Antonio José Chinchetru (ALN).- Más de 46.500 venezolanos, gran parte de ellos con nacionalidad española, se establecieron en España en 2017, hasta sumar un total de casi 255.000. Es un incremento de 22,3%, que representa una aceleración del éxodo. Desde 1999, año en el que Hugo Chávez llegó al poder, el número de venezolanos en España se ha multiplicado por cinco.
El éxodo de venezolanos también tiene como destino España, aunque sea en menor medida que los países vecinos de Venezuela. El año pasado llegaron a la nación europea más de 46.500 personas procedentes de la república bolivariana. Las autoridades españolas reconocen que en España residen 95.000 venezolanos, con independencia de que su situación migratoria esté regularizada o no. Sin embargo, son muchos más, puesto que esa cifra contempla tan sólo a aquellos que están registrados con esa nacionalidad. Contando los que disponen de ciudadanía española o de otro país, suman casi 255.000, según los datos del Padrón Continuo al 1 de enero de 2018 recogidos por el Instituto Nacional de Estadística.
En la actualidad residen en España 93.000 venezolanos más que cuando Nicolás Maduro llegó al poder
En la actualidad residen en España 93.000 venezolanos más que cuando Nicolás Maduro llegó al poder y el dato actual multiplica por cinco el de 1999, cuando Hugo Chávez accedió a la Presidencia de la nación suramericana y eran poco más de 49.539.
La población española disminuyó de forma constante de 2012 a 2016, sobre todo por el retorno de inmigrantes (con independencia de que tuvieran la nacionalidad española o no) a sus lugares de origen. Los nacidos en Venezuela fueron la excepción, puesto que su número ha crecido de forma constante desde 1999. La única excepción fue 2013, año que comenzó con 162.144 y cerró con 160.588, lo que representa una reducción de casi 1.560. A pesar de ese incremento continuado, los ritmos han sido muy diferentes.
2017 fue el año en el que se registró un mayor aumento, de más de 46.500 personas. Esto supone un incremento de 22,33%. En el anterior ejercicio el crecimiento fue de algo más de 28.000 nacidos en Venezuela residentes en España, y en 2015 fue de casi 14.400. En 2013 el incremento, tras la reducción de los 12 meses precedentes, superó los 5.000. Desde ese año se está acelerando el ritmo de llegada a España de forma exponencial. Otros años de grandes aumentos fueron 2003 (casi 16.750 personas), 2004 (más de 15.900) y 2007 (casi 14.000).
Concentrados en Madrid y Canarias
La mitad de la población de origen venezolano residente en España se concentra en dos regiones, la Comunidad de Madrid y Canarias. En la primera viven casi 64.000 venezolanos, mientras que en las islas son casi 58.400.
Otras zonas donde superan los 10.000 son Cataluña (casi 35.200), Galicia (más de 28.100), Comunidad Valenciana (por encima de 19.500) y Andalucía (cerca de 14.200). Estas áreas destacan bien por ser los dos grandes motores económicos españoles (Madrid y Cataluña), tener un fuerte crecimiento (Comunidad Valencia), o bien por ser zonas de donde procedía gran parte de la emigración española tradicional a Venezuela y otros países (Canarias).
Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, situadas en el norte de África, son la zona donde viven menos venezolanos: 45 y 49, respectivamente. Les siguen Extremadura (611) y La Rioja (779). El resto de regiones registran desde los 1.700 de Navarra hasta los más de 6.200 del País Vasco.
La nacionalidad más común entre los venezolanos que viven en España es la española, muy por encima de la de Venezuela
La nacionalidad más común entre los venezolanos que viven en España es la española, muy por encima de la de Venezuela. Casi 142.000 están registrados como españoles, lo que supone 55,6% del total. Otras ciudadanías frecuentes son las de Italia (cerca de 13.000) y Portugal (6.000).
También hay registradas 736 personas como nacionales de Alemania, 660 de Francia y cifras mucho menores de otros Estados miembro de la Unión Europea (UE). Los ciudadanos de países que forman parte de la UE pueden vivir y trabajar en España de forma permanente sin necesitar ningún tipo de permiso de residencia. A efectos legales, la única diferencia con los españoles es que no pueden votar en las elecciones generales y autonómicas (pero sí en las municipales y europeas).