Alonso Moleiro (ALN).- Samuel Doria Medina es el dirigente opositor de mayor relieve en Bolivia, en medio de un panorama fragmentado y desigual. Es un empresario que se define como socialdemócrata, y que llama “Evo Maduro” al presidente Evo Morales, con el objeto de malponerlo ante sus conciudadanos. Los recientes traspiés electorales del líder cocalero insinúan que la hora de Doria podría acercarse, aunque es evidente que tiene mucho por hacer para calzar la horma de una auténtica referencia nacional.
Empresario, académico, político. De joven, militó en la izquierda. Tiempo después, acompañó al gobierno de Jaime Paz Zamora. Hace varios años, fue secuestrado por fuerzas guerrilleras, desagradable episodio del cual salió bien librado. Samuel Doria Medina es hoy la cabeza visible, el matiz más evidente entre el conglomerado que conforma la fragmentada oposición boliviana al actual presidente de ese país, Evo Morales.
Doria Medina tiene en Bolivia propiedades e inversiones en la industria del cemento, y es el dueño de las franquicias bolivianas de las multinacionales de comida rápida Burger King y Subway. Ya ha participado en varios comicios presidenciales; en los últimos, celebrados en 2014, respaldado por la Coalición Unidad Democrática, alcanzó el 20% del total de los votos, obteniendo el segundo lugar.
En su cuenta de Twitter cohabitan todas las variables verbales del reformismo político. Doria Medina se esmera en ser apreciado como un empresario progresista, socialmente responsable, y, para lograr tal efecto, se afinca en la terminología socialdemócrata del momento: emprendimiento, dignidad, instituciones, pactos, inversiones, éxito. Evo Morales es aludido sistemáticamente como “el caudillo”. Y hacia él, con cierta regularidad, van orientadas las invectivas en su cuenta.
La gente está cansada de la Bolivia del caudillo. La gente quiere otro rumbo: La Bolivia de la democracia y el empleo. https://t.co/QtPz1xmNC8
— Samuel Doria Medina (@SDoriaMedina) 9 de diciembre de 2017
Que contraste, la réplica de la casa de Evo en Orinoca y el palacio que se construyó, evidencia de su engaño , el vivir bien fue para él y no para el pueblo #NoMasTraición pic.twitter.com/Lv5oyjUBJT
— Samuel Doria Medina (@SDoriaMedina) 8 de diciembre de 2017
Está fuera de la realidad, el país está en manos de una persona a la que no le vale la Constitución, ley ni regla alguna. Liberar el país es causa justa y nacional, Unidad #2019NoMas pic.twitter.com/0Q9vwseeOs
— Samuel Doria Medina (@SDoriaMedina) 8 de diciembre de 2017
Y aunque las definiciones en torno a las candidaturas presidenciales lucen todavía crudas, el revés de Evo Morales en las denominadas elecciones judiciales ha animado a algunos medios, por estos días, a hacer prospecciones en torno a la eventualidad de una Bolivia sin el líder cocalero en la Presidencia. Doria Medina, cuyo nombre suele ser una fija en esta clase de evaluaciones, ha colgado recientemente en su cuenta este análisis, publicado en Tarija, al sur del país, en el cual, como ha sucedido en otras, aparece bien colocado como un hipotético candidato unitario.
Interesante encuesta de un medio tarijeño. Participa !!! https://t.co/m4WJvlQ1X0
— Samuel Doria Medina (@SDoriaMedina) 10 de diciembre de 2017
Podríamos afirmar, sin calumniarlo, que Samuel Doria Medina es hoy todo un precandidato. Puede que algunos le aconsejen ir despacio; permitir que algunos nudos se despejen, que las circunstancias le permitan asumir el liderazgo para plantarle cara al oficialismo boliviano sin que haya objeciones. De momento, procura el contacto con las masas, se reúne en encuentros vinculados al diagnóstico económico; se esmera con los rituales religiosos, encomendándose a determinados amuletos, siempre procurando la conectividad popular.
En Tarija junto a Adrian Oliva y Wilman Cardozo en un primer esfuerzo de construcción de unidad. pic.twitter.com/zT9hesDaHA
— Samuel Doria Medina (@SDoriaMedina) 8 de diciembre de 2017
Llegando a Cotoca después de caminar 5 horas con mucha fe a pedirle a la virgencita por la unidad que Bolivia necesita. pic.twitter.com/9D1ivVPjjJ
— Samuel Doria Medina (@SDoriaMedina) 8 de diciembre de 2017
Planta de Urea paraliza producción por tres dias, se comenta mucho sobre las causas, ojalá sea algo subsanable rápido y no un daño estructural; informen. pic.twitter.com/4cLDAWvEIk
— Samuel Doria Medina (@SDoriaMedina) 7 de diciembre de 2017
Fue emocionante acompañar y estar en la peregrinación al Santuario de la Virgen de Cotoca, como ya es tradición multitud de ciudadanos participaron: Fe; Unidad y Esperanza. pic.twitter.com/w1NRBTjpUF
— Samuel Doria Medina (@SDoriaMedina) 8 de diciembre de 2017
Es cierto que Evo Morales ha tenido algunos reveses importantes en el tiempo reciente. Queda claro que esta circunstancia, por sí sola, no le allana el camino a Doria Medina, un empresario que llama a su rival “Evo Maduro” para desacreditarlo, y que necesita que algunos despejes probabilísticos se concreten si quiere terminar de producir un salto que lo aleje de ese meritorio, pero completamente insuficiente, 20% obtenido en las pasadas elecciones de 2014.
La renovada imagen de Evo en el mundo. Lo menos que le dijeron es «Evo Maduro». https://t.co/KVHwtbzGlw
— Mery Vaca (@meryvaca) 7 de diciembre de 2017
Evo simuló aceptar la Democracia para después destruirla desde dentro. No logrará su propósito, la Democracia será fuerte, vencerá y él se destruirá y destruirá a su partido #2019NoMas pic.twitter.com/6lGleMVsmS
— Samuel Doria Medina (@SDoriaMedina) 7 de diciembre de 2017
Por ahora, este tuitero frecuente, engalanado en sus fotos con colores bolivianos, sigue recorriendo el país, intercambiando diagnósticos, dejando el recado de su nombre, proponiendo otra manera de hacer las cosas. Se le atacará por ser propietario, por ser blanco, por tener vínculos con empresas multinacionales. Pero Doria Medina no se achanta, responde a estos ataques en sus términos.
A más coca, más droga. A más droga, más pandillas. A más pandillas, más inseguridad. Hasta cuándo ? https://t.co/ysDbakAPup
— Samuel Doria Medina (@SDoriaMedina) 7 de diciembre de 2017