Daniel Gómez (ALN).- En Madrid se destapó el caso de Luis Alberto Ramírez, un venezolano que se inventó una vida como cónsul y espía para extorsionar a sus compatriotas. De ahí que se le conozca como ‘Pequeño Nicolás’ venezolano, en referencia a un famoso impostor español. Pero lo cierto es que hay un personaje en Venezuela al que le queda mejor ese apelativo: Nicolás Maduro Guerra.
Nicolás Maduro Guerra es hijo de Nicolás Maduro. En Venezuela también lo conocen como Nicolasito. A pesar de su juventud, tiene 29 años, ya es todo un poder dentro de Venezuela. Ejerce de líder de las juventudes chavistas del PSUV y de diputado constituyente. Además, es jefe del Cuerpo Especial de Inspectores de la Presidencia de la República y coordina la Escuela Nacional de Cine.
El polifacético Nicolás Maduro Guerra también es economista. Se graduó en la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Bolivariana. Y por lo que le acusan, se ve que se tomó en serio sus materias, porque a este economista le está yendo bien en los negocios.
El diputado en el exilio Américo de Grazia dijo que el hijo de Maduro es el “rey del coltán”. De Grazia maneja informes, testimonios y ubicaciones que sentencian a Nicolasito como operador de las minas ilegales en el Arco Minero, al sur del país. De hecho, según este diputado, el hijo de Maduro estaría involucrado en el contrabando de coltán venezolano descubierto en Trieste, Italia, el pasado abril.
Por la minería ilegal Venezuela está padeciendo graves problemas, afirmó De Grazia en una conferencia en Madrid en el marco de la Cumbre del Clima. Problemas no sólo medioambientales. En el Arco Minero, afirmó el diputado, campean guerrilleros, disidentes de las FARC y criminales que se matan entre ellos por controlar los reservorios de coltán, diamantes y oro. A finales de noviembre murieron ocho personas en un tiroteo cerca de las minas, en la apartada población indígena de Ikabarú.
El polifacético Nicolás Maduro Guerra también es economista. Se graduó en la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Bolivariana. Y por lo que le acusan, se ve que se tomó en serio sus materias, porque a este economista le está yendo bien en los negocios.
Nicolasito no sólo operaría con coltán, sino también con oro. Christopher Figuera, el exjefe del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) que se le fue a Maduro, aseguró el hijo del mandatario está involucrado en el saqueo del oro, y que la inteligencia cubana está al tanto de todo.
Figuera también afirmó que el hijo de Maduro estableció un monopolio comprando oro de mineros artesanales al sur del país a precios muy bajos, para venderlos a precios más elevados en el Banco Central.
Si todo lo anterior es cierto, el historial de Nicolás Maduro Guerra bien le valdría el apelativo del ‘Pequeño Nicolás’ venezolano, con el que el diario El País definió a Luis Alberto Ramírez.
Luis Alberto Ramírez es otro joven de Venezuela. Tiene 37 años y vive en Madrid, donde finge ser cónsul y espía de Maduro para extorsionar a otros venezolanos que viven en la capital. Desde marzo la policía lo está buscando.
¿Y quién se atreve a investigar a Nicolasito, el hijo de Maduro?
¿Y por qué llaman a Luis Alberto Ramírez el ‘Pequeño Nicolás’ venezolano? Es un guiño al nombre con el que se dio a conocer a Francisco Nicolás Gómez Iglesias. Su caso se hizo famoso en España en 2014. Siendo un adolescente, Gómez Iglesias presuntamente estafó a decenas de personas haciéndose pasar por un alto cargo de Administración y el Gobierno, e incluso del Centro Nacional de Inteligencia.
En cualquier caso, ninguno de los delitos de los delitos que acusan a Gómez Iglesias o al venezolano Sánchez se comparan a los que le atribuyen a Nicolasito Maduro Guerra. Además, objetivamente el hijo de Maduro es el “pequeño Nicolás”. Seguro que en algún momento de su vida lo han llamado así.