Ysrrael Camero (ALN).- Nos encontramos a pocos días de la realización del que será el único debate electoral de esta campaña, el lunes 4 de noviembre, y la publicación y promoción de las encuestas han sido uno de los factores empleados para crear un clima de opinión pública con miras a esta fecha. La última encuesta del CIS se encuentra en el centro de la discusión.
Para el debate cada uno de los líderes políticos llega con expectativas y tácticas distintas, derivadas de la agenda de discusión pública, y alimentadas por la percepción de crecimiento o descenso de sus organizaciones. Unos tienen razones para llegar ansiosos o preocupados por una potencial caída, otros tensos por el agotamiento de su estrategia, y algunos con la confianza de moverse a favor del viento.
Como decía Maquiavelo tanto la fortuna como la virtud son claves en el destino de los políticos, la primera se presenta para probar a la segunda. La coyuntura del debate es percibida como un reto para Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias, quienes enfrentan los peligros del escenario, mientras que se presenta como un entorno propicio de oportunidades para Pablo Casado y Santiago Abascal, quienes parecen gozar del buen viento de las encuestas y de una agenda pública convulsa con el tema catalán.
Esta semana el CIS ha conseguido colocarse en la agenda de la opinión pública con una encuesta que ha generado polémicas. El campo de esta encuesta, mucho más amplio que el de cualquier otra, con 17.650 entrevistas, fue tomado entre el 21 de septiembre y el 13 de octubre. Esto quiere decir que no están en capacidad de mostrar el impacto de la sentencia del procés, de las posteriores manifestaciones catalanas ni de la exhumación de los restos de Francisco Franco.
Así, Pedro Sánchez llegará al 4 de noviembre soportando un descenso progresivo de su apoyo en la mayor parte de las encuestas. En cambio Pablo Casado, quien ha desarrollado una campaña centrada y moderada, se presentará con datos positivos de crecimiento para el PP, por lo que se encontrará con una postura más holgada y con mayor confianza que en momentos previos.
Albert Rivera podría tener razones para presentarse más angustiado e impaciente que en los debates de abril, porque la caída de apoyo de Ciudadanos podría necesitar un golpe de efecto para ser revertida, y Rivera estará interesado en presentarse más vigoroso que Casado y Abascal.
Pablo Iglesias, quien abrirá y cerrará el debate, tiene razones para mostrar preocupación, se encuentra atrapado entre su postura inicialmente radical y su apoyo a Sánchez. El descenso de UP parece haberse detenido, pero mantener a su electorado movilizado, evitando un deslizamiento a la abstención, a Íñigo Errejón o a los socialistas, podría bloquear el desarrollo fluido de una estrategia que lo ubique en el escenario.
La presencia de Abascal, de Vox, por primera vez tras haber ingresado al Congreso en abril, podría marcar un cambio en el talante del debate. La mayor parte de las encuestas muestra el crecimiento de Vox, y siendo el primer tema la “Cohesión de España”, la crisis catalana le dará muchas oportunidades para colocar sus mensajes rupturistas y de confrontación españolista. Sin nada que perder Abascal es el contendor más peligroso en el debate.
En este escenario el momento de publicación de las encuestas forma parte de la táctica electoral de algunas organizaciones, interesadas en mostrar su fortaleza para influir en la decisión de un electorado volátil.
Esta semana el CIS ha conseguido colocarse en la agenda de la opinión pública con una encuesta que ha generado polémicas. El campo de esta encuesta, mucho más amplio que el de cualquier otra, con 17.650 entrevistas, fue tomado entre el 21 de septiembre y el 13 de octubre. Esto quiere decir que no están en capacidad de mostrar el impacto de la sentencia del procés, de las posteriores manifestaciones catalanas ni de la exhumación de los restos de Francisco Franco. Con la volatilidad que caracteriza al electorado español en la actualidad es difícil que las preferencias no se hayan modificado las últimas semanas.
Esta encuesta muestra que uno de cada cinco votantes (20,3%) se encuentra indeciso, y que se abstendría un 11,8%. Al restarse los abstencionistas la indecisión se eleva a un 32,3%, casi uno de cada tres.
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Presenta un crecimiento del PSOE del 28,7% que obtuvo en abril al 32,2% de los votos para noviembre, lo que elevaría su representación de los 123 diputados actuales a una brecha que iría entre 133 y 150 escaños.
Unidas Podemos se mantendría con un pétreo apoyo del 14,6%, incrementando en tres décimas sus votos de abril. Sus actuales 42 escaños se mantienen dentro de la horquilla que les pronostica el CIS, entre 37 y 45 diputados. Lo que implicaría que su votación no sería afectada por la aparición de Más País, que en la misma encuesta aparece con 2,9% de apoyo, obteniendo entre tres y cuatro diputados.
Como la mayor parte de los electores desplaza sus preferencias entre los que pertenecen al mismo bloque ideológico, al momento de configurar las coaliciones posibles toca combinar los peores y mejores resultados de cada organización. De esta manera, con el peor resultado posible del PSOE y con el mejor de UP obtendrían en conjunto 178 diputados, suficientes para constituir una mayoría absoluta y formar gobierno. Con el peor resultado de cada organización del bloque PSOE+UP+MP sumarían 173 diputados, por lo que necesitarían del apoyo del PNV para formar gobierno.
La encuesta del CIS también muestra un crecimiento del PP, más tímido que el que muestran otras empresas encuestadoras, del 16,7% al 18,5%; al incorporar a Navarra Suma, elevaría su representación, de los 68 diputados actuales, a un abanico entre 76 y 83 escaños. Lo que es un número inferior al centenar que pronostican otros.
