Leticia Núñez (ALN).- Un mes después de los comicios presidenciales en Honduras, marcados por las sospechas de fraude, el gobierno de Donald Trump felicitó a Juan Orlando Hernández por su reelección. Tras el anuncio, se precipitaron los acontecimientos. El candidato opositor, Salvador Nasralla, abandonó la Alianza Opositora y dio por finalizados sus esfuerzos por ser reconocido presidente electo. Los analistas hondureños lo tienen claro. “Final previsto. Se acabó”, dicen unos. “Banana republic, patio trasero, base militar, todo eso somos”, sostienen otros.
Primero fue la reelección inconstitucional del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández. Después, el pasado 26 de noviembre, llegaron las elecciones. Los resultados tardaron 22 días en conocerse. Al principio, el candidato opositor, Salvador Nasralla, lideraba el recuento con cinco puntos de ventaja. Pero llegó el apagón. Y para cuando se reactivó el conteo, Hernández había dado la vuelta al marcador. Las sospechas de fraude dejaron violentas protestas por todo el país. La crisis política estaba servida. Aunque, en realidad, Honduras no se había recuperado del golpe de Estado en 2009 contra Manuel Zelaya por intentar enmendar la Constitución para ser reelegido. Finalmente, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) terminó proclamando ganador a Hernández el 18 de diciembre. Cuatro días después, Estados Unidos le felicitó por la victoria.
“Felicitamos al presidente Juan Orlando Hernández por su victoria en las elecciones presidenciales del 26 de noviembre, según lo declarado por el Tribunal Supremo Electoral”, dijo el comunicado del Departamento de Estado.
Con este anuncio llegó la catarata de reacciones. “Final previsto. Se acabó”, sostiene el periodista hondureño Carlos Dada en un análisis publicado en el periódico El Faro. Final porque el escueto comunicado emitido por el gobierno de Donald Trump es más que una simple felicitación. Washington había hablado y los efectos no tardaron en notarse. El principal fue que el opositor Nasralla dio por finalizada la Alianza de Oposición contra la Dictadura. Se acabaron sus esfuerzos por ser reconocido como presidente electo.
También se terminan, según dice Dada, las solicitudes de la Organización de Estados Americanos (OEA) de repetir “una elección irregular y amañada” y las de la Unión Europea, “cuya misión de observadores también encontró suficientes irregularidades como para desconocer el resultado. Fuera todos”.
Para Jennifer Ávila, periodista hondureña en el diario digital Contra Corriente, “las declaraciones de derrota de Nasralla sólo ratifican que un tuit del Departamento de Estado de EEUU es más determinante que las mismas elecciones”. Después, agregó en su cuenta de Twitter: “Banana republic, patio trasero, base militar, finca, todo eso somos menos un país democrático”.
Las declaraciones de derrota de @SalvadorAlianza solo ratifican que un tweet del departamento de estado de EEUU es más determinante que las mismas elecciones. Banana republic, patio trasero, base militar, finca, todo eso somos menos un país democrático. Foto de @laeradenemo pic.twitter.com/XfQ3tRj3Re
— Jennifer Avila (@jenalear) 22 de diciembre de 2017
Y es que Nasralla abandonó el partido alegando que su “contrato como candidato” había terminado después de la decisión de EEUU de reconocer a Hernández como ganador de las últimas elecciones, pese al “fraude descomunal” que se había producido. Tiró la toalla. Dijo que “es una causa perdida”. Y todo tras el comunicado del gobierno de Trump.
Esto es algo en lo que insiste Dada en El Faro. “Ya antes habían reconocido a Hernández los Gobiernos de Guatemala, Colombia, Israel y México. Pero nadie en Honduras parpadeó. Nada, nada es tan determinante en Honduras como la palabra de Estados Unidos. Y tanto que, apenas una hora después del comunicado, y con la gente aún en las calles protestando un fraude, Salvador Nasralla se dio por vencido”.
“Nada, nada es tan determinante en Honduras como la palabra de EEUU”, dice Carlos Dada
El opositor intervino en el programa de televisión HCH y lo dejó claro: “Con la decisión de Estados Unidos yo quedo fuera de escena. Yo no tengo partido político… Allí ya le corresponde al partido libertad y refundación con su líder Manuel Zelaya”. Por su parte, Zelaya lamentó la decisión, pero aseguró que la respeta. “No tengo ofensas contra Salvador. Es una persona mediática y hay que entenderla”, dijo, según recoge Notimérica.
Nasralla hizo “corresponsable” a EEUU de “las violaciones a los Derechos Humanos que siga cometiendo el ilegal régimen de Juan Orlando Hernández” y, tal como recoge Europa Press, recordó que su continuidad en el cargo ya ha costado “valiosas vidas humanas por defender la voluntad popular expresada en los votos”.
Asimismo, advirtió que este paso tendrá “graves consecuencias” tanto para Honduras como para Estados Unidos y más concretamente auguró que provocará “una gran oleada de inmigrantes” hondureños hacia territorio norteamericano.
Honduras también reconoce a Jerusalén como capital de Israel
Las consecuencias de la felicitación del Ejecutivo estadounidense a Hernández no quedan ahí. Honduras, junto con Guatemala, han sido dos de los nueve países que se han posicionado del lado de EEUU y han reconocido a Jerusalén como capital de Israel. Los 184 Estados restantes que componen la Asamblea General de Naciones Unidas votaron en contra. Trump anunció el pasado 6 de diciembre que trasladaría de Tel Aviv a Jerusalén la embajada estadounidense, rompiendo con décadas de política exterior.
En 2016, Honduras recibió 127 millones de dólares de Estados Unidos
Parece que la amenaza de Washington de que iba a “tomar nota” de aquellos países que votaran en su contra y tomarlo muy en cuenta a la hora de renovar cualquier ayuda financiera podría haber surtido efecto en Tegucigalpa.
Juan Orlando Hernández tiene en EEUU su principal valedor de inversión extranjera directa. Según datos de la agencia de cooperación estadounidense, recogidos por BBC Mundo, Honduras recibió 127 millones de dólares en 2016, siendo el cuarto mayor beneficiario en toda América Latina. Aunque la ayuda económica es importante, lo es más el apoyo político de Washington a un cuestionado Hernández.