Oscar Medina (ALN).- El puerto de Barcelona será el punto de salida del Symphony of The Seas, el gigantesco crucero que surca los mares con una impresionante oferta de lujo, confort, diversión y propuestas gastronómicas de alto nivel como las de los célebres chefs Jamie Oliver y Michael Schwartz. Por estas fechas pasea por el Mediterráneo y al volver el invierno se muda a Miami. En la construcción se emplearon 500.000 piezas, lo que equivale a 27 veces la cantidad utilizada para la Torre Eiffel.
Tiene capacidad para albergar a 6.680 pasajeros, es considerado ya el barco de crucero más grande del mundo y este verano el puerto de embarque es Barcelona: se trata del Symphony of The Seas, la más reciente novedad de la compañía Royal Caribbean International, un coloso de placer y diversión concebido especialmente para las familias viajeras.
La presentación oficial fue el pasado 27 de marzo en Málaga, España, donde atracó proveniente de Francia, para luego partir a Barcelona, desde donde arrancó su viaje inaugural de cinco días el 31 de marzo hasta Nápoles y Cittavecchia, en Italia. Tras ese paseo de estreno, el programa regular es de siete días por el Mediterráneo, con paradas en Palma de Mallorca, Marsella (Francia), La Spezia, Nápoles y Citavecchia (Italia) hasta octubre. A partir de allí, el gigante se muda a Miami para desarrollar sus rutas por el Caribe, Bahamas y Bermuda, que se extenderán durante 2019 y 2020.
Todo lo que se refiere al Symphony of The Seas es descomunal: pesa 230.000 toneladas brutas, tiene 362 metros de eslora, más de 72 metros de altura; posee cuatro motores que le permiten desarrollar 22 nudos de velocidad; en su construcción se emplearon 500.000 piezas, lo que equivale a 27 veces la cantidad utilizada para la Torre Eiffel, y sus servicios y facilidades internas son como el sueño de la ciudad perfecta hecha realidad.
Goce infinito
El barco cuenta con 2.759 habitaciones, repartidas entre 18 cubiertas y siete “vecindarios”. Los camarotes, de acuerdo con la compañía, fueron diseñados para lograr un “nuevo nivel”: destacan las Suites Familiares, pensadas para la “felicidad” de los niños y que incluyen hasta un tobogán para descender del dormitorio de los pequeños. La Suites Royal tienen tres niveles y están promocionadas como espacios de verdadero lujo y confort. Las habitaciones más sencillas tienen un sistema de “balcones virtuales” que consisten en pantallas LCD que transmiten imágenes en tiempo real de la travesía marítima. Y las Ultra Spacious Ocean View son las más grandes, con 25 metros internos y ocho metros de balcón al aire libre.
En materia culinaria la oferta del Symphony es soberbia: 20 restaurantes con más de 300 tipos de menús. Despunta entre ellos el Jamie’s Italian, del muy celebrado chef Jamie Oliver, especialista en cocina italiana. También el Hooked Seafood, con una propuesta de platos del mar al estilo de Nueva Inglaterra; y el 150 Central Park, a cargo del laureado chef Michael Schwartz, ganador del premio James Beard. En cuanto a bares, el gran atractivo lo constituye el Bionic Bar, atendido por robots programados para hacer los mejores cocteles, algo nunca antes visto en alta mar.
Esta fantasía flotante cuenta en total con 66.000 metros cuadrados dedicados a la gastronomía y al ocio. Y es mucho lo que hay: piscinas, enormes toboganes de agua, patinaje sobre hielo, canchas deportivas, paredes de escalada, piscinas con olas para el surfing, parques y atracciones infantiles, solarium, spa, tiendas, salones de videojuegos, tirolina, experiencias interactivas de alta tecnología y espectáculos como Hairspray, ganador de ocho premios Tony, y hasta la posibilidad de jugar a ser James Bond ante la ruleta y el póker del Casino Royale. Y esto, por supuesto, no es todo.