Antonio José Chinchetru (ALN).- Ciudadanos concurre a las elecciones del 21 de diciembre con un programa muy breve si se compara con el de los partidos de izquierdas e independentistas. Está muy centrado en superar el desafío independentista y acabar con el adoctrinamiento nacionalista en los medios de comunicación públicos y el sistema educativo. También incluye medidas de corte económico y otras destinadas a que 20.000 escolares puedan acudir a clases en escuelas en vez de en módulos prefabricados.
Lejos de los larguísimos programas electorales de los partidos independentistas y de izquierdas, el de Ciudadanos (C’s) tiene en común con el del PP su relativa brevedad. No llega a 30 páginas. Además, y al contrario de lo que ocurre con las formaciones que ofrecen más de 150 páginas de propuestas, sus compromisos se circunscriben a Cataluña, sin pretender legislar a nivel nacional o incluso europeo.
El partido de Albert Rivera e Inés Arrimadas apuesta por revertir la situación creada por el desafío independentista, la defensa de un bilingüismo real y desideologizar tanto la administración como los medios de comunicación públicos. También se compromete a que 20.000 alumnos puedan acudir a clases en las escuelas en vez de en módulos prefabricados.
Rebajas de impuestos
Dentro de las medidas destinadas a revertir la situación creada por el desafío independentista figura la aprobación de “un Plan de Choque para el Retorno de las Empresas que recoja un ambicioso programa de incentivos fiscales, financieros y administrativos que logrará restablecer la seguridad jurídica y la confianza en la economía catalana”. Junto a una bajada de los primeros tramos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) “para equiparar los impuestos que pagan los catalanes a la media nacional”, se incluye una revisión general de la fiscalidad autonómica “para hacerla atractiva para atraer talento”.
Propugna una política fiscal diseñada “para atraer empresas a nuestra comunidad, no para expulsarlas”
En este sentido, Ciudadanos se compromete a identificar “aquellos impuestos que suponen una barrera para atraer talento y los reduciremos para que nuestra comunidad vuelva a ser uno de los destinos preferidos para profesionales nacionales e internacionales de primer nivel”.
La formación naranja también propugna una política fiscal diseñada “para atraer empresas a nuestra comunidad, no para expulsarlas”. Su programa sostiene que los partidos independentistas “han hecho todo lo posible para convertir Cataluña en un infierno fiscal para las empresas”.
Medios de comunicación
El programa de Ciudadanos también incluye medidas relativas a los medios de comunicación de la Generalitat de Cataluña y a la inyección de dinero público a los medios privados que han sido herramientas del separatismo. Propone acabar con “la publicidad institucional repartida a dedo para financiar medios afines a la causa independentista”. El partido de Rivera recuerda que sólo en 2017 se han repartido de esta manera 30 millones de euros (35,3 millones de dólares) y que algunos medios “viven prácticamente en exclusiva de las subvenciones” del Gobierno catalán.
Sobre la televisión y la radio públicas (TV3 y Catalunya Ràdio) sostiene que garantizará su “neutralidad, pluralidad y respeto”. El programa subraya: “Todas las opiniones deben tener cabida, pero también debe quedar claro qué es opinión y qué es información para garantizar un servicio público neutral y libre de sesgo político”. Además, asegura: “Garantizaremos la despolitización de la programación dirigida a los menores de edad”.
Educación y lengua española
C’s también ataca en su programa otro de los pilares del adoctrinamiento independentista: el sistema educativo y la escolarización obligatoria en catalán. Así, sostiene: “Queremos una escuela pública donde no se politice a nuestros hijos, donde se enseñe a pensar y no qué pensar. Una escuela en libertad y sin ideologías es fundamental para el desarrollo personal de los alumnos”.
“Queremos una escuela pública donde no se politice a nuestros hijos, donde se enseñe a pensar y no qué pensar”
Frente a la llamada ‘inmersión’ lingüística, se compromete a implantar “un modelo de escuela trilingüe” en el que “el español y el catalán sean las lenguas de enseñanza en las aulas, en igualdad de condiciones, promoviendo que el inglés sea utilizado también como lengua vehicular”.
Entre sus propuestas para el sistema educativo está también dotarlo de unas instalaciones adecuadas. En concreto, el programa dice: “Pondremos en marcha un plan para acabar con los barracones que afectan a más de 20.000 estudiantes en Cataluña”. Estos barracones son módulos prefabricados en los que se imparten las clases, en vez de aulas dentro de edificios escolares. Según publicó el diario electrónico Crónica Global en julio de este año, en el curso pasado había en la comunidad autónoma 1.010 de estos barracones, que en numerosos casos no cuentan con los adecuados sistemas de calefacción o de ventilación.
En otras regiones españolas también existe este tipo de estructuras, pero en una cantidad mucho menor. Es el caso de Andalucía (170) y Baleares (108). En comunidades como Madrid, Canarias, Castilla y León, Canarias, La Rioja y Extremadura no existen estos barracones.