María Rodríguez (ALN).- Rogelio Núñez, profesor del Instituto de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), explica en una entrevista con el diario ALnavío que a toda la región le conviene dar “un espaldarazo” a Martín Vizcarra. Asegura que la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski no debería retrasar la Cumbre y sostiene que la clave estará en conocer el plan de Donald Trump para América Latina.
La renuncia de Pedro Pablo Kuczynski al cargo de presidente de Perú aviva la incertidumbre sobre qué se puede esperar de la próxima Cumbre de las Américas, prevista para el 13 y 14 de abril en Lima y en la que el tema central será la corrupción.
A este asunto se suman las incógnitas sobre si habrá ausencias entre los presidentes latinoamericanos más afines a PPK y si el mandatario estadounidense, Donald Trump, explicará si tiene -o no- un plan para la región. Cuestiones que destaca Rogelio Núñez, profesor del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), en esta entrevista con el diario ALnavío.
– ¿La renuncia de PPK podría retrasar la Cumbre?
– No debería, porque Perú es una figura importante, pero toda la organización no depende de él. Ya está preparado, hecho y no tendría por qué. A no ser que las circunstancias internas del país se complicaran. Pero yo creo que a nadie le conviene.
“El papel de Kuczynski a escala internacional e incluso a escala latinoamericana tampoco es tan decisivo”, afirma Núñez
– ¿Qué se puede esperar entonces de esta Cumbre?
– Cuál va a ser el desarrollo o los planteamientos de Donald Trump para la región. Ha habido un movimiento interesante de la Administración Trump como es excluir a varios países, entre ellos México y Brasil, de las barreras arancelarias que había impuesto al acero. En esto yo veo un claro guiño a la región, vamos a ver si lo mantiene o es una jugada coyuntural con vistas a la Cumbre. Por otro lado, con las elecciones de México, dependiendo de quién gane, las relaciones pueden tensarse aún más. Si gana Andrés Manuel López Obrador nos encontraríamos con una figura con unas características similares en cuanto a nacionalismo y proteccionismo al otro lado de la frontera, con consecuencias bastante complicadas de manejar.
– ¿Cómo cambia esta reunión de presidentes americanos sin Pedro Pablo Kuczynski?
– El papel de Kuczynski a escala internacional e incluso a escala latinoamericana tampoco es tan decisivo. Es verdad que había tenido un protagonismo bastante llamativo en todo lo referente a Venezuela y en su enfrentamiento con el gobierno de Nicolás Maduro, pero también es verdad que Perú no tiene un gran peso internacional. Su agenda es casi siempre más bilateral. Es verdad que con todo lo que ha ocurrido se repotencia el tema de la corrupción, pero los que van a llevar la voz cantante y tienen que llevar la voz cantante son otros países, primero las grandes potencias latinoamericanas, que son Brasil y México, evidentemente la presencia o no de Cuba y también de Venezuela. Y luego, quienes yo creo que van a tener un papel importante que jugar son tanto Sebastián Piñera (Chile) como Mauricio Macri (Argentina). Macri porque Argentina es un miembro del G-20 y no hay que olvidarlo, también porque tiene una agenda importante a escala latinoamericana, reforzada por la presencia de Piñera, con el que comparte una visión de la región bastante similar.
– El gobierno de Mauricio Macri aún analiza si el presidente acudirá o no a la Cumbre. ¿Cree que finalmente irá?
– Sí creo que va a ir porque entre otras cosas, a toda la región le conviene dar un espaldarazo al [nuevo] gobierno de Martín Vizcarra. Al final PPK ha caído por un escándalo de corrupción que llevaba arrastrando desde hacía mucho tiempo y ha dimitido.
– ¿Cómo puede afectar esa imagen a Perú?
– El desastre ya está hecho, no tanto por la Cumbre en sí como porque ha tenido que renunciar un presidente. Le ha pasado a él, pero en similares circunstancias también a los expresidentes peruanos Ollanta Humala, Alejandro Toledo y Alan García. Todos ellos están ahora mismo bajo la sombra de la corrupción.
“El desastre ya está hecho, no tanto por la Cumbre en sí como porque ha tenido que renunciar un presidente”, subraya Núñez
– ¿Tenía posibilidades Kuczynski de superar una segunda moción de vacancia si hubiese llegado al debate?
– Tras los vídeos [sobre el presunto pago de PPK por votos de la oposición para evitar la primera moción de vacancia] era bastante complicado. Para ser claro, la Presidencia estaba muerta. PPK es un presidente que ha estado maniatado desde el mismo día que tomó posesión, por errores propios, por supuesto, pero también por una oposición que le ha terminado maniatando. Eran ya dos años perdidos. Prácticamente el Gobierno no ha tenido margen de maniobra.
– ¿Qué pasará con Nicolás Maduro ahora que no está PPK?
– El protagonismo de Perú aún va a ser menor porque Vizcarra tiene mucho menos margen de maniobra. Por lo que se va sabiendo es un hombre poco dado a los enfrentamientos. La clave no está ahí. La región está virando hacia el centro-derecha, al menos hasta ahora, y Maduro está aislado regionalmente.