En esta encuesta el descenso de Ciudadanos es importante, pasando del 15,9% de abril a un 10,6%. Con esto bajarían de los 57 diputados actuales a un margen que se mueve entre 27 y 35 escaños.
Un dato importante de la encuesta del CIS es que muestra a Vox en un fuerte descenso, pasando del 10% de apoyo que obtuvo en abril al 7,9%. Esto implicaría perder algunos de los actuales 24 diputados que tiene actualmente, para quedarse entre 14 y 21 escaños.
Incluso con el mejor resultado de cada organización, lo que es poco probable, la sumatoria de los partidos del bloque conservador apenas alcanzaría los 139 diputados. Quedando muy lejos la posibilidad de formar gobierno.
En el universo catalán el CIS ratifica las tendencias que han estado presentes en otras encuestadoras. ERC sube cinco décimas de apoyo respecto a abril, para colocarse en 4,4% de los votos, incrementando su representación de los actuales 15 diputados a moverse entre 16 y 18 escaños para noviembre. JxCat perdería apenas una décima, quedando con 1,8% entre cuatro y seis escaños, actualmente tiene siete diputados. La CUP aparece con 0,6%, con lo que obtendría entre uno y dos diputados.
La representación del nacionalismo vasco se muestra estable, el PNV se mantiene en 1,5% de apoyo, con un margen de representación entre seis y siete diputados, mientras que Bildu sube dos décimas, a 1,2%, elevando un diputado más a su representación, quedando con cinco escaños en el Congreso. Coalición Canaria tendría entre uno y dos diputados, al igual que PRC.
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La publicación de esta encuesta ha desatado polémicas, dado el contraste con las realizadas por otras empresas. Lo que también pasó en el marco de las elecciones generales de abril. El factor que caracteriza la polémica actual es menos metodológico y más de sentido de oportunidad. Al cerrarse el campo de la encuesta del CIS justo antes de la publicación de la sentencia del procés su fotografía puede ser inexacta, por lo que toca ver otras imágenes más recientes.
Otras encuestadoras, privadas, han presentado también sus resultados, ofreciendo un cuadro distinto y más actual. Podemos destacar lo señalado por SyM Consulting, quien publicó su encuesta el 30 de octubre de 2019, con campo realizado entre el 26 y el 27, por teléfono, a 1.923 encuestados, con un margen de error del 2,2%. Mostrando una estimación de la participación del 72,3%.
Esta encuesta, a diferencia del CIS, pero en correspondencia con la mayoría de las empresas encuestadoras, proyecta un descenso importante del apoyo al PSOE que, con 27,1% de los votos, podría alcanzar entre 102 y 115 diputados. UP, con 9,6%, podría obtener entre 34 y 36 diputados. Mientras que Más País, con 3,3% de los votos, llevaría entre tres y cinco diputados al Congreso.
Muestra esta encuestadora un cambio en la correlación de fuerzas dentro del bloque conservador. El crecimiento del Partido Popular, con un 22,2% de los votos, podría llevar entre 80 y 94 diputados populares al Congreso, mientras que Ciudadanos, descendiendo al 10,3% de los votos, podría tener entre 35 y 40 escaños.
Lo más destacado es el crecimiento que muestra para Vox, organización que, con el 13,8% de los votos, podría tener entre 45 y 49 diputados para noviembre. Estos resultados podrían llevar a los conservadores a formar gobierno, contando con una determinante presencia de la ultraderecha.
Tenemos también el ElectoPanel, que sintetiza los resultados de varias encuestadoras, y es publicado por Electomania, con fecha del 29 de octubre de 2019. Este le otorga al PSOE un 26,6% de los apoyos, descendiendo a 118 diputados, al tiempo que UP, con 12,7% de los votos, tendría 33 diputados. Más País se quedaría con 4% de los votos y cinco diputados. El bloque progresista se quedaría con 156 diputados, a 20 de los necesarios para formar gobierno.
El bloque conservador se sigue proyectando con un crecimiento importante, el Partido Popular alcanzaría un 21,8% de los votos, llegando a los 98 diputados, a los que se sumarían los dos que obtendría Navarra Suma, llegando al centenar. Vox, llegando al 12,6%, obtendría 40 diputados. Mientras que Ciudadanos, descendiendo al 9%, llegaría a 15 diputados. Los conservadores alcanzarían juntos 155 escaños en el Congreso, insuficientes para gobernar también.
El catalanismo independentista no varía. ERC, con 4,1% de apoyo y 16 diputados, frente a JxCat, con 1,4% de los votos, y cinco diputados, mientras que la CUP, con 1,2% alcanzaría a elegir tres diputados. El nacionalismo vasco se mantiene estable, el PNV con 1,5% y seis escaños, frente a Bildu, con 1% y cuatro escaños.
Tendríamos una presencia de varias organizaciones regionales, sin capacidad para formar un grupo propio, la Coalición Canaria, con dos diputados y 0,6% de apoyo. El Partido Regionalista de Cantabria, de Miguel Ángel Revilla, con 0,3% y un diputado. Teruel Existe, con un diputado y el Bloque Nacionalista Galego también un diputado con el 0,5% de los votos.
A pesar de ser una campaña corta la indecisión y volatilidad del electorado la tornan dilatada y farragosa, donde cada gesto y acción impactan sobre los niveles esperados de participación, si esta aumenta la izquierda se beneficia, o sobre los movimientos de los electores dentro de los mismos bloques ideológicos, los votantes que se desplazan de Ciudadanos al PP, o del PP a Vox, de UP al PSOE y a Más País o de JxCat a ERC, podrían ser un ejemplo. En la medida que se acerca el momento de las elecciones generales el costo de cada error se incrementa significativamente y el debate del 4 de noviembre será un hito importante para el que cada organización se está preparando.