Carlos Moreno (ALN).- En pocas horas comienzan los ejercicios militares ordenados por Nicolás Maduro en la frontera con Colombia tras su anuncio de un “alerta naranja”. Hay, según el régimen, 3.000 militares desplegados y un sistema de misiles que demostrará el poder de fuego, pero Colombia ni se inmuta con el amago belicista. Ni el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada ni el Ministerio de la Defensa hacen mucho ruido en las redes. Los jefes militares de Colombia andan activos en frentes que asumen más peligrosos.
En pocas horas comienzan los ejercicios militares con los que Nicolás Maduro busca tensar la cuerda en la frontera con Colombia, en los estados Zulia, Táchira, Apure y Amazonas.
Es un “alerta naranja” con el que, según él, se prepara para evitar cualquier asomo del gobierno de Iván Duque de atacar a Venezuela fabricando un motivo de guerra con un “falso positivo”, pero lo cierto es que Bogotá no hace caso y, hasta este lunes, no activa siquiera un reforzamiento de su frontera.
Maduro quiere distraer la atención en una suerte de número de escapismo que ya parecía haber planificado antes del informe que presentó este lunes en Suiza Michelle Bachelet, Alta Comisionada de los DDHH de la ONU, donde sentencia a su régimen de ser una máquina de represión y violación de los derechos humanos.
Iván Duque no ordena movimientos militares para reforzar la frontera pese al alerta naranja y la instalación de misiles activada por Nicolás Maduro en Venezuela. Sabe que hará más daño al régimen con el expediente que presentará en la ONU desde el próximo 24 de septiembre y donde revelará la protección de Maduro a la guerrilla de las FARC y el ELN. Rafael Ramírez, expresidente de PDVSA, advierte que a Maduro no le importa el riesgo de poner al país al borde de una intervención militar.
Maduro también quiere atraer los focos a su trinchera tras conocer que el gobierno de Iván Duque expondrá en la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas (desde el 24 de septiembre) un explosivo informe repleto de pruebas que revelan las profundas alianzas entre su régimen y las guerrillas colombianas del ELN y las FARC, a quienes da cobijo en suelo venezolano, como informó en exclusiva el diario ALnavío la semana pasada.
Se activa entonces el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional (CEO-FAN) y todas las unidades fronterizas bajo el mando del almirante Remigio Ceballos desde el martes 10 hasta el 28 de septiembre.
La última declaración oficial de Duque respecto a los ejercicios militares ordenados por Maduro fue una respuesta con tono de regaño, más que de enfrentamiento: “No salga con bravuconadas a hablar de misiles en la frontera. Más bien, en vez de gastarse esa plata en misiles proteja al pueblo venezolano y dele comida”, dijo el presidente de Colombia hace cuatro días.
El propio Maduro, a muy pocas horas del despliegue militar, no ha hecho mención al ejercicio, al “alerta naranja”, y a los sistemas antimisiles, ni en alocuciones ni en las redes sociales. En el mensaje más reciente en Twitter se le ve compartiendo con gobernadores aliados y disfrutando de una interpretación musical de la periodista china Xue Gao, quien tocó para él una tonada en el piano.
El propio ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, tampoco ha hablado de los ejercicios y en su cuenta oficial de Twitter replica una información de Remigio Ceballos que muestra imágenes de la Virgen del Valle, patrona de la Armada venezolana. ¿Por qué no han dado detalles del despliegue si Maduro vendió como una gran movilización de defensa nacional tales ejercicios?
Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos y Análisis de Conflictos, un think tank aliado del gobierno de Colombia, afirma que Maduro quiere demostrar fuerza, pero no cree en absoluto que se atreverá a probar una ofensiva.
“Quiere demostrar fuerza. Pero lo que sí nos va a decir es cuál es la capacidad para mover esos recursos y sus capacidades reales de defensa, más que sus capacidades ofensivas”, dijo al diario El Tiempo.
Los mandos militares de Colombia, y el mismo Iván Duque, están más enfocados en la búsqueda y captura de fugitivos de las FARC acusados de asesinar a candidatos políticos, y de ejecutar operaciones especiales en contra de irregulares.
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De hecho, la información más destacada desde la Presidencia de Colombia es la firma del Pacto de Leticia que coordina acciones de Colombia, Brasil, Perú, Ecuador, Bolivia, Surinam y Guyana, para proteger la Amazonía. No hay mención alguna a los ejercicios militares ordenados por Maduro en la frontera.
Rafael Ramírez, expresidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y hombre de extrema confianza del fallecido Hugo Chávez, hoy opuesto a Maduro, advierte que éste, en su infinita irresponsabilidad, “no se da cuenta, o no le importa el hecho de que los enemigos del país, están esperando cualquier provocación o situación que justifique una intervención militar en nuestro territorio”, tal como reclamó en su artículo más reciente en el portal aporrea.org.
Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), ha tratado de explicar en qué consiste la “alerta naranja” de las FAN. Según él, es una estrategia militar para poner a los componentes en un “estado de vigilancia”.
“Es el paso previo a estar listos para cualquier acción militar de un enemigo y, en este caso, se le ha dicho al gobierno colombiano que aquí en nuestro territorio no vamos a aceptar ninguna excusa para entrar a Venezuela. Tendrán una respuesta militar de manera inmediata, precisa y concisa”, señaló.
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Cabello no tiene más argumentos que los expuestos por Maduro y los repite afirmando que el gobierno de Colombia tiene adelantado un plan para generar ‘falsos positivos’, e “iniciar un conflicto militar contra Venezuela. Tienen todo listo”, dijo.