Antonio José Chinchetru (ALN).- De los siete candidatos a presidir el PP tan sólo Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal y Pablo Casado tienen opciones de alzarse con la victoria. De José Ramón García-Hernández se espera cierto protagonismo como dinamizador del debate, mientras que los otros tres no generan interés en las filas populares. Las estrategias de campaña ya están definidas, y son muy diferentes unas de otras.
La competición por presidir el Partido Popular en sustitución de Mariano Rajoy es nominalmente entre siete, el número de aspirantes que han presentado la candidatura para el cargo. Sin embargo, tan sólo tres de ellos parecen tener opciones reales de lograr la victoria. Se trata de Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal y Pablo Casado. De José Ramón García Hernández, los populares esperan que juegue un papel dinamizador del debate. De José Manuel García-Margallo, José Luis Bayo y Elio Cabanes no se anticipa protagonismo alguno.
Soraya Sáenz de Santamaría, experiencia de Gobierno
La exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, va a utilizar como principal argumento en la campaña interna del PP precisamente el cargo que ocupó en el gabinete de Mariano Rajoy, según dijeron varias fuentes populares a ALnavío. También presentará como un punto favorable para ella el hecho de haber sido portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados en la época en la que el socialista José Luis Rodríguez Zapatero estaba en La Moncloa. La idea central que quieren mostrar ella y su equipo es que es la única que tiene experiencia en las más altas responsabilidades tanto en el Ejecutivo como en la oposición.
Sáenz de Santamaría es la que va a hacer un mayor hincapié en que el futuro líder del PP va a ser candidato a presidente del Gobierno
De todos los aspirantes, es la que va a hacer un mayor hincapié en que el futuro líder del PP va a ser candidato a presidente del Gobierno. La suya va a ser casi más una precandidatura a las elecciones generales que una candidatura a los comicios internos del PP. Abogada del Estado de profesión, va a tratar de mostrar que es la que mejor conoce el funcionamiento de la administración pública, algo importante para quien aspira a llegar a La Moncloa. Va a cuidar un perfil casi de tecnócrata, con lo que esto implica de vacío de contenido ideológico. De hecho, dijeron fuentes populares, si en algún momento trata de mostrar algo en el terreno de las ideas “serán más cercanas a la socialdemocracia que a valores más típicos en el seno del PP”.
Como De Cospedal, está librando la batalla por ganar apoyo dentro del aparato y, en especial, en los niveles más altos de este. Aunque, una vez abierta la campaña para las primarias en las que votarán las bases, tratará de acercarse a las bases. Intentará, como el resto de los candidatos, mostrarse como una opción renovadora dentro del PP. Pero lo tiene difícil, puesto que ella y la otra aspirante femenina son las más identificadas con el expresidente del Gobierno (Ver más: En la batalla del PP, Sáenz de Santamaría y Cospedal cargan con el peso muerto de Mariano Rajoy).
María Dolores de Cospedal, dominio del aparato
Si el punto fuerte que va a tratar de potenciar Sáenz de Santamaría es su experiencia en el Gobierno, su enemiga íntima va a apostar a que es quien mejor conoce por dentro la formación. Es una apparátchik pura. Como secretaria general del PP y líder de la formación en Castilla-La Mancha, sabe manejar los hilos internos del aparato y es algo que va a tratar de utilizar contra el resto de los aspirantes en general y contra la expresidenta del Ejecutivo en particular. Ambas mujeres son, de hecho, las que mayores esfuerzos han hecho por lograr apoyo público de altos cargos de la organización.
En el PP no dudan que De Cospedal va a tratar de manejar las estructuras partidistas a su favor
Las fuentes consultadas por este diario no dudan que va a tratar de manejar las estructuras partidistas a su favor, y tampoco esperan de ella una fuerte apuesta por presentar ideas. En eso, el parecido con la otra mujer que compite por suceder a Rajoy es evidente. Lo que sí va a impulsar es la imagen de que es la única de los candidatos que hasta ahora ha llevado, como cabeza de cartel, al partido a la victoria en unas elecciones. De hecho, ya ha destacado en varias ocasiones que en 2011 logró la Presidencia del Gobierno autonómico de Castilla-La Mancha, una región que hasta entonces había sido un feudo indiscutible del PSOE. También tiene experiencia en el Ejecutivo nacional, en el cargo de ministra de Defensa, entre noviembre de 2016 y junio de 2017.
