Daniel Gómez (ALN).- La industria del videojuego ingresó 1.530 millones de euros en 2018. La del cine 585 millones. La de la música grabada 237 millones. Ni en conjunto, sumando 822 millones, el cine y la música se aproximan a la facturación generada por los videojuegos.
¿Son los videojuegos cosa de niños? ¿Son sólo cosa de hombres? ¿Son sólo para adolescentes? No. De hecho, en opinión de la Asociación Española de Videojuegos (AEVI), el Estado debería tener en cuenta a este sector ya que contribuye al entretenimiento, la economía, la cultura y hasta la salud.
“Estamos ante un sector absolutamente asentado en España, donde hay ya casi 17 millones de gamers [jugadores]. El videojuego, además de un formidable producto de entretenimiento, está cada vez más reconocido entre los españoles como un instrumento elemental en la nueva etapa de revolución sanitaria, cultural, educativa y empresarial. La industria pasa por un buen momento, con un crecimiento continuado de la facturación y desde la Administración se entiende cada vez más la necesidad de desarrollar la industria local y facilitar las inversiones internacionales: lo que sigue suponiendo el principal reto de nuestra industria para afrontar el futuro”.
Eso dice el director general de la AEVI, Alberto Lorca, en el informe sobre la industria del videojuego que acaba de presentar la asociación en Madrid. Un documento en el que colaboraron los ministerios de Cultura y Comercio y que muestra cifras impactantes.
Quizá lo más relevante sea la fuerza económica de este sector. El videojuego ingresó en España 1.530 millones de euros en 2018. 700 millones de euros más de lo que facturaron en conjunto ese mismo año las industrias del cine y la música grabada, 584 millones y 237 millones respectivamente.
De 2017 a 2019, la industria del videojuego ha incrementado los ingresos 12,6%. El comercio online ha sido clave en este desarrollo, pues sumó un total de 680 millones de euros en el ejercicio.
Pese a que los espacios digitales crecen con velocidad, la industria del videojuego también tiene tirón en los comercios tradicionales. En el mercado físico la facturación ascendió a 849 millones de euros. Cabe destacar que una parte de ese dinero, en concreto 130 millones, sale de aquellos jugadores que compran accesorios relacionados con la industria.
Por números, se vendieron 8,6 millones de videojuegos, 1,3 millones de videoconsolas y 4,4 millones de accesorios en 2018. En ese año la cifra de jugadores también superó la barrera de los 16 millones. Un total de 16,8 millones de jugadores, de los cuales 41% son mujeres.
“Los datos que presentamos vienen a poner de relieve un sector en continuo crecimiento, que además de ser una gran plataforma creativa y de entretenimiento, contribuye decisivamente al desarrollo tecnológico, fomenta la creatividad y genera miles de puestos de trabajo de calidad, con un peso cada vez mayor en nuestra economía”, agregó en el informe el presidente de la asociación.