Daniel Gómez (ALN).- En este momento hay 5,4 millones de migrantes venezolanos. En 2021 la cifra podría ascender hasta los siete millones, proyecta la OEA. El organismo también advierte que la situación de quienes deciden abandonar el país es cada vez peor: por la pobreza, la pandemia, el desespero… La muestra son los 33 venezolanos ahogados en la travesía entre Venezuela y Trinidad y Tobago.
La pandemia y las medidas de confinamiento frenaron el flujo del éxodo venezolano en 2020. En los primeros meses del año, cerca de 5.000 migrantes huían diariamente de Venezuela, hasta marzo, cuando se cerraron las vías regulares por Colombia y Brasil.
De hecho, en un primer momento la tendencia se revirtió, con más de 140.000 migrantes retornando a Venezuela. Una vuelta para muchos tortuosa, porque como denuncia la Organización de Estados Americanos (OEA) en un informe publicado este martes, “los venezolanos retornados fueron estigmatizados y criminalizados a su regreso, y sufrieron tratos crueles y degradantes por parte del régimen ilegítimo de Venezuela”.
Luego llegó septiembre. Muchos países de la región comenzaron a flexibilizar las medidas contra la pandemia. Si bien las fronteras continuaban cerradas, algunas actividades económicas estaban permitidas, y eso movilizó de nuevo a los venezolanos, necesitados de ingresos. Tan necesitados que arriesgan incluso sus vidas, cruzando caminos irregulares de la frontera, las conocidas trochas, y también el mar.
La tragedia llegó el 12 de diciembre. 33 cuerpos, algunos de niños, fueron hallados sin vida en la travesía entre Venezuela y Trinidad y Tobago. Esta es la prueba de que las condiciones de los venezolanos que migran son cada vez más críticas, tal como denuncia la OEA.
El informe también proyecta que el éxodo podría alcanzar los siete millones en 2021, lo que supondría un aumento de 1,6 millones de nuevos migrantes respecto a los 5,4 que se calculan en la actualidad. La OEA condiciona este aumento a la reapertura de fronteras, lo cual depende de la evolución de la pandemia y la efectividad de las vacunas, y también de la continuidad del gobierno de Nicolás Maduro en el poder.
“De reabrirse las fronteras en el primer trimestre de 2021 y continuar el régimen ilegítimo de Venezuela en el poder, el número de migrantes y refugiados podría ascender a siete millones”, apuntó la OEA.
Proyecciones y desafíos de 2021
Para el nuevo año, el organismo pone el foco en las condiciones que enfrentarán los migrantes. Por un lado, advierte que el aumento de los ingresos por vías irregulares ha provocado la proliferación de delitos como “la trata y el tráfico de personas” en América Latina.
Por otro, pone el foco en la respuesta de los países receptores. Insiste en el caso de Trinidad y Tobago, donde las autoridades han deportado a 161 migrantes en coordinación con el gobierno de Maduro. Esto no sólo es ilegítimo, dice la OEA, sino que puede ser considerado crimen de lesa humanidad.
“Esta oficina alerta nuevamente sobre el riesgo que corren estas personas al ser devueltas a Venezuela en coordinación con un régimen considerado ilegítimo y que es acusado de cometer crímenes de lesa humanidad, así como de generar la crisis humanitaria compleja más grande del hemisferio occidental”, apuntó la OEA.