María Rodríguez (ALN).- Se le esfuman los apoyos a Nicolás Maduro en Centroamérica. Las encuestas dicen que Nayib Bukele, que se presenta a las elecciones de El Salvador por la coalición conservadora GANA, vencerá en las elecciones del 3 de febrero. O lo que es lo mismo, comenzará el distanciamiento de este país con respecto a Maduro. “Aunque no ha dado una declaración tajante, Bukele ya ha condenado el gobierno de Maduro”, dice un experto al diario ALnavío.
Aún más aislado. También en Centroamérica. Así es como quedará el gobierno de Nicolás Maduro cuando se celebren las elecciones presidenciales de El Salvador el próximo 3 de febrero. Según las encuestas, el favorito para ganar estos comicios es Nayib Bukele, que se presenta por la conservadora Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA). En el último sondeo de Cid Gallup, este candidato suma 57% de intención de voto. Y Bukele, “aunque no ha dado una declaración tajante, ya ha condenado al gobierno de Maduro”, dice al diario ALnavío Rafael Molina, catedrático de Derechos Humanos y Educación para la Paz de la Universidad de El Salvador.
Un paso que evidentemente no ha dado -ni tiene intención de hacerlo- el gobierno actual, del FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional), presidido por el exguerrillero Salvador Sánchez Cerén. Este presidente fue de los pocos mandatarios (apenas cinco) que acudieron a la juramentación de Maduro en Caracas. Un mandato que medio mundo no reconoce.
Bukele también tuvo vínculos con el FMLN. En 2012, una coalición que tenía al frente a este partido impulsó a Bukele a la Alcaldía de Nuevo Cuscatlán. Pero ahora las cosas han cambiado y este político se presenta a la Presidencia de El Salvador con una coalición calificada más bien de centro-derecha.
Los invitados de Maduro caben en un escarabajo
“Bukele será una especie de Lenín Moreno, en el sentido de la relación que mantendrá con Venezuela”, subraya Rogelio Núñez, investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid). Es decir, que se irá separando progresivamente del gobierno de Maduro, como lo ha hecho Ecuador desde que llegó a la Presidencia Moreno, y más marcadamente en los últimos tiempos.
Cabe recordar que Ecuador, como miembro del Grupo de Lima, firmó la declaración de no reconocimiento al nuevo mandato de Maduro y la que condenaba la detención exprés del presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, por parte de los servicios de inteligencia de Maduro.
Este distanciamiento de Venezuela “le serviría a Bukele como una forma de ganarse a determinados aliados dentro de la coalición”, apunta Núñez. Es decir, que mejoraría la convivencia política con sus propios aliados, más de ideología de derecha que Bukele.
Ahora bien, Mario Zetino Duarte, director de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, no ve tan claro un impacto negativo en el gobierno de Maduro. “Los efectos serán marginales. La fortaleza del gobierno venezolano está en el apoyo de la élite del ejército venezolano, que por el momento le garantiza la estabilidad y control del aparato estatal ejecutivo. Los factores externos de sostenibilidad no están en los apoyos geopolíticos latinoamericanos, sino los de Rusia, China, Irán, entre otros”, subraya.
¿Cambiarán las relaciones El Salvador-Venezuela?
Ya sólo por el dinero que recibe El Salvador de Venezuela, asociado al ámbito petrolero, pareciera que le conviene llevarse bien con el gobierno de Maduro. Alba Petróleos fue fundada en 2006 en El Salvador como una empresa mixta constituida con capital privado y público, a través de alcaldías salvadoreñas que recibieron millonarios préstamos provenientes de PDVSA entre 2010 y 2015, según recoge el portal InSight Crime.
¿Cambiará esta situación con Bukele como presidente? Es pronto para saberlo. De todas formas, “El Salvador ha sabido nadar a varias aguas. No es tan marcadamente cercano a la Venezuela chavista como sí lo son Bolivia y Nicaragua”, puntualiza Núñez.
Por otro lado, Zetino Duarte subraya que, si gana Bukele, “no dejará de ver hacia Estados Unidos como aliado principal, económica y políticamente”.
Esta visión la comparte Molina. En el programa, Bukele no detalla con claridad hacia dónde mirará su política exterior. “Sólo ha dicho que ‘tendrá relaciones con el mundo’”, subraya Molina.