Redacción (ALN).- Desde que La Candelita ocupó su territorio en Madrid con ventiladores de techo de palmeras secas trenzadas y paredes verdes que recuerdan los follajes presentes a unos 8.000 kilómetros de distancia, adonde fue a parar Cristóbal Colón y otros navíos, no ha dejado de sorprender con los sabores y olores que salen de los hornos. También hacen presentaciones íntimas de libros de poesía, novelas y ensayos.
En el restaurante La Candelita se consigue la cocina tradicional mantuana de Caracas, marinada en especias y formas de la Edad Media española. Además comparte los fogones con los amarillos ajíes de Lima, cosechados en tiempos precolombinos y ahora puestos en la mesa para que den un aroma incaico. No menos gustosas son las fusiones, como el célebre ceviche en leche de coco que se cuela entre los manteles como un sello del lugar desde que abrió sus puertas en 2011 y se metió en la agenda de los madrileños y de los turistas que frecuentan la exótica calle Barquillo de Chueca en Madrid.
“Cuando entras a la cocina te das cuenta del buen ambiente que prevalece, de la inventiva, de una actitud de vanguardia que busca un carácter libre frente al respeto por los sabores ya probados y típicos”, explica el venezolano David Malavé, socio que se incorporó el año pasado con un gran empuje.
“Los ingredientes que usamos en América ya no son difíciles de conseguir en España. Hace unos cuantos años quizá sí, pero en este momento se hallan muchos de ellos y algunos más específicos los encargamos”, agrega.
Probablemente se deba a que después del boom de la gastronomía latina hace más de 15 años en la ciudad, han surgido y resurgido nuevas opciones culinarias latinoamericanas que hoy compiten por la preferencia en Madrid; sin embargo, La Candelita se ha consolidado en el ambiente capitalino. Ahora mismo se prepara para sacar al ruedo una nueva carta siguiendo la inspiración original y proponiendo platos inéditos para la temporada 2018-2019.
Desde el principio con buen pie
Desde los inicios, la propuesta del restaurante fue bien recibida por la crítica gastronómica local. Los comensales le han otorgado una excelente puntuación en el portal TripAdvisor, al igual que generosos comentarios sobre el asado negro: un redondo dorado con caña de azúcar y estofado en salsa espesa, servido con arroz y plátano macho frito. También hay halagos para el bacalao caribeño confitado a baja temperatura sobre arroz perfumado con salsa de curry y coco envuelto en hoja de plátano.
Al instalarse en 2011, los fundadores venezolanos Roberto Salvatierra, Verónica Mauro y Vanessa Pestana tuvieron claro el objetivo de apuntar a la demanda de comida latinoamericana de calidad con una oferta de cócteles también de la región, en una atmósfera caribeña y fresca, en permanente renovación.
Con esta concepción desarrollaron también una vasta lista de bebidas con el supremo ron venezolano, ícono de la región, añejado en barricas de roble y acompañado de unos cuantos representantes del Caribe, servidos en una barra de lujo con 50 marcas que dan cuenta de la versatilidad del sitio. Entre mojitos clásicos y de autor, el curioso maracuyá sour, las margaritas, el pisco sour, el negrone, el americano, el daiquirí de fresas, entonan a los amantes del dios Baco.
Los convites se suman al encanto, bien cuidado y raro, que se cuece en las pailas, donde los chefs Manuel López y Antonio Uzcátegui, al estilo alquimista, prueban sabores, sales, tesoros culinarios del Caribe, y de pronto aparece sobre el blanco paño de algodón o lino, una polvorosa de pollo servida en una teja de cerámica malva.
Con ambiente cultural
A la restauración top de La Candelita se le ha agregado un novedoso componente con presentaciones íntimas de libros de poesía, novelas y ensayos, que se hacen en medio de exposiciones de esculturas contemporáneas y con la presencia de gente muy ligada al mundo de las letras, en gesto de integración entre la cultura latinoamericana y la española. Es la guinda que le pone un toque aún más especial al lugar.
Este ingenioso giro que se le ha añadido al sitio, hace atractivo frecuentar estos espacios y estar atentos a la agenda que van completando cada mes, donde Kalathos ediciones, grupo instalado recientemente en España, lanza sus publicaciones.
Algunos fines de semana, escritores de reconocida pluma pueden compartir con los otros comensales un brunch con creppes de pollo, golfeados con queso de mano, cachapas, tostas de salmón, o un delicioso chupe de pollo, en un ambiente de letras y poesía.