respondido a los reclamos de Trump, como es el de amortiguar en México la migración que viene de Centroamérica con controles más duros.
¿Por qué el peronismo de Alberto Fernández no se parece al de Cristina Fernández de Kirchner?
Si algo está claro es que Alberto Fernández nunca tendrá tan buena relación con Trump como la tuvo Mauricio Macri. Macri y Trump eran amigos personales.
También hay dudas sobre si Alberto Fernández actuará de forma independiente o estará influido por su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, amiga personal de Nicolás Maduro.
Mario Weitz también tiene dudas sobre este punto. Define a Alberto Fernández como un político moderado, pero dice que todavía es pronto para definir si actuará influido por Cristina Kirchner.
Lo que Mario Weitz tiene claro es que no habrá una vuelta al pasado. Al tiempo en que el kirchnerismo establecía negocios y alianzas con Nicolás Maduro, Rafael Correa y otros mandatarios de la izquierda latinoamericana.
“El populismo sirve con dinero. Ahora Argentina está en quiebra y no está ni Hugo Chávez ni el petróleo”, agrega el analista.
Fernando Mires, profesor emérito de Política Internacional en la Universidad de Oldenburg, Alemania, comparte esta tesis. “En aquella época existía el ALBA [Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América] y Hugo Chávez era un socio interesante para los Kirchner en materia de dinero y de petróleo. Hoy no es el caso”, dijo el académico a este diario.
El encuentro entre Alberto Fernández y López Obrador será este lunes. En la agenda también aparece una reunión con el empresario Carlos Slim, el hombre más rico de México.