Redacción (ALN).- El turismo es el motor económico de las Islas Galápagos. Por culpa del covid, cada vez reciben menos visitantes y sus ingresos han recibido un duro golpe. Esto impacta directamente en las acciones de sus habitantes contra el plástico. Sin recursos no pueden hacer frente a los desafíos medioambientales de las islas.
El presidente del Consejo de Gobierno de las Islas Galápagos en Ecuador, Norman Wray, advierte que sus habitantes se están quedando sin recursos.
“El impacto mundial sobre el turismo por el covid-19 ha afectado de manera radical la economía de todos aquí. Un 85% de nuestra actividad económica depende de manera directa o indirecta del turismo. Tuvimos 275.000 turistas en el 2019, y hubo una disminución de un 75% este año. Estamos en un proceso de reactivación lento”, aseguró en una rueda de prensa virtual reseñada este martes por la agencia de prensa de la ONU.
En cierto modo, Wray es optimista porque en septiembre las cifras de turistas se recuperaron levemente. Pero no es suficiente.
“Son cifras mensuales mucho menores a las del año pasado, así que eso refleja con gravedad la situación que tenemos. Los habitantes están teniendo graves problemas de ingresos”, agregó.
Para ayudar a estos ecuatorianos, desde Naciones Unidas han lanzado la iniciativa “Salvemos las Islas Galápagos: Empoderar a su gente”.
Este proyecto busca donaciones. Al menos 100.000 dólares. Dinero que será invertido en la comunidad a través de oportunidades de empleo y también por medio de proyectos. Iniciativas que protejan la biodiversidad de la segunda reserva marina más grande del planeta.
La lucha contra el plástico
“Invertir en la gente es invertir en la conservación, esto es muy importante. Tenemos que aprender de la pandemia todo esto que nos ayudará también a ser más fuertes frente a los impactos del cambio climático que se nos viene, o ya está aquí mejor dicho”, dijo Norman Wray.
Aquí es donde el plástico cobra un papel importante. La falta de ingresos también impacta en las labores que realizan empresas locales y ONGs para evitar la contaminación de las aguas.
Por las corrientes marinas, las islas reciben plásticos y microplásticos procedentes de Indonesia, Filipinas, Taiwán, España, México, Perú y otras partes del mundo. Estos residuos contaminan sus playas y amenazan los ecosistemas.
Con la iniciativa de Naciones Unidas, Wray espera que las actividades de limpieza, en su mayoría voluntarias, se puedan reactivar.
Existe “la comprensión clara de que allí también puede generarse un ingreso y un compromiso, en el marco de ir generando las bases para un sostenimiento social y ambiental y quizá en el futuro de Galápagos de ir disminuyendo nuestra dependencia del turismo que siempre existirá, pero articulando y potenciando aquellas cosas que van a contrarrestar los retos de la comunidad y el impacto ambiental”, apuntó Wray.
Un proyecto de 3 fases
“Salvemos las Islas Galápagos: Empoderar a su gente” es un proyecto que se divide en tres fases. Su gran objetivo es dar oportunidades y formación a las personas mientras recuperan una economía mermada por la pandemia.
La primera fase consiste en apoyar a la gente entregándole dinero a cambio de trabajo. Trabajo que contribuya a limpiar y proteger los ecosistemas. Se estima que alrededor de 90 guías locales del Parque Nacional recibirán apoyo financiero.
La fase dos, que comenzará en enero de 2021, invita a la comunidad de Galápagos a participar en un proceso de pago por capacitación. Quienes participen “recibirán un salario mientras reciben orientación en formación de empresas verdes y otros temas de desarrollo sostenible”.
La tercera y última fase quiere fomentar las capacidades empresariales de la comunidad. El enfoque estará destinado en el emprendimiento de proyectos verdes. Los mejores recibirán un financiamiento para salir adelante.