«Si hay renuncia (al crudo ruso), los precios subirán a unos 300 dólares, y algunos creen que a hasta 500 dólares», dijo Nóvak a periodistas.
Nóvak opinó no obstante que actualmente es imposible renunciar a los hidrocarburos rusos, pero «estas declaraciones se hacen porque son importantes para los políticos».
«En todo caso, vamos a tratar de ampliar los suministros al creciente mercado de la región de Asia-Pacífico», dijo citado por la agencia Interfax.
El pasado 9 de marzo EEUU y Reino Unido anunciaron el veto de las importaciones de petróleo procedentes de Rusia, en rechazo a la campaña militar rusa en Ucrania.
Según el jefe de la diplomacia de los Veintisiete, Josep Borrell, los ministros exteriores de la Unión Europa tienen previsto examinar hoy sanciones contra el sector petrolero de Rusia por su «operación militar especial» en Ucrania.
El Kremlin advirtió horas antes de que un embargo europeo a las importaciones de petróleo ruso empeorará gravemente el mercado energético en Europa y «golpeará a todos».