Redacción (ALN).- Un sacerdote brasileño ha decidido abrir las puertas de su iglesia a los perros abandonados, promoviendo su adoración durante las misas.
Se trata del sacerdote João Paulo Araujo Gomes, director de la Capilla del Hospital São Sebastião, en Caruaru, estado de Pernambuco, en Brasil, que ha demostrado que la bondad se refleja en los actos cotidianos.
Esta historia ha conmovido al mundo, ya que su labor no solo se centra en proporcionar alimento y refugio a estos seres indefensos, sino que también promueve activamente la adopción y la compasión entre sus feligreses a traves de sus redes sociales, convirtiendo el templo en un verdadero santuario de fe y amor incondicional, reseñó el medio Colombia.com
El sacerdote inició su labor antes de la pandemia, a inicios del año 2019, cuando oficiaba las misas en la parroquia de Sant’Ana, en Gravatá, donde constantemente veía perros callejeros heridos que buscaban refugio a las afueras de la iglesia.
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El sacerdote y su hermosa labor
Para aportar un granito de arena, el padre João Paulo comenzó a brindarles atención veterinaria y alimento con ayuda de la comunidad y sus donaciones. Con el tiempo, empezó a permitir que los caninos pudieran hospedarse en la iglesia.
Aunque para muchos el ingreso de perros a los templos católicos es inapropiado, este padre decidió incluir a los caninos sin hogar en los servicios y presentarlos a la comunidad con la finalidad de conseguirles un hogar y brindarles una nueva oportunidad de vida.
Su labor se ha convertido en ejemplo para muchos. A través de sus redes sociales el sacerdote comparte constantemente fotos y videos de los perros que están en adopción o requieren un hogar de paso. Por este medio ha logrado llegar a muchas más personas dispuestas a ayudar.
Las fotografías que publica el padre João Paulo van acompañadas de mensajes conmovedores que incentivan la adopción animal. Algunos ejemplos son: “¡Solo puedo rescatarte si adoptas!” y “No tengo refugio y dependo de espacios temporales que ya están superpoblados. ¡Ayúdenos, no compren, adopten! La carrera más bonita es la que tiene la historia más triste”.
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La iniciativa del sacerdote ha despertado la admiración de muchos fieles y creyentes, quienes han expresado su agradecimiento al padre João Paulo por su labor desinteresada y apoyo a los menos favorecidos.
“El padre ya se ganó el cielo”, “Una bendición donde quiera que vaya”, o “Es un ejemplo para otros curas”, “Gracias padre por pensar en los que no tienen voz”, “Ojalá su labor se replique”, son algunos de los comentarios que recibe a diario a través de sus redes sociales.