María Rodríguez (ALN).- Pese a que la economía de República Dominicana crece a niveles de 5%, los recurrentes cortes de luz desde hace décadas, las pérdidas que registran las empresas eléctricas y los subsidios que destina el Gobierno a paliar esas situaciones perjudican el crecimiento del país. Lo dice Torino Capital en un informe. Este banco de inversiones tiene claro el origen del problema: la dependencia del petróleo. Empresas públicas y privadas del país negocian un pacto por la electricidad.
República Dominicana es una de las economías de más rápido crecimiento en América Latina y el Caribe. Entre 2014 y 2016 el Producto Interior Bruto (PIB) dominicano aumentó de media 7,1%. En 2017 creció 4,6% y en 2018 se espera que lo haga a una tasa de 5,3%, según la previsión del banco de inversiones Torino Capital.
Para esta firma, República Dominicana es una “economía dinámica” y está en condiciones “para continuar experimentando un crecimiento rápido”. Destaca lo diversificado de sus exportaciones (desde minerales hasta productos agrícolas y procesados), la “buena gestión macroeconómica en general” y el clima favorable a la inversión, que incluye seguridad jurídica.
Torino Economics: “Una restricción importante para el crecimiento del país son las condiciones del sector de la electricidad”
¿Dónde está el problema? En la electricidad. “Una restricción importante para el crecimiento del país son las condiciones del sector de la electricidad”, apunta un informe de Torino Economics, la unidad de análisis financiero de Torino Capital.
“Los cortes de electricidad son una característica frecuente de la economía del país en las últimas cinco décadas”, puntualiza Torino Economics. Insisten en que el sector, que ha sido alternativamente administrado por el Gobierno y las empresas privadas desde los años 70, “tiene problemas para proporcionar electricidad a los dominicanos”. En la actualidad, 86% de la generación de este recurso la llevan a cabo empresas privadas, mientras que 14% lo hace el Gobierno.
En los últimos años, las compañías eléctricas han registrado constantes pérdidas en sus balances y, en consecuencia, recurren a racionamientos, tal como señala la firma. Añade que, aunque la generación de energía está principalmente en manos privadas, el Gobierno reparte subsidios a la electricidad, “que generan un lastre fiscal considerable”.
Pero, ¿cuál es el origen del problema? La dependencia del petróleo. República Dominicana es un importador neto de hidrocarburos, según destaca Torino Economics. La mayor parte de la electricidad que producen la generan plantas de crudo. Por ello, la recuperación de los precios del petróleo podría impactar en las cuentas del país, señala la firma.
Las acciones del Gobierno para paliar la crisis eléctrica
El gobierno de Danilo Medina subsidia el consumo de electricidad en los hogares a través del Fondo para Tarifas de Electricidad (FETE) que ofrece una línea de crédito para cubrir la diferencia entre el costo de producción y un precio fijo. Además, transfiere recursos económicos a la industria para cubrir problemas operacionales. Por ejemplo, el presupuesto asignado para pagar todos estos subsidios en 2018 es de 465,5 millones de dólares.
Por otro lado, el Gobierno está construyendo una importante planta de carbón (con una inversión de 2.000 millones de dólares) que se terminará en diciembre y que esperan ayude a aliviar los problemas de electricidad del país.
Un pacto por la electricidad
Al margen de las acciones gubernamentales está la firma (pendiente) de un pacto de electricidad entre compañías eléctricas públicas y privadas. Con ello, Medina pretende reducir significativamente los subsidios a la electricidad y las pérdidas financieras de las compañías.
La firma no espera que las negociaciones del pacto produzcan “resultados tangibles” a corto plazo
El pacto busca eliminar duplicidades en los puestos de trabajo, deficiencias legales y posibles distorsiones. Según recoge Torino Economics, ya hay voces en contra de esta propuesta. Los detractores consideran que el pacto preservaría los intereses de las principales compañías involucradas y consolidaría las barreras de entrada al sector.
Por otro lado, si el pacto elimina o reduce substancialmente los subsidios a la electricidad, “podríamos esperar una mejora importante en las cuentas fiscales” del país, subraya Torino Economics.
Las negociaciones del pacto llevan atascadas ocho meses. Las discusiones se reanudaron este mes. No obstante, la firma no espera que las negociaciones produzcan “resultados tangibles” a corto plazo.