Daniel Gómez (ALN).- En la provincia de Santa Fe, Argentina, nació una moneda digital única. Se llama appercoin, cuenta con un monedero digital propio y ejecuta transacciones en menos de 10 segundos. Es más original, incluso, que la que lanzó el Gobierno de Venezuela, el petro, una iniciativa que surgió como moneda y que ahora se ha convertido en activo.
Para la divisa digital por excelencia no corren buenos tiempos. El bitcoin no supera los 7.000 dólares al momento de escribir esta noticia. Gobiernos de todo el mundo, como Pekín, Washington y hasta los dirigentes del G-20, se han pronunciado en contra de este tipo de monedas.
Declaraciones así han lastrado la cotización del bitcoin. Pero en su precio influyen otro tipo de fuerzas. Según la agenciaBloomberg, un pez gordo de las criptomonedas, el abogado japonés Nobuaki Kobayashi, se está desprendiendo de una criptofortuna tasada en 1.900 millones de dólares.
Que el bitcoin vaya mal no quita que el ecosistema de las criptomonedas esté de capa caída. Al contrario. Cada vez son más las iniciativas al respecto. Eso lo tienen muy claro en Japón, que es, tal como lo definió EFE, todo un laboratorio de divisas digitales.
En Latinoamérica también se están produciendo avances. En Argentina, según informa el diario La Nación, existe una criptomoneda única. Está enfocada en el consumo, la primera en Latinoamérica con estas características. Un mérito que no ha podido lograr ni un gobierno como el de Venezuela.
La criptomoneda más exclusiva de Latinoamérica
Angelo Antonelli es uno de los creadores de la novedosa criptomoneda gestada en Argentina. Nació en Santa Fe, se llama appercoin, tiene un monedero digital propio y promete transacciones en menos de 10 segundos, dijo Antonelli a La Nación.
Preguntado por si existe otra criptomoneda igual en Argentina, dijo: “No así, con este tipo de aplicaciones. Tampoco en Latinoamérica. Una de las últimas conocidas es el petro que implementó el presidente venezolano Nicolás Maduro en Venezuela. Pero ése es un elemento para tratar la inflación, no para que se produzca consumo”.
Appercoin ya funciona en los comercios de Venado Tuerto. La idea de este emprendedor es expandirla a otras 19 comunidades argentinas de aquí a finales de 2018.
Para el Gobierno de Venezuela el petro ya no es una moneda
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, lanzó en febrero el petro, “una criptomoneda para salvar al país del bloqueo internacional respaldada por las reservas petroleras del país”. Ahora el petro ha dejado de ser una moneda para convertirse en criptoactivo. Lo deja bien claro en su web de comercialización.
Maduro vendió el petro como una moneda. La moneda con la que pagará a embajadores y cónsules, la moneda con la que los operadores turísticos cobrarán sus servicios, con la que las empresas venezolanas, como PDVSA o cualquier otra entidad pública, ejecutarán sus operaciones de compra-venta.
“Esto significa que proveedores y acreedores de estas empresas deben realizar sus transacciones comerciales de compra-venta en un porcentaje de sus productos y suministros a través del petro”, dijo Maduro en marzo en un acto reseñado por Telesur.
Lo que ocurre es que esa moneda está prohibida por el Gobierno de Estados Unidos desde mediados de marzo. Según informó la Casa Blanca, “la Orden Ejecutiva prohíbe todas las transacciones relacionadas con cualquier moneda digital que haya sido emitida por, para o en nombre del Gobierno de Venezuela”.
Quizá por eso el petro ya no se denomina moneda. En su web no hay rastro de esa palabra. No así desde el acceso que ofrece Google: “Petro Coin. Invierte en criptomonedas oficiales del Gobierno de Venezuela”.
La ballena de Tokio que surfea sobre el bitcoin
El magnate Nobuaki Kobayashi también es conocido como la ballena de Tokio. En la jerga de las criptomonedas, las ballenas son aquellos inversores más experimentados. Los que no se ponen nerviosos y saben surfear por los inestables mares del bitcoin.
Nobuaki Kobayashi ha vendido 400 millones de dólares en bitcoin
Kobayashi acumula una fortuna de 1.900 millones de dólares en bitcoin. Un patrimonio que está vendiendo, con lo que esto significa para la cotización de la moneda.
En sus esfuerzos Kobayashi, según Bloomberg, ya se ha deshecho de 400 millones de dólares. Una cantidad que corresponde al robo que sufrió la casa de cambio japonesa Mt. Gox en 2014. Para esta firma trabajaba la ballena de Tokio como responsable fiduciario.
Con respecto a esta venta se barajan dos teorías. Una de ellas es que los movimientos de Kobayashi son un gesto para que los clientes de Gox recuperen lo que en su día perdieron. La otra es un acto menos noble. Dicen que es una maniobra para mantener bajo el precio del bitcoin y que los grandes inversores puedan acumular cantidades mayores de divisas.
El laboratorio global de las criptomonedas está en Japón
“Japón, el laboratorio global de las criptomonedas”. Así titula la agencia EFE un reportaje de este miércoles. Allí las divisas digitales y sus mercados son legales desde hace un año. De hecho, el misterioso creador del bitcoin, Satoshi Nakamoto, es nipón.
Con un escenario así, se entiende por qué Japón es un terreno tan fértil para las criptomonedas. Obviamente, en el país hay restricciones y se pone mucho cuidado en controlar la piratería y los negocios ilícitos.
Para lo que hay vía libre es para innovar. Gracias a ello, tecnológicas como Line, especializada en mensajería instantánea, y el gigante de internet GMO ya tienen sus propios “criptomercados”.
Por su parte, el Gobierno de Tokio, según el artículo, fue uno de los instigadores del debate sobre las monedas digitales en el G-20.
Elon Musk no vende criptomonedas en Twitter
Elon Musk, magnate, inventor y visionario, fundador de empresas como Tesla, SpaceX y Pay Pal, todo un referente en Silicon Valley, dice no poseer ninguna criptomoneda. “Literalmente cero criptomonedas, salvo 0,25 de un bitcoin que me dio un amigo”, apuntó en Twitter.
Por eso, tenga cuidado en la red social. Hay muchos perfiles falsos que se hacen pasar por Elon Musk para regalar cuantiosas cantidades de criptodivisas a cambio de registrarse en una página. Por desgracia no es así. Todo esto es una estafa que Musk ya está enfrentando junto a los directivos de Twitter.