María Rodríguez (ALN).- Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, apuntó este miércoles en São Paulo, en el arranque del Foro Económico Mundial sobre América Latina, que mientras la economía de la región crece por encima de 2% las clases medias se muestran “muy vulnerables”. Además, Bárcena subrayó que “lo que más duele es la cultura de los privilegios”.
El Foro Económico Mundial sobre América Latina arrancó este miércoles en São Paulo (Brasil) con una ponencia en la que se analizó el contexto político, económico y social de la región. Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) participó en la mesa y subrayó la desconexión que existe entre el buen ciclo económico que vive la región y la realidad social.
Bárcena apuntó que mientras la economía de América Latina y el Caribe crece a una tasa de 2,2% (proyecciones para 2018), consolidando su recuperación, las clases medias de la región están endeudadas y sin capacidad de ahorro. En definitiva, se muestran “muy vulnerables”, según precisó.
Bárcena concluyó que “el voto político no se transforma en bienestar” en América Latina
Igualmente, la secretaria ejecutiva de la Cepal señaló que en Latinoamérica hay 186 millones de pobres, lo que representa más de 30% de la población. De ellos, 61 millones (10% de los latinoamericanos) viven en extrema pobreza.
Comparando unos datos y otros, Bárcena concluyó que “el voto político no se transforma en bienestar” en América Latina y que “lo que más duele [en la región] es la impunidad y la cultura de los privilegios”.
Los demás ponentes de la mesa también se sumaron a la percepción de la directiva de la Cepal. Isabel de Saint Malo de Alvarado, vicepresidenta de Panamá, incluso fue más allá y advirtió que a consecuencia de esta desconexión entre economía y realidad, los ciudadanos pueden pensar que esta democracia “no está respondiendo necesariamente a mis necesidades”. En otras palabras: creen que la democracia actual “no se traduce en satisfacción”.
Por su parte, Denise Dresser, analista política del Instituto Tecnológico Autónomo de México, dio un dato sobre la desigualdad económica en este país: la fortuna de los 16 multimillonarios mexicanos equivale a 9% del Producto Interior Bruto (PIB) del país.
Dresser también citó la corrupción como el gran problema de América Latina y dijo que el caso de sobornos Odebrecht “ha logrado unir a la región en términos de corrupción compartida”. A lo que la vicepresidenta de Panamá añadió que el hecho de que la corrupción salga a la luz pública fuerza a las instituciones a actuar.
Por su parte, Daniel Zovatto, director regional del Instituto Internacional de Democracia y Elecciones de América Latina y el Caribe, apuntó que una de las principales debilidades de la región es que “no tenemos un Estado de derecho” y que “no se puede avanzar en lo económico si no se avanza en la política”.
Dresser dijo que el caso Odebrecht “ha logrado unir a la región en términos de corrupción compartida”
Por su parte, Ricardo Villela, vicepresidente de Itaú Unibanco (Brasil), destacó especialmente la desigualdad social que sufre la región, la “poca calidad” de los servicios públicos, así como el grado de violencia en las ciudades.
En este sentido, el último informe del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal de México afirma que 42 de las 50 ciudades más violentas del mundo se ubican en América Latina (en este ranking no incluyen localidades de países en guerra). La primera ciudad de este listado es Caracas, capital de Venezuela.
“No ignorar a Venezuela”
Y precisamente la crisis política, económica y social de Venezuela también se coló en el debate. Villela instó a la región a “no ignorar a Venezuela”, en especial la “crisis humanitaria” que padece.
Mientras, Saint Malo afirmó que a América Latina “le falta un discurso unificado” y que en lugar de trabajar para conseguirlo se aleja más de él. Además, citó a Venezuela como “posible culpable si la región se rompe”.
Finalmente, Zovatto señaló que no hay que subestimar la gravedad de la situación en Venezuela y que hay que buscarle una salida. Asimismo, se mostró a favor de que “no se permitan las elecciones presidenciales”, previstas para finales de mayo, “si no siguen los cauces de la legalidad” porque, de ser así, se estaría respaldando “a un régimen absoluto en Venezuela”.