(EFE).- La erupción volcánica en Cumbre Vieja, en la isla española de La Palma, ha entrado en una fase de estabilidad, lo que ayudaría a no incrementar los daños ya causados, según aprecian los científicos, que no obstante advierten de que en las próximas horas se puede producir un empeoramiento en la calidad del aire.
El director técnico del Plan de emergencia volcánica de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, ha afirmado este miércoles tras la reunión del comité, que no obstante hay que mantener la máxima prudencia posible porque la realidad del volcán «es cambiante», pero ha insistido en que si se mantiene esta constante de estabilidad «es bueno para todos».
Sin embargo, es probable que con el movimiento del viento rolando a otras posiciones en las próximas horas se genere un problema de partículas en suspensión que empeore la calidad del aire en la isla, ante lo que la directora en Canarias del Instituto Geográfico Nacional (IGN), María José Blanco, señaló que hasta ahora, se han registrado concentraciones altas de micropartículas que no han supuesto un riesgo para la población.
La también portavoz del Pevolca ha añadido que se está a la espera de obtener los resultados del análisis de metales en laboratorio para evaluar su incidencia, y ha indicado que hará una campaña de medida del ácido clorhídrico en las poblaciones afectadas por el penacho marino.