Antonio José Chinchetru (ALN).- El Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) concurre a las elecciones con un programa que propugna una reforma constitucional que reconozca a Cataluña como nación y reconvierta a España en un Estado federal. Apuesta además por mantener el actual modelo de inmersión lingüística en catalán y reducir la capacidad de otras regiones españolas para bajar impuestos.
El programa del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) supera con mucho las competencias del Parlamento autonómico, puesto que propugna una reforma constitucional para el conjunto del país, cambios fiscales a nivel nacional e incluso el impulso de legislación de la Unión Europea. El PSC quiere convertir a España en un Estado federal y plurinacional, en el que Cataluña tenga blindado un mayor nivel de autogobierno que otras comunidades autónomas.
España es uno de los países más descentralizados del mundo, por encima de la mayor parte de sistemas federales que existen en todos los continentes. A pesar de eso, el PSC insiste en la reforma constitucional, y propugna la transformación de las comunidades autónomas en “entes federados”. Además, propone “el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado, junto con el reconocimiento de Cataluña como nación”. En ese Estado federal no todas las regiones gozarían del mismo nivel de autogobierno, puesto que el programa propone “el reconocimiento de una asimetría competencial”. Esto significa que Cataluña tendría blindada una mayor autonomía que el resto de comunidades.
Reclama que se ponga límite a la capacidad de las regiones para reducir algunos impuestos
El PSC hace suya una histórica reclamación del independentismo, al proponer en la reforma constitucional “la consideración de los temas lingüísticos, educativos y culturales como competencia estricta de las comunidades con lengua propia”. De esta manera, pretende que el Estado central no tenga capacidad alguna para influir en el sistema educativo catalán, denunciado por el resto de partidos no independentistas como una herramienta de adoctrinamiento separatista, ni ante la imposición del uso exclusivo del catalán en la Administración pública y como idioma de uso obligatorio en los negocios privados. También propone “la territorialización del sistema de gobierno del poder judicial”, lo que se traduciría en que el Consejo General del Poder Judicial dejaría de existir. Se trata de otra clásica reivindicación del nacionalismo.
Aumento de la presión fiscal
La exigencia de tener un mayor autogobierno en Cataluña no impide que el PSC quiera limitársela a otras comunidades autónomas en determinadas cuestiones. Así, reclama que se ponga límite a la capacidad de las regiones para reducir algunos impuestos como el de sucesiones y el de patrimonio (en ambos casos, en Cataluña son mucho más elevados que en otras zonas de España). De hecho, el programa socialista pasa por una elevación de ambos gravámenes y propone “el establecimiento de un impuesto a la riqueza”. Otras nuevas imposiciones fiscales que propone son a los depósitos bancarios (ya existió en el pasado) y a las transacciones financieras. A lo anterior se suman nuevos impuestos medioambientales, con el objetivo de lograr “la mejora de la calidad ambiental y también de la economía en su conjunto al actuar como motor de cambio del comportamiento de los agentes económicos”.
Pero las propuestas en materia fiscal no se limitan a Cataluña y el resto de España. El programa para las elecciones autonómicas alcanza a la Unión Europea. Así, propone “crear la capacidad fiscal de la Eurozona, sostenida sobre los beneficios del BCE (Banco Central Europeo), el impuesto de transacciones financieras y una fracción del impuesto de sociedades, con el objetivo de financiar las inversiones anticíclicas y un Seguro Europeo de Desempleo”.
Reforma electoral
El PSC quiere reducir la edad mínima de voto a los 16 años
El PSC propone una reforma electoral “que mejore la proporcionalidad del actual modelo, para conseguir que el partido que tenga más votos sea también el que tenga más escaños”. En este sentido, ya ha ocurrido en el pasado que el PSC ganara unas elecciones en papeletas pero en diputados venciera la coalición nacionalista Convergència i Unió. Además de propugnar la desaparición de la provincia como circunscripción electoral, y sustituirla por siete demarcaciones electorales y 57 distritos uninominales, el PSC quiere reducir la edad mínima de voto a los 16 años.
Fomento del catalán
El PSC defiende el mantenimiento del actual modelo de inmersión lingüística en catalán en el sistema educativo (donde el español recibe el mismo trato que los idiomas extranjeros) y de otras medidas de fomento de la lengua autonómica frente al castellano. Propone además que el catalán pueda ser utilizado en todas las instituciones del Estado y de la Unión Europea.