Elizabeth Fuentes (ALN).- La Fundación Botín concibió el proyecto de hacer “un centro de arte privado de referencia en Europa, y cuyo objetivo fuese generar desarrollo social, aprovechando el potencial que tienen las artes para despertar la creatividad”. Luego de seis años de trabajo, el Centro Botín ya es una realidad “voladora” que redefine el paisaje de Santander.
“Quería hacer un edificio que volara, que estuviera por encima del horizonte, casi como una barca más”, dijo a la prensa el arquitecto Renzo Piano. El hombre que tiene en su haber obras como el Centro Georges Pompidou de París, el ganador del prestigioso Premio Pritzker, se puede plantar hoy frente a su obra feliz de haberlo logrado. Y lo logró
El Centro Botín de las Artes y la Cultura, que recién abrió sus puertas, le llevó seis años de trabajo, más de 100 millones de euros y ha logrado modificar para siempre el perfil de Santander. Ubicado en un enclave privilegiado de la ciudad, casi “volando” sobre la costa del muelle de Albareda, la creatividad del arquitecto revistió el edificio con una “piel de cerámica” compuesta por 270.000 piezas circulares que reflejan la luz y los colores cambiantes del mar y el cielo.
El centro aspira a ser una referencia de arte en Europa
Y adentro, la admiración continúa porque el edificio se abre en dos alas: una para las exposiciones de arte y otra para desarrollar actividades culturales y formativas. Una intención fundamental para la Fundación Botín, donde se concibió el proyecto “como un centro de arte privado de referencia en Europa, y cuyo objetivo fuese generar desarrollo social, aprovechando el potencial que tienen las artes para despertar la creatividad”, según especificaron voceros de la fundación.
Con un auditorio para 300 personas, el restaurante El Muelle, a cargo del chef Jesús Sánchez -dos estrellas Michelin-, una tienda y una azotea para disfrutar esta nueva perspectiva de la ciudad y la bahía, el trabajo incluyó la remodelación de los históricos Jardines de Pereda, donde se encuentra el centro, que llevó a cabo el reconocido paisajista Fernando Caruncho en colaboración con Piano.
Grandes maestros y una sorpresa
Tres exposiciones muy distintas inauguraron el Centro Botín. Se puede admirar, nuevamente, el genio de Goya en 83 dibujos mostrados bajo el título de Ligereza y Atrevimiento. La otra exhibición, Arte en el cambio de siglo, incluye obras de Juan Uslé, Miroslaw Balka, Antonio Muntadas, Mona Hatorum, Carlos Garaicoa, entre otros. Es una selección de obras pertenecientes a la colección de la fundación adquiridas en el curso de las últimas décadas. Ofrecen una perspectiva de los artistas a los que la fundación ha decidido apoyar y con los que ha colaborado a lo largo de ese periodo.
Completa la exhibición la obra del belga Carsten Höller, titulada Y, la primera y más ambiciosa exposición monográfica del artista realizada hasta ahora en España. “Famoso por sus vertiginosos toboganes y sus lúdicas instalaciones interactivas, la selección para el Centro Botín incluye piezas nuevas para el público con otras más icónicas, como Y (2003) o Elevator Bed (2010), en la que los visitantes podrán pasar la noche en el Centro Botín con todas las comodidades de cualquier habitación de hotel de lujo, durmiendo en una cama que puede llegar a elevarse hasta los 3,5 metros de altura”, reseña el vocero de prensa de la Fundación Botín.
Tal y como lo reseñan en su portal, a Santander se puede llegar por cualquier vía, bien sea en tren, en auto e incluso en barco, porque su excelente ubicación así lo permite. La tarifa general de entrada al centro es de ocho euros, aunque para otras actividades disponibles, como conciertos o ciclos de cine, conviene consultar la amplia programación que ofrecen para este año y el próximo.