Juan Carlos Zapata (ALN).- La velocidad importa. Significa que la dictadura no pierde tiempo. No quiere perder tiempo. Necesita todas las piezas en su lugar. Ya Maduro dictador amenazó el mismo domingo a la Asamblea Nacional controlada por la oposición. “Se acabó el sabotaje de la Asamblea Nacional”, dijo, apenas el CNE anunció los ocho millones de votos del fraude. “Esta Constituyente es para poner orden”. El orden en dictadura, ¿qué significa? Control. De allí que la Asamblea Nacional aparezca en el turno siguiente de los poderes objeto de la arremetida dictatorial, al igual que la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz.
Nicolás Maduro ya entró en la dinámica dictatorial. Convocó una Asamblea Nacional Constituyente sin reparar en la norma constitucional. Cometió fraude electoral. Se ufanó del fraude. Amenazó. Y ahora ejecuta la amenaza. El secuestro de los presos políticos Leopoldo López y Antonio Ledezma, sacados esta madrugada de sus respectivas viviendas, donde gozaban del beneficio de casa por cárcel, marca el inicio de otra etapa en la escalada represiva. Hay que tomar nota. Este domingo 30 de julio, mientras se consumaba el fraude, mientras Maduro se enfundaba el traje de dictador, fueron asesinados en Venezuela casi 20 personas. Como bien lo resumió Pedro Benítez en ALnavío. El régimen no tiene votos pero sí balas. Sí fusiles. Sí una Guardia Nacional represiva. Sí un Tribunal Supremo que disfraza de legalidad las sentencias del golpe. Sí un Consejo Nacional Electoral (CNE) que inventa votos, millones de votos. Y sí una policía política, Sebin, que como toda policía de un régimen dictatorial, opera de noche, secuestra de noche, desaparece adversarios. Siniestra situación.
12:27 de la madrugada: Momento en el que la dictadura secuestra a Leopoldo en mi casa. No lo van a doblegar! pic.twitter.com/0EdlQvEGXS
— Lilian Tintori (@liliantintori) 1 de agosto de 2017
Mitzy. Por la fuerza a golpes y empujones se llevan a Antonio de nuestra casa. Hacemos responsable al régimen por su vida e integridad!!! pic.twitter.com/69xZ7IqZk0
— Antonio Ledezma (@alcaldeledezma) 1 de agosto de 2017
No. Que no se busquen explicaciones. No se trata de una respuesta de Maduro a la medida de ayer del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos que lo sanciona, que le congela activos, cuentas y lo coloca en un selecto club de mandatarios objeto de medidas similares, entre otros, el dictador Robert Mugabe. ¿A qué otro club puede pertenecer hoy Maduro? “Las elecciones ilegítimas de ayer (domingo) confirman que Maduro es un dictador que ignora la voluntad del pueblo venezolano”, apuntó el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin. Si Maduro es dictador, el secuestro de López y Ledezma es consustancial al régimen y no una consecuencia de la medida tomada por el gobierno de Donald Trump.
De la amenaza a los hechos
No. Tampoco es una respuesta a los mensajes grabados en vídeos por López y Ledezma. El primero la semana pasada, antes del fraude electoral. Entonces López alertaba de que la Constituyente era una “amenaza” que pretende acabar con la República y subordinar al pueblo. La amenaza, pues, es un hecho. Más que un hecho. El mensaje de Ledezma se produjo anoche, y el enfoque es un llamado a la unidad opositora a seguir luchando y a no participar en las elecciones regionales que, ahora sí, la dictadura y Maduro dictador, pretenden convocar. De modo que aunque lo parezca, el secuestro de Ledezma y López no responde a esos mensajes. Es el proceder. Es la naturaleza del régimen. Es la medida de las dictaduras para avisar hacia dónde se dirige, y a cuánta velocidad.
La velocidad importa. Significa que la dictadura no pierde tiempo. No quiere perder tiempo. Necesita todas las piezas en su lugar. Ya Maduro dictador amenazó el mismo domingo a la Asamblea Nacional controlada por la oposición. “Se acabó el sabotaje de la Asamblea Nacional”, dijo, apenas el CNE anunció los ocho millones de votos del fraude. “Esta Constituyente es para poner orden”. El orden en dictadura, ¿qué significa? Control. De allí que la Asamblea Nacional aparezca en el turno siguiente de los poderes objeto de la arremetida dictatorial, al igual que la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz. Maduro dictador no perdió tiempo tampoco en apuntar hacia la Fiscal, quien insiste en que está roto el hilo constitucional, que la Constituyente es una burla al pueblo y a la soberanía, y que se está “frente a una ambición dictatorial”. Maduro dictador ha dicho que a la Fiscalía hay que reestructurarla de inmediato para “tomar el mando”.
No. No se busquen explicaciones. Porque Maduro dictador ha sido más que explícito. “Estamos juntos ahora con todo el poder”. Esta frase lo define. Lo retrata de cuerpo entero. Y el retrato muestra la figura inequívoca del dictador.