Redacción (ALN).- Desde hace seis años, María Julia Parra se ha convertido en la guardiana de una de las tradiciones más entrañables de las familias venezolanas: el ponche crema casero. Parra recalca que esta bebida, que ofrece a través de la marca Las Violetas, trasciende su simple carácter festivo, pues simboliza una herencia familiar que se remonta a cuatro generaciones en el estado Táchira.
Parra recuerda con cariño cómo su suegra, la señora Violeta, comenzó a elaborar este ponche hace tres décadas, primero para compartirlo con familiares y amigos, y luego como un detalle corporativo en la empresa de su esposo durante las festividades navideñas.
“Este ponche es creación de la tía de la abuela de mi esposo y después pasó a manos de mi suegra, la señora Violeta, cuando era joven”.
La historia de Parra con el ponche comenzó en 1992, cuando probó por primera vez la receta familiar. Desde entonces, se convirtió en su ferviente promotora, al compartir su fascinación por esta bebida con todos los que la rodeaban.
Fue así como, con el tiempo, propuso a su suegra transformar esta tradición en un negocio. Sin embargo, en 2018, tras años de dedicación, la señora Violeta decidió retirarse de la cocina y le confió a María Julia el secreto de la receta, bajo la condición de que nunca la revelara.
“Mi suegra hace 30 años lo hacía para ofrecerlo en su casa, para regalarlo a su familia y amigos, y para los regalos corporativos de la empresa de mi suegro en Navidad”.
Tiempo después, Parra obsequió el ponche a familiares y amigos. “El ponche empieza a ganar fama. Entonces le propuse a mi suegra hacer el negocio: ella lo produciría y yo lo vendería”.
No obstante, la señora Violeta se cansó de cocinar el ponche en 2018. Y fue en ese momento, señaló Parra, que su suegra le compartió la receta, pero le hizo jurar que no la revelaría nunca a nadie. “Desde entonces soy quien prepara el ponche Las Violetas”.
El secreto es el cariño
El secreto, dice Parra, no solo reside en los ingredientes, sino también en el cariño y la dedicación que se pone en cada batch. Comparte que el ponche es como lo que se narra en «Como agua para chocolate», libro de la autora mexicana Laura Esquivel; cada sorbo evoca recuerdos y emociones que conectan con las tradiciones venezolanas.
Por ello, su presencia en las mesas durante las festividades es casi indispensable. “El ponche Las Violetas es muy identificado con nuestras tradiciones, por lo tanto, con las emociones”.
El ponche Las Violetas no solo se disfruta en Navidad; sus ventas se extienden durante todo el año a través de las redes sociales. “Se debe a que el ponche se puede tomar como un pousse café o como un aperitivo”.
Nuevos sabores
Este año, Parra ha decidido innovar, por lo que inició una colaboración con su cuñada Mercedes para crear un ponche sin azúcar, que ha sido un éxito entre quienes buscan opciones más saludables. Además, anticipa la llegada de un nuevo sabor: ponche de coco.
“No fue sino en la octava prueba de receta, que dieron con la fórmula ideal de ponche sin azúcar pero endulzado con eritritol. Ahora en 2024 realice un tercer sabor que es ponche de coco”.
Los precios de los 0,7 litros del ponche tradicional son 12 dólares y el sin azúcar 15 dólares. Mientras que el de coco de 350 mililitros cuesta 8 dólares.
Picos y sabores
Pero el legado del ponche no se limita a Parra. Jordania, otra apasionada del ponche, ha rescatado la receta de su tía, quien la transmitió desde Mérida, y ha comenzado a ofrecer su versión en Caracas. Su objetivo es que los caraqueños reconozcan y valoren las tradiciones andinas a través de esta bebida.
La chef profesional, especialista en repostería, fundó hace cinco años su emprendimiento Picos y Sabores, donde elabora dulces y panes de jamón. Sin embargo, desde octubre de este año, ha incorporado su propia versión del ponche tradicional.
Jordania compartió que la receta es un legado de su tía, originaria de Mérida, y tiene más de 40 años de historia. Como era de esperar, esta receta ha sido transmitida de generación en generación, hasta llegar incluso a España.
“Desde muy pequeña me encanta el ponche que hacía mi mamá. En 2023 mi tía regresó al país y me trajo una botella. Ella me regaló la receta y di una clase aquí en Caracas. Ese día lo probaron varias personas y me dijeron qué podía hacer para vender. Empezamos en octubre a venderlo”.
Que conecte con lo familiar
Jordania destacó que este ponche le evoca recuerdos de su infancia en Mérida, donde se disfruta durante todo el año en cada hogar que se visita. “Es una manera de seguir con la tradición de mi familia y principalmente no dejar ir la receta de mi tía”.
A su juicio, el ponche de Picos y Sabores busca que los caraqueños conozcan las tradiciones andinas y experimenten el auténtico ponche de su tierra. “Que las personas conecten con el sentir navideño”.
El precio de un litro es de 10 dólares y las ventas se realizan a través de su cuenta de Instagram. Jordania también espera lanzar nuevos sabores el próximo año.
Ponche para celíacos y diabéticos
Otilia, otra chef profesional con un emprendimiento de dulces llamado Oti Delight, se especializa en crear productos para personas celíacas y diabéticas. Su interés en cocinar sin gluten surgió tras ser diagnosticada con celiaquía en 2023.
Este año, Otilia innovó al desarrollar un ponche casero sin gluten en presentaciones de 100 ml. “Es una receta que combina la leche condensada y el licor, desde que las personas lo probaron les gustaron”.
El precio de esta versión es de dos dólares, y por el momento, solo está disponible en presentaciones de 100 ml, con ventas a través de internet en Barquisimeto.
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Tomado de Crónica Uno.