Leticia Núñez (ALN).- El embajador argentino en España, Ramón Puerta, asegura que su país vive “con enorme preocupación” la crisis política, económica y social que padece Venezuela. En declaraciones al diario ALnavío, dice que son miles los venezolanos que llegan todas las semanas hasta Argentina, a pesar de los 6.000 kilómetros que separan ambas naciones, y pone cifra al éxodo venezolano en Argentina: “Cerca de 100.000”.
Argentina no escapa al éxodo venezolano, a la huida que emprenden cada día miles de ciudadanos para dejar atrás el hambre, el desempleo, la falta de esperanza y la inseguridad personal. “Miles de venezolanos llegan todas las semanas hasta Argentina, y eso que hay 6.000 kilómetros de distancia”, sostiene el embajador argentino en España, Ramón Puerta (Ver más: El éxodo venezolano no se parece a ningún otro por la rapidez y la causa).
En una entrevista con el diario ALnavío, Puerta cifra en unos 100.000 los venezolanos que habría en estos momentos en territorio argentino. Y aporta otro dato: “Sólo en lo que va de Presidencia de Mauricio Macri, es decir, dos años, las residencias legales aumentaron un 1.600%”. El embajador asegura que Argentina “trabaja para facilitar la llegada de estos hermanos” y defiende que “el único modelo de éxito [para resolver una crisis] es el de la paciencia y el diálogo”.
– ¿Cómo está viviendo Argentina la crisis de Venezuela?
– Con enorme preocupación. Que un país hermano, tan rico como Venezuela, donde tantas veces los argentinos fuimos a buscar consuelo porque dictaduras atroces en nuestro país llevaron a muchos hermanos a vivir a Venezuela, que los acogió con afecto, no es halagüeño. Miles de venezolanos llegan todas las semanas hasta Argentina, y eso que los dos países más lejanos de Suramérica son Venezuela y Argentina. Hay 6.000 kilómetros para llegar y llegan. No es fácil para una familia pobre llegar hasta Argentina, pero lo hacen. Por supuesto, muchos se quedan antes. Hay un millón de venezolanos en Colombia, cerca de 100.000 en Ecuador… Yo no tengo cifras oficiales, pero extraoficialmente me han dicho que con las últimas oleadas en Argentina estaríamos con unos números parecidos. Es para preocuparse. Es triste.
– Aunque es un caso distinto a los de Colombia y Brasil, que sí comparten frontera con Venezuela, ¿Argentina se plantea alguna medida adicional ante el éxodo venezolano?
– Al revés, facilitó los trámites. Argentina ha trabajado para facilitar la llegada de estos hermanos. Sólo en lo que va de Presidencia de Macri, es decir, dos años, las residencias legales aumentaron un 1.600%. Subió de 1.900 residenciales legales a casi 60.000 entre temporales y permanentes, según la última cifra de noviembre. Teniendo en cuenta que, en diciembre, enero y lo que va de febrero se ha acentuado, son los 100.000 que decía.
“El primer presidente de toda Iberoamérica que recibió Trump fue Macri”
– ¿Qué le parece la decisión de Perú de retirar la invitación a Nicolás Maduro para la Cumbre de las Américas?
– No puedo opinar sin tener detalles del tema, pero quiero creer, mi sentido común lo dice, que no es una decisión solamente de Perú. El anfitrión tiene que haber hablado con los otros invitados. Por ahí la lectura debe ser más amplia.
– ¿Cuán útil ve la presión que está haciendo la comunidad internacional en Venezuela?
– Tengo una gran duda. En el caso que se vivió en Cuba con la crisis de los misiles hubo toda una estrategia de aislamiento a posteriori para recibir cubanos. En la Guerra Fría, el éxito no estuvo dado en ningún bloqueo, sino en la paciencia. La paciencia dio como resultado que se cayó el muro de Berlín, que cayó la Unión Soviética y que el modelo de libertades y el modelo del pluralismo se extendió. Di dos ejemplos de dos manejos distintos. Me inclino por el de la paciencia y el diálogo. Puede existir una crisis enorme, pero el ser humano es inteligente y las crisis se resuelven desde adentro y no desde fuera. Cuando se quiere presionar con bloqueo, amenazas… yo no vi que tuviera resultado. En el pasado había invasiones, muertes, guerras… había potencias que ejercitaban la prepotencia y eso no fue bueno en la historia de la humanidad. Creo que el único modelo de éxito es el de la paciencia y el diálogo. Confiar en la inteligencia de los de adentro, que sabrán cómo resolverlo, y ayudarlos por supuesto.
– Con quien Macri sí se va a ver en la Cumbre de las Américas es con Donald Trump. ¿De dónde les viene la buena relación?
– El padre de Macri tuvo negocios que terminaron en conflicto con Donald Trump. Mauricio negoció con Trump resolver esos problemas. Negociar la disolución de una sociedad que no fue exitosa nunca es muy positivo para mantener las relaciones. Pero que se conocieron, se conocieron. Ya con Trump presidente y Macri presidente también mantienen, como no puede ser de otra manera, unas relaciones con base en un conocimiento de muchos años atrás. Macri era muy joven cuando negoció con Trump. Jugaron al golf, ahí no sé quién ganó. Conclusión: se conocían y ese conocimiento fue bueno porque la relación de ambos presidentes es buena. El primer presidente de toda Iberoamérica que recibió Trump fue Macri. No fue ni México, ni Brasil, ni España… países potencialmente de mayor dimensión poblacional o comercial. Trump recibió a su madre patria, Inglaterra, a Angela Merkel, a Canadá (socio de primer nivel), Israel y después Argentina. Se habrían peleado hace mucho tiempo, pero ahora lo privilegió.
– ¿Hoy cuán importante es Estados Unidos para Argentina?
– Es la primera potencia mundial. No es para Argentina sino para el mundo. Es distinto a la relación con España. Con España es una relación de iguales, un español en Argentina está en su casa y un argentino en España está en su casa. Potencialmente, hay momentos que nos toca estar un poco más arriba a nosotros y otros les toca a España. Pero hasta en población somos parecidos. El representante de España en Argentina es muy importante y el de Argentina en España también. Por lo menos es lo que me hace sentir a mí el Gobierno y el pueblo español.
– Hablando de amistades, se dice que fue usted quien animó a Macri a entrar en política…
– La verdad es que nos conocimos en la facultad. Los dos tenemos el mismo título. En política yo gobernaba Misiones. Él seguía siendo un empresario que me visitó y me apoyó durante 10 años yendo a votarme, no ocupando un cargo ni pidiéndome un cargo ni un negocio. Se le retiró de todo tipo de licitaciones de mi provincia por ser amigo y empezó a dar sus primeros contactos con la vida interna de la política. Pero la formación es propia de él, tan propia que cuando tuvo que hacer sociedad política lo hizo con mi oposición, que es el radicalismo, y no con nosotros que somos peronistas. Mauricio es dueño de su propio destino y es autor de un éxito que en poco más de 10 años lo llevó a presidente. Siempre digo que a mí me llevó 30 años llegar a presidente y duré tres días y Macri en 10 años ya lleva más de dos gobernando y tiene posibilidad de otro mandato. Es un hombre exitoso.