Leticia Núñez (ALN).- Carlos Alvarado, del gobernante Partido de Acción Ciudadana, se impone con 60,8% de los votos al evangélico Fabricio Alvarado y será el presidente más joven de Costa Rica en los últimos 124 años. En tres de los cuatro países de América Latina que han celebrado elecciones en los últimos meses ganó la continuidad: Ecuador, Honduras y Costa Rica. Sólo Chile cambió.
Se repite la historia de 2014 en Costa Rica. Carlos Alvarado, del gobernante Partido de Acción Ciudadana (PAC) ganó este domingo la Presidencia de Costa Rica frente al cantante evangélico Fabricio Alvarado, del Partido Restauración Nacional (PRN). Lo hizo pese a estar por detrás en la mayoría de las encuestas. Dio la sorpresa en la primera vuelta, cuando los sondeos le situaban en quinto lugar, y ha dado la sorpresa en el balotaje tras revertir el resultado que pronosticaban todas las mediciones.
En los pasados comicios presidenciales sucedió algo similar. Entonces, el candidato era Luis Guillermo Solís, el actual mandatario. Los sondeos le situaban en cuarto e incluso en quinto lugar. Sin embargo, subió de manera contundente en los últimos días antes de la votación. Terminó adelante en la primera vuelta y después ganó en la segunda frente a Johnny Araya, del Partido Liberación Nacional (PLN).
Es lo que Juan Carlos Hidalgo, analista de políticas públicas sobre América Latina en el Cato Institute de Washington, califica como el “fenómeno PAC”. En declaraciones al diario ALnavío, Hidalgo señala que entre las fortalezas de Alvarado destaca que es “una cara nueva, fresca” y que “ha sido muy hábil para hacer propios los que son percibidos como logros del Gobierno y en desmarcarse de los muchos errores del Gobierno”, como el Cementazo, el mayor escándalo de corrupción en la historia del país.
“Carlos Alvarado ha sido muy hábil para hacer propios los que son percibidos como logros del Gobierno”
De esta manera, el PAC hace historia al cosechar dos victorias de manera consecutiva. Si en 2014 Solís se convirtió en el primer presidente que llegó al poder al frente de un partido político emergente, ahora la tendencia se afianza. Es el golpe definitivo al bipartidismo en un país con una de las mayores estabilidades políticas de América Latina y el Caribe.
Las dos principales fuerzas, el Partido de Liberación Nacional (PLN) y el Partido de Unidad Social Cristina (PUSC), que se alternaron en el poder en Costa Rica de 1949 a 2014, quedaron sin opciones en la primera ronda (Leer más: Costa Rica entierra décadas de bipartidismo con unas elecciones atípicas). Ahora, Carlos Alvarado, el candidato oficialista más joven desde el siglo XIX, periodista y aficionado al rock y al béisbol, promete “trabajar de forma ardua por el país” para “avanzar hacia el progreso”.
En su cuenta de Twitter, Alvarado también señaló que se volcará a “reducir las desigualdades. Les digo que sí podemos salir adelante”. Tras afirmar que hereda “una maravillosa Costa Rica, sin ejército, con paz y con democracia”, agregó: “Llevaré un gobierno para todas y todos. Que cobije a todas las personas, sin ningún distingo”.
Por su parte, Fabricio Alvarado, quien hizo de los valores cristianos y la defensa de la familia tradicional el punto fuerte de su discurso, reconoció la victoria de su rival. “Le reitero que puede contar con nosotros, también amamos a Costa Rica”, expresó en Twitter.
La victoria de Carlos Alvarado llega en un país polarizado entre quienes están a favor del matrimonio homosexual y quienes se oponen. El fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que obligó a los países miembros a reconocer plenos derechos a las parejas del mismo sexo dio un vuelco a la campaña.
De hecho, fue a partir del 9 de enero cuando se disparó la popularidad de Fabricio Alvarado. Con “un discurso incendiario”, según Hidalgo, el evangélico pasó de tener 3% de apoyos a ganar la primera vuelta con 24,8% de apoyos. El conservadurismo religioso pisó la arena política como nunca antes (Ver más: Las iglesias evangélicas se lanzan a la conquista de los votos en América Latina). El líder del PRN amenazó con sacar a Costa Rica del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, al denunciar que la CIDH violenta la soberanía del país y amenaza los valores de la familia tradicional.
En Ecuador y Honduras también ganó la continuidad
Con este triunfo del oficialismo, Costa Rica se suma a lo sucedido en tres de las últimas cuatro elecciones dentro del “bienio decisivo” que vive América Latina, con 14 elecciones en dos años, tal como explicó al diario ALnavío Carlos Malamud, investigador principal del Real Instituto Elcano. Y es que tanto Ecuador como Honduras y ahora Costa Rica han apostado por la continuidad.
En febrero del año pasado, Ecuador eligió a Lenín Moreno, el candidato del expresidente Rafael Correa, frente al opositor Guillermo Lasso. Después, en diciembre, los hondureños se decantaron por el presidente Juan Orlando Hernández entre denuncias de fraude por parte de la oposición. La Organización de Estados Americanos (OEA) solicitó incluso que se repitiesen los comicios. Sólo Chile optó por el cambio, al escoger al conservador Sebastián Piñera tras finalizar el segundo mandato de la socialista Michelle Bachelet (Ver más: El monopolio presidencial de Bachelet y Piñera en Chile).