Ysrrael Camero (ALN).- El próximo 14 de febrero se celebrarán en Cataluña unas nuevas elecciones autonómicas. Tras la caída, previa inhabilitación, de Quim Torra, los catalanes volverán a encontrarse en las urnas electorales. Las negociaciones de los Presupuestos Generales del Estado estuvieron salpicadas por la política catalana, de donde derivaron vetos cruzados entre ERC y Ciudadanos. Las encuestas parecen señalar grandes cambios en el mapa político. ¿Se detendrá la deriva independentista?
El sistema político catalán se estructura de manera distinta a la del resto de España. Su eje vertebrador no mira a Madrid sino a Barcelona. Se cruzan dos clivajes políticos que conviven en tensión: al tradicional, ideológico, que separa izquierdas y derechas, se incorpora la disputa nacionalista. En los polos podemos encontrar un catalanismo soberanista frente a un españolismo, en versión liberal, como el de Ciudadanos (Cs), bien sea conservador, como el del Partido Popular (PP), minoritario entre los catalanes, o tradicionalista, como lo muestra un emergente Vox.
Tres encuestas pueden indicarnos hacia dónde se dirige el cambio en la opinión, a pesar de que todavía falta mucho para los comicios. El más reciente barómetro realizado por el Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat de Cataluña, con fecha del 7 de noviembre, nos traza un mapa completo de los desplazamientos.
El independentismo se ha convertido en minoría. Respecto a la relación entre España y Cataluña, sólo 34,9% sostuvo la idea de la independencia; entre los que sostuvieron que Cataluña debería seguir dentro de España, un 28% defendió el modelo autonómico, y 22,6% un esquema federal.
Se consolida la primacía de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) dentro del bloque independentista, así como el derrumbe de Ciutadans, y el crecimiento de los socialistas catalanes. Este escenario podría facilitar una desescalada del tema catalán y una estabilización de la gobernabilidad española. ERC aparece con 20,9% de intención de voto, cayendo JxCat a 8,1%, por debajo del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) que alcanzaría un 10,9%.
La encuesta del Gabinet d’Estudis Socials i Opinió Pública (Gesop), del 29 de octubre, nos muestra señales similares. En el independentismo el cambio en la correlación de fuerzas internas podría fortalecer la política de la desescalada del soberanismo catalán impulsada desde el gobierno de Madrid, ya que ERC obtendría el 22,9% de los votos, entre 35 y 36 escaños en el Parlament, mientras retrocedería JxCat al 18,3%, obteniendo entre 28 y 29 diputados. La radical y asamblearia CUP obtendría 5,8% de los votos y ocho escaños.
El voto no independentista también parece moverse. El PSC aumenta su votación hasta alcanzar un 17,5%, con lo que tendrían entre 24 y 25 escaños. El hundimiento de Cs convierte al PSC, liderado por Miquel Iceta, en el partido con más escaños fuera del bloque independentista. Esto incrementa su capacidad de interlocución en la política catalana. Dentro del PSC coinciden las perspectivas catalanistas con una defensa del marco constitucional y del Estatuto Autonómico, lo que los ha llevado a asumir posturas federalistas, contrarias al independentismo.
Catalunya en Comú-Podem (Cat Comú-Podem), que representa a Unidas Podemos entre los catalanes, y que apoya a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, permanece electoralmente estancada, se limitaría al 7,3% de los votos, lo que significarían entre 16 y 17 escaños.
El otro gran dato es el derrumbe de Ciudadanos. Los votos que obtuvo Ciutadans en las últimas autonómicas se dispersarían. En 2017, con Inés Arrimadas, se convirtió en el partido más votado, con 25% de apoyos y 36 diputados. De acuerdo a la encuesta de Gesop, retrocederían hasta 16 o 17 escaños, con una votación del 12,5%. De esos apoyos sólo conservan poco más de una cuarta parte, migrando un 11,1% a un emergente Vox, yendo un 8,9% al PSC, y un 5,6% al PP. Un 14,4% de los que votaron por Ciudadanos probablemente no voten en las elecciones de febrero, mientras que 30% se mantiene indeciso.
El Partido Popular y Vox se dividirían los votos de los sectores de la derecha, subiendo los populares sus apoyos, hasta obtener un 6,2% de los votos, entre siete y ocho diputados, y entrando Vox en el Parlament con 5,1% de los votos y cinco diputados. Varios comentaristas se han mostrado estupefactos por el desplazamiento de votantes de Ciudadanos a Vox, pero esto puede tener una explicación derivada del clivaje polarizado entre catalanismo y españolismo. Ciudadanos emergió a la política catalana defendiendo los derechos de los castellanoparlantes frente a las políticas identitarias del catalanismo más radical, el proceso soberanista amplió las brechas internas, fortaleciendo, como un efecto espejo, al españolismo identitario; por ende, la aparición de Vox como opción se hace tentadora para muchos que votaron en 2017 por la tolda naranja.
Desescalar el tema catalán
Por su parte, el Institut de Ciències Politiques i Socials (ICPS) realizó un sondeo de opinión en Cataluña, cuyo campo cerró el 14 de octubre, y aporta más datos significativos. El 16,1% muestra simpatías hacia ERC, mientras el 15,5% lo hace hacia el PSC, mostrando un 6% simpatía con las ideas de Podemos, similar porcentaje al que obtiene JxCat (5,8%). Al preguntársele sobre qué partido defiende los intereses de los españoles, el 24,6% señaló al PSC, pero cuando se les interrogó sobre los intereses de los catalanes un 25% apuntó hacia ERC.
De manera similar que el barómetro del CEO, la encuesta del ICPS también apunta a un debilitamiento de la opción independentista entre los catalanes. Al preguntarse a los encuestados sobre la relación entre España y Cataluña sólo un 35,9% optó por ser un Estado independiente. La defensa del régimen autonómico tuvo un apoyo del 27,3%, mientras que la opción federalista fue apoyada por un 18,4% de los encuestados. Al limitarse las opciones, debiendo escoger entre seguir perteneciendo a España, o ser un Estado independiente, un 53,5% de los encuestados apoyaron la permanencia dentro de España.
Respecto a la intención de voto, independientemente de la simpatía, los resultados de la encuesta del ICPS muestran tendencias similares a las de Gesop: sería ERC el más votado, con 19,6% de los apoyos, seguido por el PSC, con 9,8%, y JxCat con 8,6%, quedando tercero Podemos con 5,9% y retrocediendo Cs al 4%.
A pesar de que faltan meses para la realización de las elecciones autonómicas en Cataluña, los movimientos de opinión que están sucediendo en esa Comunidad Autónoma están impactando en la política española actual.
En el debate presupuestario, el acercamiento preferente del gobierno de coalición a ERC, ignorando a Cs, que tanto empuja UP, tiene una línea de interpretación en la manera como se está moviendo el clima de opinión catalán. Recordemos que desescalar el tema catalán es una de las claves de la estabilización, no sólo del actual gobierno de coalición, sino incluso de la democracia española y su centralidad.