Redacción (ALN).- En el corazón de la historieta argentina pocos nombres resuenan con tanta fuerza como Héctor Germán Oesterheld, el creador de El Eternauta la recién estranada serie de Netflix protagonizada por Ricardo Darín, una obra que trascendió las viñetas para convertirse en un símbolo de resistencia y humanismo. Sin embargo, la vida de este guionista, nacido el 23 de julio de 1919 en Buenos Aires, es una historia de genialidad creativa, compromiso político y un final devastador bajo la sombra de la dictadura militar argentina.
La producción y lanzamiento de la serie El Eternauta, de seis capítulos, y que capta la atención de los usuarios de la plataforma streaming en toda latinoamérica, ha servido para revivir en la memoria argentina la vida y tragedia de Oesterheld y su familia, víctima toda de la peor crueldad. Así, los carteles de la serie en la ciudad de Buenos Aires han sido cubiertos con los afiches de la desaparecida familia y a su vez la organización HIJOS y las Abuelas de Plaza de mayo han reforzado la búsqueda de dos de las nietas del artista que se presume fueron raptadas y entregadas a familias viculadas la dictadura que en la época buscaban adoptar.
En los años 50, Oesterheld irrumpió en la escena de las historietas argentinas, colaborando con la Editorial Abril y fundando, junto a su hermano Jorge, la Editorial Frontera. Revistas como Hora Cero y Frontera se convirtieron en el lienzo donde plasmó su talento. Con un estilo que combinaba acción, profundidad psicológica y crítica social, creó obras que rompieron moldes: Sargento Kirk (con Hugo Pratt), Ernie Pike y, sobre todo, El Eternauta (1957-1959), ilustrada por Francisco Solano López, una epopeya de ciencia ficción que narraba una invasión extraterrestre en Buenos Aires con un trasfondo profundamente humano.
Oesterheld no se limitó a contar historias; sus guiones eran espejos de su tiempo. El Eternauta, con su mensaje de resistencia colectiva frente a un poder opresivo, reflejaba los temores de la Guerra Fría, pero también anticipaba las luchas sociales que marcarían la Argentina de los años 60 y 70. Obras posteriores, como Mort Cinder (con Alberto Breccia) y El Eternauta, Segunda Parte (1969), mostraron una evolución hacia temas más filosóficos y políticamente cargados.
La llegada de la dictadura militar en 1976 marcó el inicio de un capítulo oscuro para Argentina y para Oesterheld. En 1977, a los 57 años, el guionista fue secuestrado por las fuerzas de seguridad en Buenos Aires. Según testimonios de sobrevivientes, fue llevado a un centro clandestino de detención, donde se presume que fue torturado y asesinado. Su destino final permanece envuelto en el misterio, como el de tantos desaparecidos de la época.
La tragedia no terminó con él. Sus cuatro hijas —Diana, Estela, Marina y Beatriz—, junto con sus parejas, también fueron secuestradas y desaparecidas entre 1976 y 1977. Solo su esposa, Elsa Sánchez, y dos nietos sobrevivieron.
Con información de Últimas Noticias.