Redacción (ALN) .- El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, señaló que hay muchas incertidumbres políticas y económicas en Venezuela que han sido analizadas durante estos últimos meses, pero la habilitación de María Corina Machado nunca ha sido una de ellas.
«Como mencionamos en múltiples oportunidades, esa no era un posibilidad, pues no estamos en el plano jurídico (donde obviamente la inhabilitación de Machado, Capriles y otros es injusta, inconstitucional y anti democrática) sino en el plano político, donde el gobierno decide en función de lo que le conviene. Con costos de salida infinitos para el gobierno y costos de permanencia moderados (pues no enfrenta una amenaza creíble de permanencia en el poder) la teoría de negociación llevaba directo a esa conclusión, prácticamente sin margen de error», comentó.
Sin embargo, expresó que la incertidumbre real es ¿qué hará Estados Unidos frente a esta decisión?
Ante esto, León sostuvo que no hay una respuesta clara, pero si alguna información relevante para analizarla.
«La primera es que EEUU (y toda la oposición) sabía que este momento llegaría. No hay sorpresas. Y aún así la presión geopolítica, el tema migratorio, la búsqueda de reequilibrar el mercado energético occidental, la presión de los acreedores petroleros y financieras (entre otras) y la necesidad de evitar que se cancelara la elección del 2024, llevó a avanzar de una estrategia sancionatoria petrolera, que había fracasado contundentemente, a una flexibilización que permitiera la reinserción de Venezuela al mercado energético, con algunos estímulos para discutir y alcanzar algunos temas políticos (aunque nunca una elección competitiva)», expresó.
Sin embargo, apuntó que también es verdad que «la concreción de este evento injusto, ratificación de la inhabilitación, genera presiones relevantes dentro de EEUU para echar atrás los avances de la negociación y la cercanía de la campaña presidencial americana lo hace aún mas inminente».
«Pero, ¿qué significa echar atrás? Realmente es regresar a lo que no servía como mecanismo de presión o es diseñar una nueva estrategia? ¿Se trata de regresar a las sanciones petroleras y tirar todo lo demás por la borda, sabiendo que Maduro puede perfectamente vivir con ello y no le teme para nada o tratar de diseñar presiones distintas y llamativas pero sin afectar lo avanzado? ¿Está dispuesto a regresar a las prohibiciones totales o se quedará solo con las de PDVSA, permitiendo en cambio la participación privada? ¿Estará dispuesto a castigar a Maduro hasta el punto en que Maduro lo use como excusa para suspender la elección y nicaraguizar el país o preferirá un término intermedio, dentro de un país que igual no cumplirá las condiciones de la democracia liberal?», se preguntó.
Luis Vicente León manifestó que hay muchas más preguntas que respuestas, pero si hay tres cosas que quedan claras:
- Si la oposición quiere participar en la elección del 2024 (y sigo pensando que es indispensable no desviar el rumbo otra vez) tendrá que buscar un mecanismo de sustitución de candidato, en el que participe Machado como parte fundamental de esa negociación. Sin ella, la derrota opositora está cantada. Y con ella convocando abstención o lucha de calle también.
- Maduro será el candidato del PSUV , y la tesis de su sustitución parece más un deseo de adversarios que una posibilidad real. El hará todo lo posible por que así sea, llevándose por delante a quienes intenten ponerse en su camino, sea opositor o chavista, da lo mismo.
- La incertidumbre petrolera no terminará con las decisiones de Biden, pues el potencial triunfo de Trump volverá a barajar todo este juego y a ningún player que tenga que meter plata a largo plazo, le parecerá atractivo hacerlo sin aclarar hacia dónde va esto en 2025.