Daniel Gómez (ALN).- Un código. Cuadrado. Negro. Similar al código QR, pero con franjas más grandes y de colores. Azul, magenta y amarillo. Los colores de la impresora. Un código que, a diferencia del QR, no necesita ser enfocado por el móvil. Que se puede leer a 20 metros de distancia. Que trasmite información. La organiza. La traduce. ¿Se lo imaginan? No hace falta. Lo ha inventado la empresa española Neosistec. Se llama NaviLens. Y lo que empezó como una solución para personas con discapacidad visual, ahora está dispuesto a sentar una revolución.
“El proyecto fue una solución para el guiado autónomo de personas con discapacidad visual, pero creemos que puede ser una señal de proyección mundial”, dice al diario ALnavío el director de NaviLens, Javier Pita.
NaviLens es un sistema de guía para personas con discapacidad visual desarrollado por ingenieros de la Universidad de Alicante y la empresa española de aplicaciones Neosistec. La semana pasada recibió, entre otras 200 empresas venidas de Europa y Latinoamérica, el premio a la idea más innovadora en el área del tráfico y la movilidad por parte de la Fundación Mapfre
NaviLens es un código. Como los conocidos QR, pero con una base negra y franjas azules, magenta y amarillas. “Son los colores de la impresora. Ahí reside parte de la magia”, dice Pita.
La magia es que este código se puede leer sin necesidad de ser enfocado por la cámara del móvil. En “milisegundos”, a distancias de hasta 20 metros, el algoritmo de visión artificial de NaviLens lo detecta.
Esto sin duda es una gran ventaja para las personas ciegas, incapacitadas para leer un QR. Con NaviLens les basta con colocar el teléfono en la dirección correcta para que este desencripte la información.
En el Metro de Barcelona y en la Estación de Atocha en Madrid NaviLens ya está operativo. Pronto también lo estará en Estados Unidos y en otros lugares de Europa, dijo Pita sin revelar más detalles.
NaviLens también permite crear códigos personalizados. “Esto puede ser muy útil para que las personas con discapacidad visual organicen sus archivos: la documentación, las escrituras de la casa, el seguro del coche…”.
Pero la aplicación trasciende a los ciegos. “Es una magnífica herramienta para descifrar carteles. Nosotros en España sabemos guiarnos con nuestras señales. ¿Pero en Japón? Acaso sabemos cómo funcionan los carteles allá. ¿Y si no leemos japonés? ¿Cómo sabemos a dónde vamos? Nuestro código también funciona como una herramienta de Babel en 24 idiomas”.
Por funciones así Javier Pita está convencido de que NaviLens no tiene límites. Que puede sentar una revolución. “No conocemos ninguna idea parecida en el mundo”, dijo. “Además, contamos con la patente mundial. La industria de los códigos es complicada. El código de barras se inventó en los años 50 en EEUU. El QR en 1994. Han pasado 25 años, y el código QR sigue siendo la tendencia. ¿Y si el NaviLens es siguiente y se inventa en España?”