Daniel Gómez (ALN).- ¿Quién dijo que el votante de Vox se esconde? Las imágenes y vídeos que comparte el partido en redes sociales demuestran una cosa: que son los que más gente movilizan. Esta mañana colapsaron la entrada de la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid, anoche la plaza de Colón, hace tres días desbordaron el Palacio del Congreso de Córdoba, el 30 de marzo reunieron a 15.000 simpatizantes en Barcelona…
Una muchedumbre agitó el madrileño barrio de Argüelles. Era la “marea patriótica” de Vox, que, en la mañana del viernes, al son del himno de España y de las consignas de Iván Espinosa de Monteros, vicesecretario de Relaciones Institucionales, hicieron gala de su poder de movilización frente a la Universidad Pontificia de Comillas.
Fue un acto de campaña, pero también de rebelión. De protesta contra la universidad, que el jueves en la tarde canceló una conferencia de Espinosa ante las quejas de varios alumnos.
Estos no querían que el partido usara sus aulas para hacer campaña. Lo consiguieron. La conferencia de Espinosa no tuvo lugar ahí. Y, de paso, también consiguieron que los fieles de Vox -algunos de ellos, también alumnos- se agolparan frente a la universidad para demostrar un poder de movilización con el que no cuenta ningún otro partido en España.
📹 Suena el himno nacional en el acto improvisado de @ivanedlm con cientos de jóvenes a las puertas de ICADE porque el rector ha prohibido su conferencia. Aunque sigan prohibiendo no pueden poner puertas al campo #EspañaViva 🇪🇸 pic.twitter.com/jMxDbP7lqq
— VOX Noticias 🇪🇸 (@voxnoticias_es) 11 de abril de 2019
Las redes sociales están relatando esta realidad. Vox, que en Facebook, Instagram y Twitter se maneja mejor que nadie, compartió imágenes de la conferencia de Espinosa frente a la universidad. Abarrotada de jóvenes, hombres y mayores.
Las redes sociales también mostraron la multitud que acudió en la medianoche del jueves a Colón. Allí, el líder del partido, Santiago Abascal, estrenó la campaña oficial con la tradicional pega de carteles, y su también tradicional baño de masas y banderas de España.
Todo comenzó en Vistalegre
El fervor por Vox se hizo evidente el 7 de octubre de 2018. Por aquel entonces, un partido casi tan poco mediático como Abascal, abarrotaba el Palacio Vistalegre de Madrid con 9.000 personas.
El fenómeno Vox se confirmó dos meses después, cuando en las elecciones andaluzas captaron 16% de los votos. El resultado supuso una sorpresa generalizada. Por el auge del partido, y porque ese porcentaje permitió a la derecha formar un gobierno en coalición y poner punto final a la hegemonía del Partido Socialista en Andalucía.
Vox, lejos de ser una moda pasajera, se convirtió en fenómeno de masas. Sus votantes, al contrario de lo que se piensa, no se esconden. Son jóvenes, adultos y mayores. Van a los actos, llenan plazas y auditorios.
A los mítines del PSOE, PP, Ciudadanos y Podemos sí, acude gente -se puede ver en los vídeos que comparten en redes sociales- pero no es el fenómeno que acompaña a Vox. La prueba está en lo ocurrido este viernes en Comillas, la noche del jueves en Colón, el 7 de octubre de 2018 en Vistalegre, hace tres días en Córdoba…
Desbordando Córdoba, Barcelona y una discoteca
El martes Abascal fue al Palacio de Congresos de Córdoba. En el auditorio había 750 personas plazas. Todas se llenaron, dejando fuera a otros tantos simpatizantes de Vox.
Otra fecha reseñable es la del pasado 30 de marzo. En Barcelona, en el feudo de Ciudadanos, sede también de partidos independentistas, 15.000 personas se reunieron para asistir a un mitin de Abascal.
El acto se llenó al tiempo que probó que el último pronóstico del Centro de Investigaciones Sociológicas está bien encaminado: En la provincia de Barcelona Vox conseguirá tres escaños. Los mismos que Ciudadanos, dos más que el PP.
Sobre este acto de Vox, también es llamativo el contraste. Este jueves en la Universidad Autónoma de Barcelona la candidata estrella del PP por la provincia, Cayetana Álvarez de Toledo, lideraba un acto constitucionalista que también agitó las masas. Pero en su contra. Se movilizaron para increparla y boicotearla.
Los seguidores de Vox están vivos. Movilizados. Más que los partidos tradicionales. Más que los partidos nuevos. Hasta llenaron una discoteca. El 1 de marzo en el Teatro Barceló, el antiguo Pachá de Madrid, vendió todas las entradas en un acto que tenía como dj a Santiago Abascal.