Aunque, como todos sus rivales, quiere mostrarse como la opción renovadora, va a tener difícil convencer de ello. En opinión de un exdiputado del PP expresada a ALnavío, “parece una señora antigua, lejos de los tiempos modernos”. A esto se une que ha sido la mano derecha de Rajoy en el PP, “y eso es algo que tienen presente todos los militantes”, señalan diversas fuentes.
Pablo Casado, el candidato más viajero
El otro aspirante que tiene opciones de victoria es el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado. Mientras que las dos mujeres competían por lograr apoyo público de altos cargos de la formación, él se centraba en lograr avales y acercarse a los militantes. Fuentes populares dijeron a este diario que es el que está viajando más para hablar con afiliados. “Visita cuatro provincias al día”, relataron.
De los tres candidatos favoritos, Casado es el que tiene más fácil presentarse como la esperanza de renovación
De los tres candidatos favoritos es el que tiene más fácil presentarse como la esperanza de renovación. “La estrategia es mostrarle como el Albert Rivera del PP. Es joven, guapo, habla bien, tiene ideas más o menos liberales y las defiende con claridad”, destacaron. Mientras que de sus dos grandes rivales no se esperan grandes aportaciones en el terreno ideológico y de las propuestas, con Casado ocurre lo contrario. “Se mueve muy bien en ese terreno, y tiene la preparación para hacerlo”, dicen desde las filas populares.
Sin embargo, presenta un gran problema. Las dudas sobre su currículum académico juegan en su contra. Se está investigando si logró la licenciatura universitaria y el máster de forma irregular, en una derivada del escándalo que salpicó a la expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes. “Aunque al final se demostrara que no hizo nada ilegal dará igual, el hecho de que exista el riesgo de que un juez pueda llamarle por este asunto mancharía su imagen de forma definitiva”, señalaron varias fuentes. No se descarta, de hecho, que desde alguna de las otras candidaturas se trate de incentivar que los medios de comunicación hagan hincapié en esta cuestión.
José Ramón García Hernández, el dinamizador de ideas
El secretario ejecutivo de Relaciones Internacionales del PP, José Ramón García Hernández, cuenta con muchas menos posibilidades que cualquiera de los tres rivales de mayor peso. Sin embargo, desde diferentes sectores de la formación han dicho a ALnavío que puede jugar un papel importante en la campaña como dinamizador del debate. “Intelectualmente es muy potente, y es el mejor preparado para presentar batalla en el terreno de las ideas”, dicen desde el ámbito parlamentario. Distintas fuentes populares han dicho que el único que puede entrar a competir con él en ese terreno es Casado, que también se siente cómodo en este tipo de debate.
García Hernández va a tratar de captar el voto más conservador dentro del partido, con guiños a otros sectores
Desde círculos distintos al de su campaña comentaron que el objetivo de García Hernández es “lograr 4% o 5% de los votos y después pactar con quien gane”. Si Casado muestra un perfil más moderno y próximo a ideas liberales, García Hernández va a tratar de captar el voto más conservador dentro del partido. Eso no significa que renuncie a hacer ciertos guiños a otros sectores, sobre todo con propuestas más liberales en materia económica. Alguna fuente no descarta que en algún momento se produzca “una convergencia” de ambos. Los dos son diputados por Ávila y tienen una buena relación personal.
Otro punto fuerte de García Hernández es la cercanía en el trato personal. Desde los distintos ámbitos populares destacan su gran simpatía y su sentido del humor. Esto le lleva incluso a bromear sobre sí mismo y su candidatura. “Por fin sabrán quién coño es Joserra (apelativo cariñoso con el que le conocen sus amigos y que está usando en la campaña)”, llegó a decir en tono jocoso en una entrevista concedida a la emisora radiofónica Onda Cero.
Los otros candidatos
De los otros candidatos no se espera que presenten mucha batalla en la contienda interna del PP. Fuentes del partido dijeron a ALnavío que “José Manuel García-Margallo se presenta sólo para fastidiar a Soraya Sáenz de Santamaría. Es una cuestión de inquina personal. No perdona que ella haya tenido más poder que él, que se considera a sí mismo como el más listo de todos”.
La valía intelectual de García-Margallo es un punto fuerte. Pero juega en su contra que “siempre quiere demostrar que es el más inteligente y el que más sabe de todos”, según comentan las fuentes. También ironizan con el hecho de que ahora se presente como una opción renovadora. “Con 74 años de edad y ocupando cargos políticos desde 1977 (cuando se sentó por primera vez en el Congreso de los Diputados) no resulta creíble”, comenta una fuente.
Sobre los otros dos candidatos, José Luis Bayo y Elio Cabanes, la opinión generalizada es que no van a jugar ningún papel en la campaña.