Redacción (ALN).- El índice de precios al consumidor (IPC) de Argentina registró en octubre un alza interanual del 52,1 % y del 3,5 % en comparación con septiembre, conservando una tendencia al alza, aunque las proyecciones privadas auguran una leve desaceleración para el resto de 2021.
Según los datos difundidos este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el índice de precios al consumidor (IPC) anotó en octubre un incremento interanual del 52,1 %.
Asimismo, los precios acumularon en los primeros diez meses del año un alza del 41,8 %, superando la inflación total del año pasado, cuando alcanzó el 36,1 %.
Los alimentos y bebidas no alcohólicas continúan siendo los segmentos “con mayor incidencia” en todo el territorio argentino, con un acumulado anual del 41,2 %, mientras que a nivel mensual avanzó hasta el 3,4 %.
Por otro lado, las categorías de prendas de vestir y calzado (5,1 %) y salud (4,7 %) tuvieron el máximo incremento mensual en octubre pasado y en lo que va de año acumulan un alza del 51 y 47,5 %, respectivamente.
Con el objetivo de frenar el avance del precio de los alimentos, el Gobierno del peronista Alberto Fernández ordenó a principios de octubre un congelamiento de los precios de más de 1.400 productos de la denominada «canasta básica» hasta el próximo 7 de enero.
Sacando la hiperinflación de Venezuela, la de Argentina es, por lejos, la más alta de la región.
La tercera economía de América Latina tiene casi cinco veces más inflación que el país más grande de la región, Brasil (11,1%) y más de ocho veces la de la segunda economía, México (6,2%), de acuerdo a lo que indican los Índices de Precios al Consumidor de octubre en esos países.
Se repite la historia
Vivir con inflación alta no es nada nuevo para los argentinos.El peor fue la hiperinflación de 1989, cuando los precios subieron más del 3000%, llevando a la caída del gobierno de Raúl Alfonsín, que había asumido tras el retorno de la democracia, y a la adopción del peso, que aún se utiliza hoy.
En la década de 1990, la llamada «convertibilidad» -que ató la moneda local con el dólar- hizo que la inflación desapareciera, pero concluyó de manera catastrófica con el «corralito» sobre los depósitos bancarios en diciembre de 2001, que terminaría provocando violentas protestas y la renuncia del presidente Fernando De la Rúa.
Esa crisis económica y política de comienzos de este siglo reabrió el ciclo inflacionario, que se empezó a acelerar nuevamente durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2011-2015), y superó la barrera del 50% al final del mandato de Mauricio Macri (2015-2019).
Por qué tan alta
Los economistas ortodoxos, que son mayoría, afirman que la razón de fondo es sencilla: el país sistemáticamente gasta más de lo que debería.
Las estadísticas lo muestran con claridad: en los últimos 60 años, solo hubo 6 sin déficit fiscal (entre 2003 y 2008, cuando los precios internacionales de las materias primas fueron récord, generando un gran aumento de la recaudación).
Con información de EFE y la BBC