Ysrrael Camero (ALN).- El bipartidismo tradicional se acerca al 50% de apoyo para las elecciones generales del 10 de noviembre. La suma del apoyo electoral del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y del Partido Popular (PP), que dominaron la política española desde los años 80 hasta 2011, alcanza el 49,7% de las preferencias.
Los últimos trackings, tanto de RedLines como de Sigma Dos, muestran la consolidación de la tendencia a la conformación de un bipartidismo atenuado en bloques, con dos partidos centrales y partidos satélites a su alrededor.
En pleno desarrollo de la campaña el PSOE parece recuperar parte del terreno perdido con las protestas catalanas, encontrándose con un 27,2% de las preferencias, con lo que podría retener 122 diputados. Pedro Sánchez seguirá siendo la primera opción para formar gobierno en noviembre, aunque los números lo colocan muy lejos de la mayoría necesaria para hacerlo en solitario.
Tras superarse la era en que los dos grandes partidos copaban el espectro, el electorado español se ha tornado muy volátil al momento de votar, a pesar de seguir manteniendo una lealtad al bloque ideológico. Eso implica que, a dos semanas de las elecciones generales, todavía hay muchos ciudadanos indecisos respecto al partido que votarán. Serán dos semanas largas.
El comportamiento electoral de sus potenciales aliados no contribuye a conformar esa mayoría progresista. Unidas Podemos (UP) parece estabilizarse, alcanzando el 12,6% de los votos, lo que lo llevaría a preservar 32 escaños, perdiendo únicamente tres diputados. La nueva organización encabezada por Íñigo Errejón, Más País, se estabiliza en 4,4%, con la posibilidad de incorporar cinco diputados al Congreso.
El Partido Popular, que había venido creciendo de manera sostenida, parece conseguir su techo electoral, con 22,1% de las preferencias, lo que elevaría su espacio en el Congreso a 99 diputados, una recuperación enorme respecto a los 66 actuales. La tolda liderada por Pablo Casado se ha beneficiado del derrumbe de Ciudadanos, pero ha chocado con el espacio que toma Vox a su derecha, colocando a los populares en un umbral difícil de quebrar.
El crecimiento de Vox también parece estabilizarse. Ha sido el más beneficiado con la reactivación del tema catalán tras la sentencia del procés y las jornadas de protesta en esta Comunidad Autónoma. Cuenta ya con el 10,8% de las preferencias, con lo que alcanzaría 33 escaños en el próximo Parlamento, nueve más que los actuales. El ascenso de Vox se ha convertido en un obstáculo para la recuperación del Partido Popular.
La exhumación del cadáver del dictador Francisco Franco podría tener un efecto en este desplazamiento interno del electorado conservador. Colocar nuevamente al franquismo en los reflectores de la opinión pública tiende a beneficiar a Vox, pero en desmedro del apoyo electoral del PP. Es una decisión riesgosa del gobierno, cumpliendo una promesa al electorado progresista, pero exacerbando los ánimos en el núcleo conservador, debilitando al partido más fuerte y polarizando con el más radical.
A pesar de haber tomado un segundo aire luego de la sentencia y con las protestas en Cataluña el descenso de Ciudadanos no se detiene, con un 9,9% de las preferencias electorales, obtendría 19 escaños en las generales, un derrumbe respecto a los 57 actuales. No sólo ha sido superado por Vox y UP, sino que corre el riesgo de ser desplazado por el ascenso de la ERC.
El sistema electoral español premia la concentración de los votos en un territorio, lo que beneficia la representación política de los nacionalismos periféricos. En el País Vasco estos nacionalismos estarán representados por seis diputados del conservador PNV, que alcanza el 1,5% de las preferencias, y por el radical Bildu, que con 1% de respaldo obtendría cuatro escaños en el Congreso. Ambos conservarían el mismo número de escaños que obtuvieron en abril.
En Cataluña, en medio de las protestas contra la sentencia del procés, también parecen consolidarse las tendencias. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) alcanza el 3,9% de los votos alzándose con 16 diputados que irán al Congreso en Madrid, uno más que en abril. Lejos va quedando Junts per Catalunya (JxCat), que apenas obtendría cuatro escaños con el 1,4% de los votos. La CUP, radical, asamblearia e independentista, llegaría al Parlamento español con los tres diputados que pierde JxCat.
No parece haber variaciones importantes en otros espacios. Navarra Suma obtendría dos escaños. Al igual que la Coalición Canaria. El Bloque Nacionalista Galego (BNG) llevaría un diputado al Congreso. Teruel Existe podría tener representación de un diputado, lo mismo que el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) de Miguel Ángel Revilla.
Tras superarse la era en que los dos grandes partidos copaban el espectro, el electorado español se ha tornado muy volátil al momento de votar, a pesar de seguir manteniendo una lealtad al bloque ideológico. Eso implica que, a dos semanas de las elecciones generales, todavía hay muchos ciudadanos indecisos respecto al partido que votarán. Serán dos semanas largas.