Redacción (ALN).- La inminencia de una elección presidencial y la urgencia energética en los mercados internacionales ayudaron a resucitar el diálogo para zanjar la crisis en Venezuela, aseguran analistas y expertos.
Las delegaciones del gobierno de Nicolás Maduro y de la Plataforma Unitaria de partidos políticos que se le oponen reanudarán sus negociaciones en México este sábado 26 de noviembre, tras 13 meses de paralización del proceso. Noruega, que facilita el diálogo, precisó que se espera un acuerdo parcial de corte social.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien ha mediado privada y públicamente para que ambos bloques políticos de Venezuela retomen las conversaciones, había anunciado el miércoles que el diálogo se reanudaba el viernes, lo que luego fue aclarado por los noruegos.
La oposición venezolana, sin embargo, advirtió después del anuncio de Petro que solo las “fuentes oficiales”, como Noruega, oficializarían acuerdos y el reinicio de las negociaciones.
“Los venezolanos entendemos que enfrentamos una dictadura y que esto es una herramienta adicional a la calle y las primarias para lograr una solución al conflicto. Nuestros objetivos son claros: lograr una elección libre que nos permita recuperar la libertad y solucionar la crisis humanitaria”, expresó la plataforma opositora en Twitter.
Una primera reunión entre ambas delegaciones políticas incluirá la discusión y aprobación de un fondo para atención humanitaria que administrarían las agencias de Naciones Unidas, según fuentes de la Voz de América.
El tema electoral será punto clave en esas conversaciones, según el politólogo venezolano Leandro Rodríguez Linárez. A su juicio, resolver que Venezuela tenga un presidente reconocido por todo el mundo como legítimo es fundamental.
“El diálogo tiene una única dirección, que es lo electoral. Para la comunidad internacional, se hace urgente reconocer un gobierno en Venezuela, motivado por la debilidad energética que ha quedado al descubierto con la invasión de Rusia a Ucrania”, dijo.
Los 27 países de la Unión Europea y Estados Unidos vetaron la compra y distribución de petróleo y gas provenientes de Rusia después de que en febrero pasado el gobierno de Vladimir Putin iniciara una ofensiva militar en Ucrania.
De acuerdo con múltiples analistas, esa coyuntura hizo que Europa y Estados Unidos reconsideraran sus sanciones económicas contra el gobierno de Venezuela, que cuenta con las mayores reservas probadas de hidrocarburos del mundo.
El gobierno de Francia, presidido por Emmanuel Macron, ha abogado públicamente por el retorno de países sancionados, como Venezuela e Irán, al concurso energético mundial. El líder francés acaba de ser anfitrión de una reunión de alto nivel con sus homólogos de Colombia y Argentina, junto a los delegados jefes de la negociación en Venezuela.
Presión internacional
Giulio Cellini, abogado analista de asuntos internacionales, subraya que el reinicio de las conversaciones en México ocurre luego de meses de “esfuerzos para presionar” el retorno al diálogo por parte de múltiples actores internacionales.
La posibilidad de un acuerdo social como previa a la discusión de las condiciones de las elecciones presidenciales de 2024 incluyen un tema aledaño, el otorgamiento de una licencia más amplia que permitiría a empresas petroleras transnacionales, como Chevron, extraer y comercializar el petróleo venezolano, destaca Cellini.
La licencia actual, que mantiene las operaciones de Chevron en niveles mínimos y que prohíbe la venta de crudo venezolano, vence el 1 de diciembre, la semana próxima.
“Cuando se instale la mesa de diálogo entre viernes y sábado en México, Estados Unidos estaría listo para autorizar a Chevron para operar en Venezuela. Es un paso importantísimo. Es uno de los nudos que no se habían podido resolver”, explicó.
El tema energético es un punto que demandará “un compromiso real” de los actores que forman parte del diálogo de Ciudad de México para lograr acuerdos concretos, dijo Cellini.
“Hay una gran expectativa de la comunidad internacional y las fuerzas vivas del país. Esperemos que nada impida que sea una buena noticia. Han sido varios los momentos de los últimos meses donde han estado servidas las negociaciones y no ha pasado”, agregó.
Comienza en lo político
La opinión de los venezolanos sobre la mesa de diálogo y sus eventuales resultados está “dividida”, pues la mayoría espera que haya acuerdos para la mejoría económica y que, por ejemplo, se reduzca la inflación, comenta la analista y consultora política Indira Urbaneja.
“La realidad es que la discusión comienza en lo político. Se van a basar sobre todo en las circunstancias sobre las cuales se va a diseñar el panorama electoral de las presidenciales, como las inhabilitaciones” de algunos candidatos de la oposición, señaló a la VOA.
Rodríguez Linárez, por su parte, cree que el gobierno venezolano dará apenas “concesiones mínimas” en la discusión de condiciones y garantías electorales para 2024.
“No va a permitir unas elecciones competitivas, si bien pueda dar unas concesiones sin mayor relevancia. Los venezolanos seremos sacrificados por el bienestar energético de Europa y Estados Unidos”, dijo.