María Rodríguez (ALN).- Según las estimaciones del FMI, entre los llamados BRICS sólo las economías de Brasil e India crecerán más en 2018 y 2019 que en años anteriores. Así, el país presidido por Michel Temer pasará de ser la potencia emergente en la que más cayó el PIB en 2016 (-3,5%) a crecer 2,1% el próximo año. Mientras, Rusia y China vivirán una ligera desaceleración económica y en Suráfrica la evolución del PIB permanecerá constante.
La recuperación económica mundial se afianza y esto también se refleja en los mercados emergentes, que según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) crecieron 4,7% en 2017. Las proyecciones de la institución dicen que estos mercados avanzarán 4,9% en 2018 y 5% en 2019, pero no todos los países englobados en la categoría de emergentes lo harán al mismo ritmo.
Analizando el comportamiento estimado por el FMI para las economías de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) se constata que sólo Brasil e India tendrán una tendencia positiva en los próximos dos años. Es decir, que crecerán más en 2018 y 2019 que en años anteriores. Los avances en el Producto Interior Bruto de Rusia y China se moderarán y en el caso de Suráfrica la evolución del PIB permanecerá constante.
Cepal: “La economía brasileña demostró en 2017 su capacidad de responder a estímulos de crecimiento, aunque de corto plazo”
En datos, Brasil pasará de ser la potencia emergente en la que más cayó el PIB en 2016 (-3,5%) a crecer 1,9% en 2018 y 2,1% en 2019 tras cerrar 2017 en 1,1%, según estimaciones del FMI. Es decir, entre 2016 y 2019 Brasil dejará la cola de las cinco economías emergentes por excelencia para ser una de las que más crezcan.
En esta senda positiva le acompañará India. Esta potencia emergente cerró 2016 con un crecimiento de 7,1%. Avanzó 6,7% en 2017 y para 2018 y 2019 se espera que el PIB crezca 7,4% y 7,8%, respectivamente.
Para China, 2018 será un año de cierta desaceleración económica, tendencia que continuará en 2019. En concreto, crecerá 6,6% este año y 6,4% el próximo ejercicio, cuando en 2016 el PIB chino avanzó 6,7% y en 2017 6,8%.
Rusia, al igual que Brasil, cerró 2016 en recesión, aunque con una caída mucho menor que la del PIB brasileño. La economía rusa se contrajo 0,2% ese año. Según estimaciones del FMI, en 2017 creció 1,8%, pero para 2018 y 2019 la evolución es menor: 1,7% para este año y 1,5% para el próximo.
Por último, la economía surafricana parece que se mantendrá estable. Tras crecer 0,3% en 2016, aumentó 0,9% en 2017, porcentaje que de cumplirse las proyecciones del FMI se repetirá tanto en 2018 como en 2019.
Según el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, elaborado por Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) “la economía brasileña demostró en 2017 su capacidad de responder a estímulos de crecimiento, aunque de corto plazo, como la posibilidad de acceder a recursos de cuentas de ahorros laborales”.
2018 será un año de cierta desaceleración económica para China, tendencia que continuará en 2019
Además, Cepal insiste en que “la caída de la tasa de interés a los niveles nominales más bajos debe posibilitar una mayor expansión del crédito, un aumento en las inversiones fijas y contribuir al esfuerzo fiscal de controlar la deuda pública” en Brasil.
Por otro lado, la institución afirma que en caso de que los precios sigan estables y no haya movimientos especulativos en los flujos de capitales por tensiones políticas, “se puede esperar una mayor tasa de crecimiento económico en 2018”. Cepal estima para este año un crecimiento del PIB brasileño de 2%.
Pero no todo es positivo. “Los indicadores de demanda y producción todavía no muestran un cuadro de recuperación sostenido” en Brasil, como subraya Cepal. Y es que el consumo y las inversiones aún se mantienen en niveles por debajo de los observados en 2014, antes de la crisis. Además, “a pesar de los esfuerzos del ajuste fiscal, el déficit público sigue elevado y la deuda continúa aumentando”, señala la institución latinoamericana.