(EFE).- Un millar de docentes, empleados públicos y jubilados venezolanos protestaron este martes en el centro de Caracas para exigir pagos pendientes, así como que se respeten sus derechos contractuales en una movilización que denominaron «la marcha de las ollas vacías».
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Con ollas y cucharas, así protestaron en Caracas
Con ollas y cucharas, los manifestantes caminaron parte del centro de la capital venezolana hasta llegar a la sede del Ministerio del Trabajo, donde una comisión consignó un documento en rechazo a un instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), que contempla la reducción de varios beneficios, y en rechazo al pago incompleto del bono vacacional.
El mismo documento fue consignado ante la Fiscalía, aseguró a Efe Belkis Bolívar, directiva de la Federación Venezolana de Maestros.
La también profesora indicó que se trata de la tercera marcha en la que participa el gremio docente en las últimas dos semanas, debido a que han sido reducidos «considerablemente» sus beneficios salariales, incluido el bono que reciben por vacaciones y que fue pagado a partir de un salario que ya no está vigente.
La exigencia es, prosiguió, «que se nos restituyan las primas que fueron disminuidas por la Onapre en el mes de marzo, todas las primas fueron disminuidas, lo que significa que nos están quitando parte del salario integral».
«Cumplí 30 años de servicio de los cuales me jubilé y me siento indignada de lo que estamos viviendo los docentes venezolanos. No es posible que hoy nos pagaron un bono miserable, la quincena era más que el bono vacacional. 30 años de servicio perdidos porque nosotros somos licenciados, con postgrado, maestrías y al Ministerio no le importa», dijo la docente Nellys Parra.
Con ella concuerda otra de las manifestantes, Teresa Matos, quien aseguró que su pensión como docente jubilada le impide, incluso, cumplir con gastos básicos como las medicinas.
«Cómo es posible que yo, con las dos pensiones que tengo, no me alcanza para nada. Sufro de la columna y ya esos medicamentos no los puedo comprar. Voy al médico por ir, porque cuando me dan el récipe (receta médica) voy a la farmacia y viendo el precio no puedo comprar», aseguró.