Leticia Núñez (ALN).- Los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner evitaron recurrir al Fondo Monetario Internacional. “Gracias al dinero de Hugo Chávez, pagaron la deuda que tenían con el organismo”, recuerda Anna Ayuso, investigadora del think tank catalán Cidob, en declaraciones a ALnavío. En cambio, Mauricio Macri, con un discurso aperturista, sí ha solicitado ayuda. Según la investigadora, esto “favorece el discurso de la izquierda. Dirán que la propuesta Macri no es la que funciona”.
La petición de ayuda financiera por parte de Argentina al Fondo Monetario Internacional (FMI) llega en “un mal momento”. Así lo considera Anna Ayuso, investigadora sobre América Latina en el Barcelona Centre for International Affairs (Cidob). Con Argentina a las puertas de la presidencia del G20, tras las elecciones parlamentarias en las que el presidente Mauricio Macri obtuvo un buen resultado y con los comicios generales previstos para octubre de 2019.
Además, el hecho de que Macri haya tenido que pedir ayuda financiera al FMI “da argumentos a la izquierda” latinoamericana. Máxime teniendo en cuenta que los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner evitaron recurrir al organismo. “En aquel momento, gracias al dinero de Hugo Chávez, pagaron la deuda con el FMI. Era un momento de crecimiento económico, fue el boom de las commodities”, recuerda Ayuso en esta entrevista con el diario ALnavío. Ahora ve “impensable” que se produzca algo así. E incluso apunta a que podría tener cierta influencia en las elecciones de México y Brasil.
No obstante, Ayuso cree que Macri todavía tiene un año para estabilizar la economía. Con el peronismo dividido y sin una alternativa política al presidente argentino, la experta vaticina que tiene muchas opciones de ser reelegido.
– ¿Es un fracaso que Mauricio Macri haya tenido que recurrir al FMI?
– Habría sido mejor que no hubiera tenido que recurrir, pero es mejor que acuda antes de que la situación empeore. Intenta dar señales a los mercados de que está dispuesto a mantener las políticas y que no va a volver a posiciones más proteccionistas. Antes de que la situación se agrave busca un respaldo de las instituciones y margen para no tener que depender sólo de sus divisas. La cuestión es ver cuáles serán las condiciones que le pondrá el FMI. Eso puede tener un coste político importante porque en Argentina las consecuencias de los ajustes en la anterior crisis todavía son algo que la población lleva muy arraigado. Genera rechazo por parte de gran parte de la población.
“Macri intenta dar señales a los mercados de que no va a volver a posiciones más proteccionistas”
– Argentina ha recurrido varias veces al FMI, pero no en los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner.
– En aquel momento, gracias al dinero de Hugo Chávez, pagaron la deuda con el FMI. Era un momento de crecimiento económico, fue el boom de las commodities. Argentina estaba fuera del circuito internacional, entonces tenía acceso a algunos mercados. Ahora no tiene esa entrada de ingresos que tenía en el boom de las commodities. Con la reforma fiscal que acaba de hacer el Gobierno intentará conseguir más ingresos, pero aún no ha tenido los efectos que debería. El aumento de los intereses en Estados Unidos ha hecho que muchos capitales que hubieran ido a Argentina se estén yendo a otras partes.
– ¿Lo que Hugo Chávez hizo en su día es impensable hoy?
– Ahora es impensable. En esos momentos se dio la coyuntura. Fue acertado, el país se liberó de un gran lastre. El problema fue lo que vino después: el cierre, proteccionismo, cepo cambiario… Sobre todo, con Cristina Fernández de Kirchner.
– Teniendo en cuenta que los Kirchner evitaron recurrir al FMI y que Macri con un discurso de cambio sí ha solicitado ayuda, ¿es una mala señal para los países de América Latina que han optado por el cambio?
– Claro, que no funcione da argumentos a la izquierda. Favorece al discurso de la izquierda. Dirán que la propuesta Macri no es la que funciona. A la vista de las elecciones que vienen, puede tener cierta influencia en los discurso de campaña.
– ¿Refuerza el discurso de Evo Morales y Nicolás Maduro, por ejemplo?
– Más bien, tendrá influencia en México y Brasil, que está muy polarizado.
– ¿Llega la decisión de Macri en un mal momento?
– Sí, es un mal momento. Ha sido después de las elecciones parlamentarias, que le fueron bastante bien a Macri. Todavía tiene un año para estabilizar la situación antes de que lleguen los comicios presidenciales. El problema será mantener la coalición, porque en el Parlamento no tiene mayoría. Y luego que dentro del peronismo no haya alianzas. Ahora mismo está muy dividido. En caso contrario, sería un problema para Macri. Todavía es pronto para advertir las consecuencias, pero si se mantiene la subida de los precios y continúa la estabilidad cambiaria, va a afectarle. Sin embargo, todavía no hay una alternativa política a Macri y todavía tiene ese margen. La gente no quiere el regreso de Cristina Fernández de Kirchner y no hay nadie en el peronismo que la pueda reemplazar. Si consigue estabilizar la situación y que dentro del peronismo no haya unión, tiene posibilidades de volver a conseguir la Presidencia. También dependerá de cómo sea capaz de contentar a la clase media, porque es la que le ha llevado al poder.
“La gente no quiere el regreso de Cristina Fernández de Kirchner y no hay nadie en el peronismo que la pueda reemplazar”
– ¿Surgen los fantasmas del pasado para la población?
– Sí, para los argentinos el dólar es algo sacrosanto. Ahorran en dólares porque no tienen confianza en el peso. Lo hacían incluso cuando había cepo cambiario. Había casas de cambio ilegales y compraban el dólar a un precio muy superior al que teóricamente marcaba el mercado. Que suba el dólar es malo a nivel de la inflación, que es la otra bestia negra de Argentina.
– Entonces, pese a las alarmas podría decirse que no está todo perdido…
– Justamente este acuerdo con el FMI es un intento de estabilizar. Igual que como cuando aquí el Banco Central Europeo dijo que haría lo necesario para salvar el euro, Macri quiere hacer todo lo necesario para mantener el peso. De ahí el acuerdo con el FMI. Para que esto pueda funcionar tiene que conseguir que la economía despegue y eso es lo que le está resultando más difícil de lo que en principio pensaba. Los ajustes no se están traduciendo en una reactivación de la economía, que es lo que generaría más empleo, aumento de los salarios y más estabilidad. El contexto, con la subida del precio del petróleo, tampoco ayuda. Por lo menos Brasil se está recuperando, lo que es muy importante para Argentina.
– En el caso de las empresas españolas con presencia en Argentina, ¿paraliza cualquier iniciativa inversora?
– Es mucho mejor el anuncio de recurrir al FMI porque da estabilidad frente a la inestabilidad cambiaria, que perjudica mucho. A las empresas les interesa más el anuncio del acuerdo a seguir con la devaluación.